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La tensión se podía sentir en el ambiente, mis tíos tenían sus miradas centradas en el piso, como si no tuvieran el valor suficiente para mirarme a la cara.

- Ven, siéntate Em. - dijo mi tía, con una evidente vergüenza.

Notablemente escondían algo, se podía notar a flor de piel y a kilómetros de distancia, no estaba segura de este preparada para la verdad, pero tantos años de incertidumbre me incentivaban a preguntar sobre mi pasado.

- Te diremos todo lo que sabemos. -exclamó Richard

- Ocultamos el secreto por tanto tiempo para no lastimarte, y que no pensaras mal de tu propia familia.

- El día del velatorio no había nada en el cajón, el cuerpo de tu madre nunca fue encontrado, nadie sabe la verdadera razón por la que murió.

- Pero estamos seguros que no fue a causa de su enfermedad.

Escalofríos recorrían mi columna, estaba petrificada, no supe cómo reaccionar a tal declaración. Las palabras parecían
no poder formarse, las lágrimas empezaron a asomarse y , finalmente, rompí en llanto.

Esperaba de todo menos esto.

Lo único que hice fue abrazar a mi tía, siempre hubo algo acerca de sus abrazos que hacían que me relajara. Me abalancé sobre sus ella y apoye mi cabeza en su hombro dejando las lágrimas caer sobre este. Cuando por fin me alejé pude notar que su camisa estaba mojada a causa de mi llanto, pobre Claire, ella no se merecía esto, ninguno de los dos lo hacía.

Quería romper todo lo que estaba a mi alrededor para descargarme, pero no lo hice, en cambio respire hondo y traté de tranquilizarme un poco.

- ¿Por qué? ¿Por qué nadie sabe qué pasó? ¿Por qué si no estaba tan enferma como parecía dejo sola a una niña de 7 años? - pregunté desespera y entre lágrimas.

- No lo sabemos Emilia. - contestó avergonzada mi tía.

- Créenos, lo intentamos, intentamos averiguar porque ella se fue, la buscamos por todas partes, pero tu madre desapareció y nadie sabe hacia dónde fue, hubo algunos testigo que afirman haberla visto cerca de la estación de trenes, pero nadie sabe si esq información es certera. - dijo Richard mientras agarraba mis manos como un gesto de cariño.

- No sabemos porque te dejó. Ella llamó una noche, parecía desespera y asustada por su tono de voz, preguntó, o mejor dicho nos rogó si por favor podíamos cuidar de ti, al principio dijo que iban a ser unos pocos días, pero luego se convirtieron en meses y años, y al final nunca más apareció. - dijo mi tía Claire. - No quiero que nos malinterpretes, nosotros nunca te cambiaríamos por nada en el mundo, pero debes entender que estábamos tan perdidos como tu al momento del abandono. Siempre estuvimos ocultándotelo esperando a que maduraras para poder contarte nuestra versión de la historia, y no la de los periódicos, no queríamos que pensaras que eras una carga para nosotros, sabes que te criamos como nuestra propia hija y tratamos de brindarte todo lo que estuvo a nuestro alcance. - agregó Claire rompiendo en llanto.

- No quiero que piensen eso, estoy más que agradecida por todo lo que hicieron por mi. Pero también un poco enojada por lo que escondieron todo este tiempo, ya sé que ni ustedes están seguros de lo qué pasó, pero pónganse en mi lugar, la mayoría de mi vida sentí que una parte de mi vida estaba perdida. Saben lo que es eso, no saber quién es tu padre, donde está tu hermano o que de pronto tu madre desaparezca, que el único mundo que conocías se derrumbe. Fue algo duro, con el tiempo trate de hacer paz con el tema, pero siempre volvían esas malditas preguntas a mi cabeza. - dije mientras me secaba con el puño de mi sweater las lágrimas.

La Oscuridad del Subsuelo. /H.S/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora