Ayudame {EDICIÓN Y CONTINUACIÓN}

Capitulo 6

Era mediodía, y Liam se preparaba para acercarse a casa de Tabatha. Después de pensárselo varios minutos se atrevió a tocar a su puerta.

Tabatha por su parte se encontraba limpiando la casa entera para intentar distraerse cuando Liam tocó. Ella salio corriendo hacia la puerta pensando que sus hijos habían vuelto. Pero su la sonrisa en su cara se contorsiono en un gesto de profunda desolación. A su vez se iba cayendo poco junto a la puerta, mientras las lágrimas le salían con fuerza.

-Tabatha...- Liam se arrodilló a su lado he intento consolarla, sin éxito.

-No puede ser... mis niños... los he perdido...- su llanto partió aun más el corazón de Liam.

La ayudo a entrar dentro, y pasó con ella el resto del día.

Esa tarde los supervivientes acudían al lugar y recogían los resto de los que no lo lograron. 

Liam recibió una llamada ya entrada la madrugada que no dudo en contestar.

-¿Si?... ¡Imposible!... No volvieron, ¡tienen que estar ahí!- Tabatha bajo las escaleras al escuchar los gritos- ¡Encontradlos!

-Liam, ¿Qué pasa?

-Tengo que irme, lo siento Tabatha, pero tengo que irme- le dijo acercándose a la puerta, pero ella le agarro del brazo.

-¿Qué pasa?- pregunto desesperada la mujer.

-Jayden y Viky, no lo han encontrado.

A ella le llego un profundo consuelo y sin darse cuenta Liam ya se había ido.

Jayden apenas podía abrir los ojos por el fuerte dolor de cabeza que tenia. Pero lo consiguió gracias a que sentía como alguien se la tocaba y le producía mas daño. Quien quiera que fuese noto que despertaba.

-No te muevas, te dolerá más- su voz era dulce y quebradiza.

-¿Qui-quien eres?- pregunto con voz muy ronca y consiguiendo abrir los ojos.

Delante suya se encontraba una chica de pelo castaño y ojos marrones,  que le recordó a su madre. Su madre. Algo hizo clip en su cabeza y se acordó de todo mientras miraba a su alrededor. Se encontraba en una especie de sótano, todo era tan frío y apenas había luz. Su espalda estaba pegada a una de las paredes y él se encontraba atado con una especie de grilletes y cadenas.

-Mi nombre no importa ahora, tienes algo más de lo que preocuparte- y señalo a una de las esquinas del sótano donde se encontraba Viky tirada en el suelo, con toda su ropa rasgada y agujereada y sin ninguna expresión en su cara- lleva así tres días, ni come, ni bebe nada. Solo se mueve cuando el se la lleva.

-Viky...- no podía verla así, estaba viva si, pero algo le decía que llevaba varios días muerta en vida- ¿qué esta pasando aquí, que le han hecho?- preguntó desesperado.

-Lleváis aquí una semana, y tu has estado inconsciente hasta ahora, pero ella no a tenido tanta suerte. A West le gusto nada más verla, le decía que le recordaba a mi, y bueno, no se como decirte esto, pero lleva obligándola a acostarse con él desde entonces.

A Jayden le pareció que todo su cuerpo desprendía fuego por furia que estaba sintiendo en esos momentos.

-¿¡QUÉ!?- la chica a su lado dio un bote del grito, pero Viky ni parpadeo.

Segundos después se oyó como una puerta de abría.

-Pero mira quien despertó de su siesta, la bella durmiente- West tenía su típica sonrisa de satisfacción.

-¡TÚ! ¡HIJO DE LA GRAN PUTA! ¡SUELTAME Y DEJAME QUITARTE ESA SONRISA DE LA CARA! ¡TE JURO QUE COMO TE PILLE TE VAS A ARREPENTIR DE HABER NACIDO!...- Jayden siguió soltando sapos y culebras por la boca, mientras West sonreía más.

-Mi querido Jayden, no estas en posición de exigir nada, ¿no?- decía entre carcajada y carcajada.

Jayden recordó las cadenas que tenía a su alrededor y sintió impotencia por todo lo que le habían hecho a su hermana y él si quiera se había enterado de no ser por esa chica, que seguía sin saber quien era.

-Astrid, ¿por que no te vas y me dejas un rato a solas con los invitados?

Ella sin mediar palabra subió las escaleras y salio de la habitación tan sigilosa como habia entrado.

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Bueno, bueno, siguen vivos... de momento je, je, je