Cap 26

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- ¿Qué? - él sonrió feliz por la reacción de ella, sabía que no se lo esperaba y eso era magnifico, se acercó para besarla pero la entrada de repente de alguien hizo que ese beso fuera interrumpido antes de haber comenzado y la magia se había acabado.

- ¿Señor Blanco? - Preguntó un hombre de chaqueta negra y sacando su billetera mientras más atrás habían dos oficiales, el hombre abrió la billetera y le mostró una placa policial - Soy el oficial de policía Christian Mayer y tengo una orden de aprehensión. Queda usted detenido señor Blanco - un miedo invadió a Martina ¿Qué rayos pasaba y por qué Jorge no se defendía de alguna manera? Mientras él estaba serio, Martina por instinto se escondió detrás de él temerosa de lo que pudiese pasar, apretaba su brazo entre sus manos presa del pánico porque se llevaran a Jorge y lo encarcelaran, si eso pasaba se volvería loca.

- No pueden llevárselo - dijo Martina asustada intentando que Jorge no caminara a los oficiales para ser esposado, impedía su paso tomándolo fuertemente del brazo, Jorge se volvió a ella y tomó su rostro entre sus manos, la miro y estudió cada rasgo de su rostro que lo enamoraba, beso su frente y se apartó suspirando.

- Debo irme, no debes preocuparte y más porque el bebé sufriría las consecuencias - se alejo mientras caminaba con las manos esposadas ¿Qué rayos pasaba y porque Ryan y Caitlin no decían nada? La habitación quedo sola más que con Martina, Caitlin y Ryan a su lado.

- ¿Qué demonios pasa? - pregunto Martina volviéndose a ambos, sobre todo a Ryan.

- Todo estará bien - soltó Caitlin.

- ¡¿Qué demonios pasa?! - repitió exaltada.

- Martina debes calmarte no puedes estar pasando este tipo de emociones fuertes - dijo Ryan. Si seguía hablando sin decirle lo que realmente pasaba lo único fuerte que tendría es un moretón en su ojo y si tiene suerte en ambos ojos. Martina bufó y sintió unas tremendas ganas de devolver lo poco que había comido, fue al baño de inmediato y vomitó en el retrete, se sentía pésimo y el bebé no ayudaba en sus condiciones. Se tranquilizaría luego buscaría la manera de hacer que Caitlin y Ryan soltaran la sopa sin pelos en la lengua.

>> Estación de Policías de Nueva York<<

- Señor Blanco usted presenta cargos de violación a la propiedad privada, falsa identificación de documentos, suplantación de personas y por agredir a una persona ¿Tiene algo que decir?

- Se lo merecía.

- Es decir ¿No lo está negando?

- Claro que no. Sí agredí al hijo de...

- Más respeto Señor Blanco, mire que no se me hará difícil agregar otro cargo en su contra.

- ¡Haga lo que se le venga en gana, oficial! Ese hombre atropelló a mi mujer estando embarazada y que agradezca a Dios que no perdió al bebé porque ni siquiera estuviera vivo para presentar la denuncia.

- No se busque más problema señor Blanco, el caso del accidente de su esposa estaba en proceso de investigación.

- ¿Proceso? ¡Ja! - Rió irónico - Si esperaba que ustedes mismos hicieran justicia, no pasaría nada. Mi hijo ya tuviera treinta años y con hijos cuando se dieran cuenta que la marica del señor Wesley fue el autor de ese ''accidente'' como le dice usted oficial - El oficial se levanto de a silla y le tendió la moneda de cincuenta centavos.

- Tiene derecho a una llamada - Jorge bufó y se dirigió al teléfono, lo primero que haría era llamar a Ryan.

- Estaba al borde de la histeria Jorge, no sé como Caitlin ha logrado calmarla, encima de que ha estado vomitando todo el día y no para de lanzar juramentos en murmullos - dijo Ryan luego de que Jorge le preguntara desesperado por Martina y después de decirle que estaba bien Jorge sonrió imaginándose a Martina refunfuñando por él, vomitando y quejándose a cada rato, ella preocupada por él y el bebé haciéndose notar en el vientre de ella.

- Mantenla ocupada Ryan, no dejes que venga acá. Me volvería loco si llego a verla aquí en ese estado tan delicado.

- Pero Jorge sabes que si Martina le da la gana nos tira por la ventana y se escapa, o nos amarra y sale huyendo. Conoces perfectamente a Martina, no se ha movido de aquí porque está un poco sedada y porque aún se siente mal con los mareos y esos síntomas pero apenas se recupere un poco saldrá por ti, hermano - Jorge se enojo, Ryan no hacía caso y lo que más le molestaba era que Ryan tenía toda la razón respecto a lo testaruda e insoportable que podría ser Martina.

- Mira Ryan, si Martina llega a salir del hospital a no ser que sea para su casa o para la mía, hago que veas todos tus intestinos en frente de ti. Y si la llego a ver por aquí, te corto todo lo que te sobra entre las piernas Ryan, y no juego.

- Sí Blanco lo que digas - termino de hablar con Ryan y rogo a Dios que Martina se quedara tranquila, no podría soportar otro susto con Martina y su bebé.

- ¿Por qué lo hiciste? - escuchó una voz a sus espaldas, se había quedado dormido en la celda en lo donde lo habían llevado imaginándose una vida con ella. Se volteó rápidamente reconociendo esa voz que lo dejo congelado al momento de verla allí parada con un vestido que disimulaba su plano vientre y con el rostro cubierto de lagrimas.

- Martina yo.... - no supo que contestar.

- No tienes ninguna razón para haber hecho eso - cada vez que una lagrima bajaba era una maldición que Jorge se echaba a sí mismo.

- Martina ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué dejara las cosas así como así y dejando impune el accidente que pudo matar a nuestro bebé? Estás mal si piensas que dejaría todo como estaba, mi hijo no tenía porque sufrir las consecuencias de su demencia y que agradezca que aún esté vivo porque si no, no viviera para contarlo.

- ¡Jorge, escúchate! Hablas como un asesino que hiciera eso todos los días y que le parece una acción normal. Si sabias que ya todo estaba bien ¿Por qué buscar mas problemas? ¡Carajo Jorge! ¡No sales de una para meterte en otra! ¡Lo pudiste haber matado!

- ¡Y me arrepiento de no haber terminado el trabajo! Además ¡No me reclames porque el malnacido ese se lo merecía!

- ¿Y has ganado algo? - susurró con la voz con un dejo de nerviosismo.

- No pero...

- ¡¿Entonces?! ¿Qué rayos se te ha pasado por la cabeza al hacer eso? ¿Por qué rayos lo hiciste?

- ¡Joder, porque te amo! -.

¿El orgullo o el Amor? (JorTini)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora