>>QUINCE<<

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Rapunzel.

Al día siguiente, era sábado y decidí ir a la Cabaña para hablar con Jack. Además de que tenía ganas de verlo y tenía ganas de decirle que lo amo, también tenía ganas de escuchar todo lo que me iba a decir. Estaba nerviosa pero a la vez ansiosa. Por fin sabría la verdad.

(...)

Al llegar a la cabaña traté de abrir la puerta y para mi sorpresa estaba abierta. Me adentré más a ese escalofriante lugar. No había señales de Jack.

-¡Jack!-lo llamé. No apareció. Tenía que verlo ya.

-Hola, Punzie.-Jack apareció detrás de mí con una sonrisa de lado.-¿Cómo estás, bonita?

No quería parecer desesperada ni angustiada ni nada por el estilo. Permanecí calmada y positiva como siempre.

-Pues bien, supongo.-miré el suelo.

-Punzie, ¿Qué me ibas a decir?-preguntó de repente haciendo que lo mirara fijamente.

-Bueno, eh...-miré hacia otro lado, empecé a balbucear cosas y a jugar con mis manos. Estaba nerviosa.

Jack me miró alzando las cejas. Esperaba respuestas. Pero yo también así que le pregunté lo mismo.

-¿Y tú no tienes nada que decirme?-pregunté a la defensiva cruzándome de brazos.

Jack dio un paso hacia atrás. Bajó su mirada y noté que estaba... triste.

Lo miré preocupada y me acerqué a él.

-Jack, ¿Qué...?-me interrumpió. Se echó para atrás y empezó a llorar desconsoladamente.

Lo miré confundida y angustiada.

-Jack, ¿Qué pasa?-pregunté en serio preocupada, poniendo mis manos en sus hombros. Él levantó su mirada para verme.

-Lo siento mucho, Punzie...-dijo entre sollozos.-Fui un enfermo total.-se acusó a sí mismo. No lo entendía.

-Jack, ¿Qué quieres decir?-pregunté confusa. Él me miró nuevamente para luego sentarnos en un sillón. Mientras empezó a contarme ya más calmado.

-Luego de que terminaras conmigo...-suspiró.-me dolió muchísimo.-continuó.-Así que... empecé a hacer cosas horribles. Cosas como... cortarme las venas, sólo para sentir dolor, aunque ningún otro dolor puede ser igual al que sentía en cuanto te había perdido.-estaba con la boca y los ojos abiertos, me espantaba lo que escuchaba.-Eso me llevó a la locura.-bajó su mirada.-Maté a personas infelices e inocentes. Le hice daño a muchas personas. Así como tú me hiciste daño a mí. Y no quería tratar de hacerte daño porque sé que esa decisión también fue muy dolorosa para ti, Rapunzel.-me miró directo a los ojos. Me miró con esos ojos llenos de lágrimas, podía ver su dolor.-No podía con eso. Y terminé asesinando a tus padres.

Eso me nubló la mente. Me aparté en seguida de él. ¿Cómo es que hizo eso? ¿Por qué lo hizo? Caminé hasta el fondo de la habitación. Estaba aterrada y destruida. Mis lágrimas no tardaron en salir.

-¿Cómo pudiste, Jack?...-apenas logré decir entre sollozos. Cerré mis ojos con fuerza y sólo pensaba en las enfermizas palabras de Jack.

-Yo mataba para que el dolor de las personas no existiera más nunca.-se acercó a mí.-Me cortaba para sentir el dolor de cuando me dejaste.-soltó entre lágrimas.-Maté a tus padres porque te hicieron sufrir al tener que dejarme.-negué con la cabeza mirándolo a los ojos. Aún no lo podía creer.

Ahora sólo podía sentir furia y decepción de él.

-¿Cómo pudiste, Jack?-volví a llorar.-Eres el ser más enfermo y cruel de todo el mundo.-le solté llena de ira. Estaba decepcionada y más que destrozada. Él se acercó más a mí y yo sólo me alejaba negando con la cabeza.

Mientras más me echaba para atrás, había chocado con una puerta. Así que entré a la habitación para no tener que mirarlo a su asquerosa cara.

-Rapunzel, abre la puerta, por favor...-pidió. Yo lo ignoré y seguí llorando. Me di cuenta de que en la habitación había un altar. Un altar... de mí.

Mi boca se abrió y la puerta fue tirada al piso dejando ver a Jack con una sonrisa retorcida.

-Eres lo más valioso que tengo, Punzie.-dijo y señaló el altar. Yo aparté mi vista de él enojada.-No te quiero perder otra vez.-se acercó a mí. 

Miré hacia la pared de brazos cruzados. Jack me agarró de la cintura y me la rodeó con sus brazos. Yo me aparté inmediatamente fulminándolo con la mirada. Se empezó a reír frenéticamente. Su risa era la de un total enfermo psicópata.

-Vamos, Punzie.-me animó.-No lo hagas difícil.-se volvió a acercar a mí.

-Jack, no me hagas llamar a la policía.-le advertí.

Él se empezó a reír aún más fuerte y escalofriante. Se estaba burlando de mí.

-Déjate de tonterías, Rapunzel.-dijo. 

-¡No debiste hacer todo eso entonces!-le grité. Estaba enfadada. 

-Rapunzel... te pido que me perdones, por favor.-rogó tomándome de las manos.

Lo miré a esos oscuros y hermosos ojos azules. Podía ver su dolor y comprender su locura. Di unos pasos hacia atrás y pisé un cuerpo. Me espanté y grité para luego apartarme.

-¿T-Tú lo mataste?-pregunté tartamudeando mirándolo con temor.

-Sí... era un viejo amigo.-dijo. Yo lo miré confundida.-Tenía problemas en su relación y... al ver que sufría por ella, lo maté.-dijo mientras miraba el cuerpo.-Y a la novia igual.

Mi boca se abrió lentamente y luego puse una mueca. 

-Él sufría, y ella lo hacía sufrir.-me miró.-Tuve que acabar con eso.

Puse una mano en mi cabeza analizándolo todo. Él los mató... para que no sintieran dolor.

-Rapunzel, yo te amo.-dijo. Yo lo miré fijamente a los ojos. Pude ver que estaban llenos de tristeza, pero se esperanzaban por encontrar el amor.

-Jack...-yo miré por toda la habitación y luego lo miré. Estaba terrible, completamente un desastre. Pero aún seguía ese chico dulce y cariñoso al cual yo sigo amando. A pesar de todo, yo lo amaba. Y era un amor único, un amor que no tenía culpa. 

Nellibeth.

Jack prestó la más mínima atención a lo que Rapunzel iba a decirle. Esa rubia sí que la volvía loco, era su única razón de vivir.

-Quiero que dejes esto... y vamos a olvidarlo.-hizo una pausa.-Estando juntos.-Rapunzel tomó las manos de Jack nuevamente. Jack la miró a los ojos. Él no se esperaba esa respuesta de ella, pero le pareció más que necesario para olvidarlo todo, junto con ella.-¿Qué te parece?-preguntó la rubia.

A Jack se le forma una gran sonrisa.

-Me parece bien.-le soltó feliz.

-Ahora estaremos juntos, pase lo que pase. Ayudémonos mutuamente y sólo sintamos locura por nosotros mismos.-aclaró Rapunzel.

Jack no dudó en sonreír otra vez.

-Me haces feliz, Rapunzel.-le dijo.-Eres la chica más lista, honesta, hermosa y sexy de todo el planeta.-soltó más que feliz.

Los dos se unieron en un tierno beso y unieron sus frentes. Ambos estaban sonrojados. Rapunzel amaba a Jack, a pesar de que él hubiera sido un psicópata enfermo sin cordura, su amor seguía intacto y puro por ella. Es lo que tiene que quedar claro a partir de ahora.


Ya el próximo es el final, jiji

My Psychopath. [Jackunzel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora