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Uniendo nuestros labios con un cálido beso para así terminar la noche diciéndonos un "te amo".

Desperté sin siquiera saber en donde había caído dormido, mi cabeza dolía horrores y el olor a alcohol era insoportable.

No sabía si ese pequeño recuerdo que llego a mi mente era verdad o tan solo un simple y cruel sueño. Giré mi cabeza en todas direcciones para ver si había rastro de él, pero no fue así...

MiA, MiA, MiA... ¿en verdad mi mente es tan cruel como para hacerme creer que tú y yo estuvimos juntos esa noche? ¿Cuántos días habían pasado? ¿Por qué no puedo recordar con claridad lo paso?

Tome mi celular que reposaba sobre la mesa de noche que había del lado derecho de mi cama y miré la hora.
13:30, viernes... dije para mis adentros mientras bloqueaba mi celular y abrazaba mi almohada deseando que fuese una máquina del tiempo para que me llevase a aquella noche y poder recordarla como se debe.

Sonó el teléfono de casa y a estas alturas pasaba de contestar, la maldita niña esa que MiA llevo a la fiesta de Tsuzuku me había estado acosando toda la semana, el teléfono sonaba más de diez veces al día y yo aún no sé porque no lo he desconectado. Aunque... pensándolo bien, podía usarla para saber qué pasó aquella noche, pero no lo hago porque la primera vez que respondí solo me dio reclamos de que MiA esto y MiA lo otro y blah, blah, blah.

Decidí por levantarme de la cama y salir en busca de respuesta, no sin antes darme un baño para quitarme este olor a putrefacción que me cargaba.
Solo podía ir a un lugar y ese era el lugar de aquel dichoso acontecimiento... la casa de Koichi. Más bien borremos casa y digamos la mansión que tiene la jirafa pelo chicle ese. 
Lo quiero un montón, pero es que es un divo de la vida, obsesionado con su loco novio anormal/emo/gótico/suicida. Quiero recalcar que a él también lo quiero un montón, ellos dos me han ayudado mucho.

Me la pase todo el camino pensando en ese par, me divierten mucho y hacen que desee tener una relación igual de bonita como la de ellos.
Cuando menos lo recordaba ya había llegado a casa de jigglypuff, toque el timbre y ¡OH SORPRESA! El señor no tengo sentimientos se encontraba ahí, aunque no debería sorprenderme a estas alturas.

— Meto, ¿qué haces aquí? — tan serio como siempre...
— ¡Estoy muy bien, gracias por preguntar! ¿Puedo pasar? Sí, si puedes. Ay, pero que amable — dije imitando su voz mientras me deslizaba cuál sabandija dentro de casa de Koichi, sirve de mucho ser bajito en ocasiones cómo está.

— ¡Tsuzuku! ¿Quién es? — escuche a Koichi gritando desde la cocina
—¡Soy yo! — dije mientras me adentraba al área de cocina — al parecer interrumpo su hora de comida, lo siento.
—¡Meto! — la gran bestia de pelaje rosa me atrapó entre sus garras — ¡no pasa nada! Siempre hay suficiente comida en esta casa, toma asiento que ahora te sirvo — Koichi siempre me trata como si fuera su hijo, es toda una mamá osa cariñosa.

Por otro lado Tsuzuku el papá oso estaba de mal humor, ¡era como un ogro que tenía sed de sexo! O tal vez solo tenía hambre... pero es más divertido pensar la primera opción.

Me senté en el comedor observando a Koichi en su modo súper amo de casa. En poco tiempo Koichi terminaría siendo rapunzel, su cabello le llegaba hasta la cintura y demasiado bien cuidado que lo tenía, me tenía completamente embobado.

— Deja de mirar así a mi novio que parece que te lo quieres coger — obtuve un zape como recompensa mientras escuchaba una ligera risa por parte del pelo chicle.
— Aunque... siendo ustedes, más bien compartirían dildo — dijo el ogro soltando una enorme carcajada.
— ¡Tsuzuku! Ahora por grosero te quedas sin postre — regaño al pelo azabache mientras ponía los platos ya servidos sobre la mesa.

¡¿Qué tengo que hacer para tener una relación así de bonita?! MiA no me ama y Masa... es lindo y todo, pero ¡NO ES MIA! Si MiA no es mi novio, entonces no quiero nada.

— Entonces, Meto ¿a que se debe tu visita? — al parecer mientras yo estaba en mi trance la parejita ya se había dispuesto a comer.
— Bueno, yo... — me avergonzaba un poco decir el porqué de mi visita, tenía mi cabeza baja y observaba los platos de comida. Arroz, salmón y verduras encurtidas... la comida favorita de Tsuzuku, que lindo detalle pensé esbozando una sonrisa algo triste.
— ¿Meto? ¿Te encuentras bien? — si mamá, solo estoy como un adolescente que sufre por amor.
— Quería saber qué pasó entre MiA y yo el día de la fiesta de cumpleaños de Tsuzuku... — escupí aquellas palabras como si la vida se me fuese en ello.

Pude notar que se pusieron algo incomodos con lo que dije.

— Veras... en algún punto de la noche MiA y tú subieron a la habitación de invitados y... al parecer tuvieron sexo — ¿tan incomodo era que Tsuzuku fue el que tenía que hablar? Vas bien, Meto... vas bien.
— Tsuzuku y yo subimos a nuestra habitación porque tenía pensado darle su regalo de cumpleaños — Koichi, no tienes que dar detalles sobre eso — interrumpió Tsuzuku. — No pensaba hacerlo, Tsu — dijo Koichi haciéndose el ofendido.
— ¡El punto es!... el punto es... que cuando subimos MiA se estaba peleando con la niña esa que trajo a la fiesta... — Tsuzuku hizo una pausa que pareció durar años. — Yo entre para hacer que se callaran o mejor aún, echarlos de la casa y pues... todos estaban evidentemente ebrios y desnudos... y puede que MiA intentara hacer cosas contigo las cuales creo que no aceptarías estando sobrio...

Les pedí que no me dieran mas explicaciones, aún así Koichi me dijo que me llevaron a casa y cuidaron de mi hasta que me puse algo mejor.

Me sentía completamente sucio, usado... ¿cómo MiA fue capaz de hacerme algo así? ¿Que no se supone que me amaba? Necesito hablar con él, tengo que escucharlo de su propia boca.

















***

╰(*'︶'*)╯♡ Perdónenme la vida si tardó más en actualizar, pero ya no tengo computadora así que ahora actualizo desde mi iPod y no me gusta actualizar desde aquí (c" ತ,_ತ) pero ya me acostumbrare ƪ(˘⌣˘)ʃ

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⏰ Última actualización: Jan 28, 2018 ⏰

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