No sé cuanto tiempo había pasado desde que ingerí un alimento.
Al parecer mi condición no era la mejor ya que cuando llegue a la sala de ensayo hice que Koichi se preocupara, quien iba a decir que esta sería la única forma de que me hiciera caso.
Joder... que hasta preocupado se ve tan lindo.
Después de eso no recuerdo nada más, desperté en una habitación de hospital, la luz que había en aquel lugar era tan cegadora que hacía que mi cabeza doliera. Cuando pude recuperar un poco mis cinco sentidos recorrí con la mirada toda la habitación hasta que me tope con un punto rosa. Él estaba ahí, acomodado lo mejor posible en esa silla de hospital que se veía bastante incomoda para dormir.
Tsuzuku... más te vale no echar a perder esta vez.
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Koichi nos aviso que el ensayo se cancelaba porque Tsuzuku se había sentido mal o algo así, por una parte me alegro de que se haya cancelado, pero por otra me preocupa el estado de Tsuzuku.
Como no teníamos nada mejor que hacer, Meto y yo decidimos dar un paseo.
Durante estos días ya me había acostumbrado un poco a los no lujos de aquella casa, es horrible y no quiero volver a experimentarlo nunca más.
En nuestro paseo me detuve a comprar algo de beber en las maquinas expendedoras, al voltear me di cuenta de que Meto no estaba, ¿¡qué tal si me lo habían robado y yo no me di cuenta?! eso me dejaría como el peor novio del mundo. Comencé a buscarlo mientras gritaba su nombre y para terminar, la gente se me quedaba viendo con cara de "¿y este loco qué?".
No se cuantos minutos habrán pasado, tal vez solo fueron segundos, pero sin duda los peores de mi vida, apareció Meto con un niño en brazos. ¡Un niño en brazos! ¡Meto se robo a un niño! si quería un hijo era solo de consultarlo conmigo, no era necesario robarse uno, pudimos haberlo tenido de otra manera.
— ¡Meto! ¡¿por qué te robaste a ese niño?! —es verdad, se veía muy adorable, incluso me hizo plantearme un futuro con él, casarnos, tener hijos y ese tipo de cosas.
— ¡MiA! gritas mucho, lo vas a asustar —bajo al niño de sus brazos y lo dejo a su lado —y para tu información, no me lo robé, este es el hijo de mi hermana —lo sujeto de los hombros y lo puso en medio de nosotros.
Yo en estos momentos tenía muchas preguntas, para empezar, ¿qué hacia el supuesto hijo de su hermana aquí? ¿acaso nos había seguido?
— MiA, cariño, ¿tú crees que después de lo que hiciste te iba a traer de vacaciones para que conocieras mi hogar? —soltó una leve risa.
Yo sabía que algo tramaba, ¡me hizo pasar un infierno! mi bebé fue capaz de hacerme daño y yo tanto que lo amo
— ¿Entonces no vives en esa casa?
— Claro que no, cariño, estaba ayudando a mi hermana a buscar una casa para mudarse y me encontré con esta y después de lo que hiciste me pareció una buena idea como para tu castigo —dijo para después darme un beso en la mejilla.
Lo mas seguro es que tenía una cara de tonto en esos momentos, algo valioso que he aprendido es no hacer enojar a Meto, pero ya me las pagara.
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Desperté luego de aquellas horribles horas que pase en el hospital. Me estire un poco y me percate de que Tsuzuku ya había despertado.