Day 4: Pendrago

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En nuestro camino a Pendrago ya no estábamos solo tu y yo, sino que a nuestro viaje se unieron Lailah, Edna, Rose y Dezel. Y poco a poco y sobretodo gracias a cada uno me estaba volviendo más fuerte como pastor. Sin duda era algo que me hacía feliz y más si tú pertenecías a mi lado. Si lo meditaba bien no existía momento en mi vida en el que me sintiera infeliz o que algo me faltaba, pues todo estaba en ti. El solo poder verte cada dia me hacía completo. ¿Que pensarias si te dijera lo que realmente yo albergaba en mi corazón, si supieras mis verdaderos sentimientos por ti? Seguramente pensarías que era una broma, te costaría creer en mis palabras y en el mejor de los casos lo aceptarías, si no, estoy seguro que nuestra relación nos sería la misma, y por ello hasta el dia de hoy he callado. Estamos bien así, estás siempre a mi lado, decirte que te amo no es necesario. Aunque debo confesar que me encantaría escucharte decir que también me amas.

Y debo admitir que algunas veces sentía un poco de envidia al verte platicar tan emocionado con nuestros nuevos amigos, pues eran temas que yo no conocía... asuntos seráficos, como mencionó una vez Edna. Así que solo te observo, deleitandome con tu sonrisa la cual se encargaba de esfumar estos tontos pensamientos. Que seas feliz es más que suficiente para mi.

Una incesable lluvia nos recibió nada más llegar al las tierras de la capital de Rolance, y cuando Lailah nos dijo que aquella era producida por una gran fuente de malicia por un infernal que probablemente sería muy poderoso. Imaginar que hay dominios que causan este tipo de manifestaciones naturales causando estragos entre los habitantes. Sin embargo este problema iba más allá de lo que habíamos pensado, tanto que incluso el mismo general Sergei nos pidió que ayudaramos con la situación. Imaginar que personas que por años fingieron ayudar a la gente eran quienes mayor fuente de malicia poseían, me costaba creerlo y con verte sabía muy bien que tu ya te esperabas este resultado, solo yo seguí siendo lo suficientemente inocente para creer que las cosas no podían ser siempre así ¿Era malo mantener la esperanza en esas personas? Yo quería ayudarlas sin importar cómo... Pero, las cosas no eran tan simples como yo creía, y Dezel se encargó de dejarlo más que claro.

Tú solo me sonreías con pesar, pues está claro que no había nada que pudieras decirme para demostrar lo contrario, seguro que el abuelo ya te había contado sobre esto en muchas ocasiones, sólo yo vivía en la ignorancia. Pero, no pensaba rendirme, tiene que existir una forma de cambiar las cosas, estoy seguro que existe. Yo que soy el nuevo pastor debo encontrarla, para proteger este mundo y a cada uno de sus habitantes, a los serafines y sobretodo a ti, quien es dueño de mi corazón. Como pastor no podía darme el lujo de rendirme, voy a protegerte sin importar que.

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Continuara....

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