Mercury [Wonho +18]

Zero -Two

Terminó de ordenar parte del café para ir por sus cosas y salir por la parte trasera, rogando no encontrarse con el joven al cual accidentalmente le tiró su bebida caliente y un poco más le deja sin descendencia, pero lamentablemente se encontraba ahí, recargado en un hermoso lamborghini negro tan reluciente que parecía que fue recién comprado.

Algo que sorprendió a la joven fue ver al más alto fumar, ya que nunca pensó que el tuviera ese tipo de vicios pero le dio igual, era su vida después de todo, ella no era nadie para hacer cambiar de opinión a ese tipo. 

El la llamó con su mano libre mientras la otra tiraba el cigarrillo a la calle y lo pisaba para a pagarlo, ella fue con el rápidamente con su abrigo entre sus manos, lo miró ahora más detenidamente, ese chico era realmente hermoso más de lo que había pensado antes de verte a tan corta distancia, lamentablemente se tuvo que alejar de el ya que este ultimo estaba entrando en su espacio personal mirando cada parte de su cuerpo más detenidamente en el área de sus pechos en donde pareció quedar un momento pegado, ella se dio cuenta y se cubrió con el abrigo que tenia.

- B...Bueno, para que me llamó... Tengo frío y quiero volver a casa. - El chico de cabello blanco y puntas azules soltó una risa al escucharla.-

- Tu no te vas a tu casa ¿Piensas que lo del café va a quedar así? Claro que no, desde este momento tú eres mi esclava y harás todo lo que yo te pida.

¿Estaba escuchando mal? ¿Acaso el frío de la noche le estaba afectando en sus oídos por eso no podía escuchar bien? Obviamente no había escuchado mal, ni tampoco sus oídos fueron afectado con el helado viento que corría en la noche, Lee Hoseok le estaba ordenando a la joven que iba a ser su esclava desde ahora en más. No sabia si eso le estaba asustando o le causaba algo de risa, ella no iba a ser la esclava de nadie y menos de el, lo podía admirar y todo pero jamás iba a hacer semejante cosa por nadie.

- Creo que estas mal, yo no voy a ser la esclava de nadie aquí, a si que si me disculpas yo me voy a mi departamento. -Justo cuando ella se iba a dar la vuelta para irse en dirección a su departamento el hombre soltó una risilla.-

- Si tu no haces lo que te digo, ten lo por seguro que te vas directo a China y dejo a tu familia en la calle niña.

Esas palabras helaron todo su cuerpo por completo.

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Barbie vivía en los barrios más bajos de China, sus padres con mucho esfuerzo ganaron dinero en una pescadera del mercado para mandar a su hija a uno de los mejores colegios, esos colegios en donde, como dirían ellos, los niños se visten bonito y hablan bien. Ella siempre trataba de esforzarse lo más que podía, aunque la molestaran por ser hija de pescadores poco le importaba porque sabia que sus padres, eran los mejores padres del mundo pese a que apenas y tenían que comer, ellos decidieron sacrificarse para que ella pudiese asistir a lo que más quería, un colegio.
Pasado un tiempo ella creció he hizo amigos, buenos amigos que ella consideraba casi hermanos, era muy buena en diferente tipos de deportes, tenia una pared llena de trofeos y medallas en casa, le encantaba bailar y cantar, tenia una voz preciosa, pudo seguir estudiando gracias a un proyecto que llegó a China, se trataba de que a las familias más vulnerables dentro del país le llegaba un dinero especial para ellos y para los niños o jóvenes se le pagaba un porcentaje de la educación, el responsable de esta maravillosa oportunidad para esas familias venia de una empresa llama "Lee Company" la cual era dueña de bancos, multitiendas y un sin numero más de lugares dentro y fuera del país, esta originaria de Corea.

Los padres de la joven se sentían tan agradecidos de esta increíble oportunidad para su hija que pudieron mejorar en algo ellos también, Barbie por su lado seguía esforzándose cada día más en todo para poder seguir su sueño, ir a Corea, estudiar lo que ella quería y poder trabajar cerca de esas grandes empresas, si tenia suerte estar cerca de la conocida compañía Lee.

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En cuanto ella se dio la vuelta a mirar al chico notó como en su rostro se formaba una sonrisa socarrona en sus labios.

- Tú... Como sabes eso...

- Yo conozco muy bien a cada persona que me interesa, como que tu nombre es Barbie, hermoso la verdad. - Eso la sonrojó bastante.- Tienes diecisiete años, eres una gran gimnasta, eres hija de pescadores y anduviste de noviesita con un chico un año mayor que tú, vendedor en una feria.

Osea que aparte de que sabia su origen, también sabia que tuvo un novio hace poco y también sabia en lo que este trabajaba, su mente quería derretirse en ese mismo instante.

- Esto no tiene sentido, como sacaste toda esa información de mi. -Estaba tan asustada de que aquel hombre le hiciera algo, peor aún, que sepa demasiado y difunda sus cosas privadas.

-Eso no interesa, lo que interesa fue lo que te dije, dime que prefieres, ¿Ser mi esclava por todas tus vacaciones y hacer lo que yo te pida o simplemente irte, yo dejo a tus padres en la calle y por culpa tuya miles y miles de niños van a quedar sin estudiar.

Ok, el la tenia en sus manos, no era una bastarda como para dejar a miles de niños sin educación, aparte, ellos ni si quiera tenían la culpa de que ella tuviese manos de gelatina y le tirara el café en sus piernas a este tipo, tenia que aceptar su castigo, cueste lo que le cueste.

- Acepto ser tu esclava... -Dijo suspirando mirando al chico y escuchar el chasqueo de su lengua en su paladar.

- Tú niña eres mi esclava y me tienes que hablar como tal, eres inferior en todo a mi.

Esta ultima suspiro pesado mordiendo su lengua un momento, tenia orgullo pero ahora lo que le quedaba era tragárselo.

- Acepto ser SU esclava señor. -Hizo mucho énfasis en dicha palabra mirando al chico ahora con una sonrisa, una maldita y hermosa sonrisa en su cara.

-Así está mejor, ahora sube al auto comenzaras esta misma noche. - El hombre tomó sus llaves quitando la alarma del auto y abrir la puerta.- Anda sube.

Confundida era la palabra perfecta para describir como estaba la chica en ese momento, ¿Acaso esa noche no volvería a su departamento a ducharse o dormir?

- Disculpa pero tengo que cambiarme de rop... -Fue interrumpida por el más alto.

- Tendrás ropa en mi casa y todo, desde ahora vivirás conmigo. -Miró su reloj de muñeca.- ¿Te puedes apurar un poco? Tienes muchas cosas que hacer.

Eso no se lo esperaba, ahora iba a vivir en la casa de un completo extraño, bueno no tanto, conocía un poco al tipo que desde ahora sería su "amo" pero cosas que todos pueden saber, no le quedaba nada más que decir, fue su maldita culpa la que la tiene ahora en esta situación pero ya no podía hacer nada.
Subió al auto seguido de cerrar la puerta y mirar el auto por dentro, era realmente hermoso, limpio y con un aroma increíble. El joven se acomodo el cinturón de seguridad y puso algo de música dando marcha en dirección a su casa, mejor dicho a su mansión, porque eso era, UNA MANSIÓN.