Destino {Tony Stark}

Cap 24- Evitar

"People who don't love each other, could never get this angry at each other."

- Cuando me den el alta, iremos.

Asentí.

- Claro, recupérate.

Tony tenía su cabeza apoyada en mi hombro y me susurró al oído.

- Podemos ir a un hotel a que duermas.

- Stark y yo vamos a dormir, llámame si necesitas algo.

- A dormir -remarcó Sam con una risita.

Solté una carcajada.

- Cállate Wilson.

Stark le dio la mano a ambos y cogiendome de la cintura, salimos de la habitación. Sus hombres nos iban abriendo las puertas y otros iban detrás de nosotros.

- Me siento excesivamente protegida.

Él se puso las gafas de sol siendo que era casi de noche.

- Hay prensa fuera.

Y lo entendí cuando Happy Hogan salió primero por las puertas del hospital y decenas de fotógrafos se lanzaron contra el preguntando por el Capitan Rogers y la llegada del señor Stark al hospital.

Pasamos a trompicones entre ellos, con Stark rodeándome la cintura y apartando a los fotógrafos con el otro. Una vez en el coche, suspiré de alivio.

- ¿Qué hotel vamos?

- Está al lado del hospital, tengo una casa aquí pero he supuesto que querrías estar cerca del Capitan fósil. -dijo mientras conducía.

Usaba un buen método para ocultar sus celos.

- Me parece bien.

En menos de cinco minutos, ya le había dado las llaves al aparca coches y estábamos subiendo en ascensor a la habitación.

Fue un silencio cómodo hasta que me dejé caer de espaldas a la cama.

- ¿Qué has hecho estos días? -murmuró Stark.

Llorar, vomitar, preocupar a Natasha, reñir a Wilson, salvarte la vida, cuidar al cap, reunirme con James, casi abortar y dejar a Tymah poseerme.

- No mucho -replique- ¿y tú?

- Pensar en ti.

Suspiré aún tumbada mientras él se sentaba a mi lado.

- Te dije que tendrías dos minutos para explicarme.

- Pepper vino a casa aquella tarde, le había mandado la carta diciendo que había elegido a otro director de la empresa, como tú querías.

Me incorporé y me senté a su lado mientras él ponía su mano en mi rodilla.

- Aquella noche hubo una pequeña fiesta de despedida en la torre y ambos bebimos mal de la cuenta.