Open your eyes

A ti .

No sé porqué, ni de dónde han salido estas palabras, pero desde que esta mañana he sentido el suelo con los pies y un escalofrío ha recorrido mi cuerpo no han salido de mi cabeza, así que decido escribirlas, en un intento de que dejen de ocuparme el pensamiento. Vuelvo a dirigirme a ti, hoy podría decirte tantas cosas, todo lo que me quedó entre dientes que no fui capaz de decir, todo lo que llegué a pensar bueno y malo de todo lo que habíamos pasado juntos, pero ¿sabes qué?, ¿de qué serviría? después de mucho reflexionar lo único que quiero, es darte las gracias. Puede parecer irónico e incluso absurdo pero te agradezco todo lo que has hecho. Gracias por haberme demostrado que no estaba loca al pensar que podía encontrar todo lo que buscaba, que todo lo que inconscientemente exigía, existía, que el amor a primera vista lo sienten hasta las mariposas de tu estómago en su estómago. Gracias, por haberme enseñado que el corazón marca más que el cuentakilómetros y que el idioma universal es el que no se vocaliza ni se escribe, que un detalle vale más que cualquier regalo, que el invierno es un invento para estar pegados y que las despedidas son el motivo de la lluvia. Pero sobre todo y lo más importante, gracias por dejarme ir, por darme la oportunidad de encontrar algo mejor de lo que tuve, por abrirme los ojos y demostrarme que, como tu dijiste, esto era lo mejor, y lo es. Hoy me alegro de que no seas tu, de que no siga enganchada, creyendo y evidentemente sufriendo, que me doy cuenta de que eso no era lo que quería. Ahora tengo bonitos recuerdos que quedarán guardados en un cajón, y muchas lecciones que me servirán para decidir mejor. Antes, te he escrito diciéndote todo lo que tenía en el corazón, dándote explicaciones y motivos, intentando decir con palabras lo que ni siquiera con palabras podía expresarse, te he escrito en tantas ocasiones y por tantas razones que ésta podría ser una más. Pero hoy es diferente, hoy, te escribo para despedirme.