Ella nació el Jueves 11 de Noviembre de algún año que no recuerdo o quizá no quiero recordar, nació mujer como muchas otras mujeres, pese al deseo de su madre de que fuera varón, su padre nunca llegó, como tampoco llegaron los recuerdos de él, posteriores a su desaparición. Ella no sabe que escribir pero siente que debe hacerlo porque desbordan sus anhelos en pequeños trozos de papel enmarcados por acuarelas sedimentadas, porque llegó un momento en que cumplió su deseo y dejo de sentir todo aquello que le hacía ser débil como si la debilidad fuera una maldición encarnada entre su piel. El viento soplaba en dirección opuesta a su camino, le atribuían necesidades innecesarias y colmaban sus ideas de barreras mas altas que el cielo y aún mas frágiles que una copa de cristal, pero llegó el día en que alguien le regalo la tristeza, la confusa forma del azul en el mar y los destellos, como efectos especiales, aquel nuevo descubrimiento formuló una nueva forma de existir sin tener que estar presente, pero amo la fuente de su ambrosía olvidando por completo que se trataba de alguien, alguien que no lejos de ser humano se convirtió en una divinidad, únicamente para ella. Si las tumbas son un recipiente de materia orgánica en descomposición abandonado por el alma que no deja de ser un misterio, entonces aquella persona era una tumba para su dependiente vida, porque no había un lugar mas seguro que ese, sin la presencia simbólica de los demás. Y ella tenía poderes mágicos, era capaz de ver pequeños seres viviendo en el aire, y monstruos de extrañas formas en las superficies, los veía sin aparente conmoción, cobraban vida en su vida cuando bajo los efectos de alucinógenos ella conseguía recordar el olvido y su imposible concepto. Las tardes eran todas similares, pero siempre le fascinaba la forma pulcra de las nubes y los colores del cielo a las 5:30 de la tarde, como si a algún pintor caprichoso se le hubiera ocurrido derramar violetas, ocre, amarillo, rojo y azul de trasfondo, los limites entre la tierra fija y el cielo le ocasionaban casi siempre la misma impresión nostálgica como si pudiera entender lo infinito del horizonte, que todo eso no podría tocarlo jamás y que las sensaciones como el paisaje del cielo cambiarían constantemente. Y los días ahora no son felices, las noches son el recuerdo constante de no dormir en la cama adecuada, pero no existe más eso que le hacía temer, porque ya nada posee excepto su conocimiento, y ella esta segura de que no le valen mas los recuerdos, son las cosas que no hizo las que echara de menos y son sus pasos ahora tan firmes como el equilibrio cuando se monta una bicicleta, su mirada es café y parece desgastada, mientras sus labios heridos por las verdades que contaban sus mentiras, siguen hoy pronunciando palabras que están muy fuera de contexto, lo sé, hoy ya tiene 19 años y parece menos deprimente cuando no está realizando alguna actividad que por lo subjetivo de su propósito le obligue a buscar entre sus sentimientos pedazos de sueños que no son suyos, lo sé, porque yo la he creado y vive en mi como yo en ella, después de todo somos y siempre fuimos la misma persona.
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Open your eyes
Randomeste es un espacio, en el cual pongo unos pequeños fragmentos de algun relato, pensamiento, idea etc de lo que no nos atrevemos a decir, de lo que realmente sentimos, que desearíamos expresar, experimentar o algo así. También pondré partes de alguna...