Despertares violentos

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No puedo decir que al abrir mis ojos me sorprendí.

Kyler estaba a apenas unos centímetros de mi cuerpo, una sábana cubría nuestras figuras desnudas. Podía escucharlo respirar con cansancio, estaba dormido profundamente. Al no ver señal de Zara me levanté y vine al sillón en donde ahora estoy sentado.

Me tomo la libertad de servirme vino y una buena cantidad de fresas de las bandejas. Tengo mucha hambre, pero no quiero salir de aquí e ir a pedir comida. Simplemente no parece correcto separarme de ellos ahora. Sería romper el momento.

Por alguna razón creo que cuando ponga un pie fuera de la puerta, todo me golpeará. Podré sentir la pena, la vergüenza, la decepción hacia mí mismo. Me comenzaré a odiar por haber disfrutado tanto de la experiencia.

Hace unos días estaba planeando la muerte de Zara y hoy estoy cubierto de su sudor. ¿Qué clase de persona soy? Soy inconsistente, ni siquiera soy fiel a mis propias decisiones, ¿qué está mal conmigo?

No puedo ahondar más en mis emociones porque la rubia a la que me acabo de follar entra por la puerta. Me mira un momento, no parece enojada o feliz, simplemente curiosa. Si yo fuera ella haría lo mismo. No sabría qué esperar de mí. Diablos, ni siquiera yo lo sé.

Camina hacia la cama y acaricia la mejilla de Kyler, es un gesto tierno, algo que no va con ella. Y que me incomoda profundamente.

— Lo conocí cuando tenía cinco años — dice en voz baja para no despertarlo, pero yo la puedo escuchar perfectamente —. Había estado en una junta con el consejo, caminaba por el jardín cuando lo vi — sonríe nostálgicamente —. Tenía el cabello largo, tan largo que le llegaba a la cintura, por un momento creí que sería una niña, pero cuando esos ojos me miraron sabía que era todo un varón. Le pregunté su nombre y apenas podía pronunciarlo, se hallaba nervioso, me miraba con temor

En mi cabeza me imagino a un niño lleno de risos rubios y sonrío. Kyler debió ser un maldito ángel.

— Le acaricié la mejilla y me dijo que volviera a hacerlo — sus ojos parecen tristes —. Días después me enteré de que su madre había muerto y sólo dependía de su padre, uno de nuestros soldados

— ¿Decidiste que sería buena idea hacerlo parte de tu harén? — pregunto sarcásticamente

— No — me lanza una mirada gélida que me congela en mi lugar —. Yo no quería eso para él, tampoco su padre. Ambos creíamos que merecía algo mejor, su padre lo entrenaba para que fuera un soldado como él, por mi parte lo dejaba tomar clases de canto y danza. Creí que sería un artista innato. Sin embargo, cuando llegó el momento de decidir... — se le apaga la voz

— Te eligió a ti — termino por ella

Asiente. Suelta un suspiro y para de acariciar a Kyler. Viene a sentarse a mi lado y sin permiso se roba mi copa de vino.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2017 ⏰

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