No es tan malo

1.9K 113 18
                                    

No debería sorprenderme demasiado. Lo mismo pasó con John, ¿qué lo detenía de hacerlo con más personas? ¡Joder! ¿Acaso los fastidiosos vecinos también trabajaban para él?

¿Por qué tuvo que pasar ahora? Justo cuando me sentía animada, fuerte y capaz de enfrentarme a él. ¿Y quién demonios era Amalia Cummings? El apellido me sonaba, pero en ese momento no tenía ganas de pensar.

Quería morir.

¿Qué razones tenía para vivir?

Siempre fui una molestia para mi padre. Convivir conmigo era parte de su trabajo.

Mi madre me cuido por su sentido del deber hacia el hombre que la sacó de las calles. Ella siempre fue una alcohólica grosera que no sabía tratar con niños.

Y a mi mejor amiga, lo único real que me quedaba, probablemente le pagaron por ganarse mi amistad.

Sin mencionar que soy el maldito remplazo de un mujer que murió hace años.

Quería morir.

Tal vez pueda encontrar el camino hacia la cocina y cortarme las venas con un cuchillo. Eso sería precioso, yo no tengo tanta suerte.

Podría escapar en ese instante, nadie estaba mirando. Pero ¿de qué serviría? No tenía ningún lugar a dónde ir. Antonio debió gastar una parte de su fortuna para que todas esas personas fingieran quererme. No me dejaría ir tan fácil.

No tenía a quien recurrir.

Nunca fui cercana a mis compañeros de colegio, por lo que no tenía más amigos. No tenía más familia.

¿Debería ir a la policía? ¿Qué se supone que diga? ¿Qué un hombre, con la suficiente plata para sobornarlos, me mantuvo cautiva en una cómoda habitación con una hermosa vista y 5 alimentos al día? Vaya martirio. Quizá quieran saber que tengo un matrimonio arreglado con un cuarentón rico. "¿De qué te quejas?" dirán. "¿De qué no tiene 70?".

Seguramente querrán oír como mis seres queridos afirman que Antonio y yo estábamos enamorados desde hace años. Y que, unos meses antes de la boda, yo cambie. Exclamando que me habían secuestrado y desconociendo por completo a Antonio. Definitivamente él interpretará muy bien el papel del novio destrozado por la repentina locura de su pareja. Todos lo harán muy bien, son excelentes actores; lograron engañarme.

¿Qué será de mí, entonces? Apuesto a que le pagarán muy bien a un doctor para que diga que, efectivamente, perdí la cordura. Me encerrarán en un manicomio porque nadie va a creerme. Es mi palabra contra la de cuatro respetables personas. Viviré entre dementes y desayunare antidepresivos. Terminaré verdaderamente loca en unos años.

Vivir escondida no es una opción. El miedo me consumirá completamente, pensar que en cualquier momento podrían encontrarme no me dejaría dormir. Nunca podría estar completamente tranquila, ni siquiera en mi casa o si formo alguna familia, y eso no es vida.

Esto no es tan malo en comparación, ¿verdad?

La obediencia será de nuevo mi pilar. Seré la esposa ideal, una muñeca sexual, una incubadora de bebés. Haré todo lo que él me pida, porque es lo único que tengo, porque es mi única opción. Estaré a su lado en las fiestas, enlazare mi mano con las suyas y le sonreiré con un amor que no siento ni sentiré. Cenaremos juntos y yo escucharé atentamente todo lo que diga, mientras rezo internamente porque esa noche no tenga ganas, porque me repugna la sola idea de que me toque.

Pero afuera, ante las personas y las cámaras, yo sonreiré con una felicidad que nunca conseguiré.

No es tan malo, ¿verdad?

Entonces... ¿Por qué lloras?

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora