Capítulo #37

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Lo siento, tengo mucho tiempo que no escribo en ti. He estado ocupada últimamente en el hospital y no tenía medios para llegar a escribirte.

Tampoco es cómo si te perdieras de la gran cosa.

Despues de 2 largas semanas internada en aquella prisión, al fin me quitaron el yeso. Hoy fui dada de alta, cosa que me emociona ya que estoy preparando las cosas para irme de campamento con los chicos. Estoy un poco nerviosa, no lo voy a negar, pero la vista de un pequeño lago fuera de mi ventana me atrae lo suficiente cómo para aventurarme a explorar.

Si te preguntabas que sucedió con el trato de Niall, pues sí, acepté. El trato es que al terminar el viaje le haré saber la respuesta.

Aunque aún no sabemos cuánto tiempo nos quedaremos en las cabañas rentadas, sólo me enfocaré en limpiar mi alma cómo el terapeuta recomendó.

Z: ¿Están listas? —preguntó sacándome del trance que poseía al escribir.

A: Espera... ¡__! —Gritó desde el cuarto contiguo.

__: ¡Ya voy! —Guarde el cuadernillo en mi mochila de mano y baje junto a los demás.

Sólo unos cuántos estaban esperando por mi en la entrada de la casa, Harry amablemente cargo mi equipaje y lo puso donde correspondía.

Fue un poco largo el viaje pero divertido, Alex iba dormida en el hombro de Zayn, mientras todos nosotros cantabamos diferentes canciones; Kiss You, Rock Me, Act My Age era un poco del repertorio expuesto por la camioneta entera, dónde asombrosamente cupimos todos.

Despues de unas cinco horas y una parada a una vieja estación, el carro tocó por fin el cómodo rincón de las cabañas.

N: El último en llegar compartirá habitación —gritó infantilmente mientras el resto comenzaba a correr.

Z: Alexandra despierta ya llegamos y compartiremos habitación —le dijo con una sonrisa ladina.

A: Niall tiene boca de albañil, lo escuché perfectamente —río.

Z: Eres una tramposa, por eso te amo —sus manos viajando al estómago de mi amiga, haciéndole cosquillas provocándola.

Yo los vi puesto que observaba el paisaje. Secretamente los envidiaba un poco. Eran una pareja equilibrada, sus problemas eran solucionados en el momento y lo olvidaban con facilidad.

¿Qué no daría yo por tener a una persona justo a mi lado mencionando lo lindo que se ve el lago con el brillo del atardecer?

El ambiente comenzó a volverse algo ventoso, la noche estaba por llegar. Algo que agradecía infinitamente, estoy muerta.

Li: __, ¿quieres comer ya? —me preguntó una vez me instalé en mi propio dormitorio.

N: ¡Yo sí, joder! —dijo algo en el pasillo.
A: No lo creo, generalmente sólo te sientas a mirar —bromeó tomándole la mejilla y jalando con fuerza.

Ellos se conocen más tiempo, han convivido y conocido mejor a mis espaldas. El sabor de la bilis subiendo por mi garganta me obliga a reaccionar.

Z: Prendamos una fogata —sugirió.

H: Yo llevo los malvaviscos —dijo apareciendo de la nada.

Tardaron un poco en hacerla y comenzaron a comerlos. Yo los miraba desde un rincón. La verdad es que mi estadía en el hospital me habían ayudado a acumular ligera grasa en las piernas y ya molestamente se notaba.

N: Come, pareces búho mirando la nada — Se tomó la libertad de meter un bombón a mi boca.

Comí a la fuerza por un Niall que se negaba a perder, me daba de sus bombones en la boca. Debemos admitir que es un gesto muy tierno viniendo de él.

Habia 5 habitaciones cada quién. Yo tome la que tenía vista al lago y a un lado estaba Zayn y Alex.

Vomité en el baño, asegurándome de sacar todas aquellas caloría extras de mi sistema. Los había aceptado a la fuerza, era la verdad. Al salir del baño pase a mirar a los cuartos y todos estaban dormidos, inclusive Niall. Se veía curioso en una posición incómoda, pase por los siguientes cuartos pero no encontre a uno, no me preocupe y cuando entré a mi cuarto me llevé una grata sorpresa;
HARRY ESTABA EN MI CAMA

Diario De Una Fan SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora