Capitulo. 8.

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Suspire al escuchar sonar el timbre, el profesor sale y de inmediato saco mi celular busco la foto y la miro por un instante; un pequeño golpe me distrae.

_ Señorita que es lo que la tiene en ese trance. –dice Mía.

Yo rápidamente guardo mi celular.

_ Nada. ¡Ah! Ya es hora de comer algo antes de que entremos a la siguiente clase. –la sujeto del brazo y la saco del salón.

_ ¡Hey espera! –expresa Mía librándose de mi agarre. – ¿Por fin va a venir tu lindo y sexy hermano? –yo asiento.

_ Estoy nerviosa… bueno ya sabes sabrá mis calificaciones y esas cosas. –Mía deja escapar un suspiro.

_Supéralo cariño, además eres una buena estudiante no tienes nada de que quejarte ¿Sabes quién debería temer por su vida? ¡Yo! –dice apuntándose. –cuando mi madre se entere me matara.

Yo me reí. Llevo mis manos hasta sus hombros.

_ Eres una dramática. –cuando pensé decir algo más una voz grave nos interrumpe.

_ Señorita Mitsuki su profesor de curso la espera.

_ Suerte amiga. –dice levantando sus brazos.

Mis pasos se vuelven pesados y cortos, en realidad no quiero llegar a ese lugar, la chica me señala que tome asiento y eso hago, después de ver que no hay nadie cerca coloco mi oído en la puerta, sé que no debo, pero necesito saber que le dice de mí.

_ Me disculpo en nombre de mi madre por no poder asistir.

_ No se preocupe… yo sólo necesito alguien de la familia que pueda ver el rendimiento de la señorita. –No logro escuchar muy bien así que me pego un poco más. –Mitsuki es una de las mejores de su salón y sus notas lo certifican, pero.

_ Pero ¿Qué? –escucho decir a Ryota.

_ Bajaron un cinco por ciento y eso le puede afectar en el futuro.

_ Ya veo, hablare con ella sobre esto.

_ Bueno eso era todo, fue un gusto tenerlo aquí. –sin tiempo a nada me lanzo sobre una de las sillas. – ¡Oh señorita Genji! Ya hable con su hermano.

_ Sí. –digo nerviosa.

_ Bueno los dejo.

_ Gracias. –dice Ryota haciendo una reverencia.

Lo miro de reojo.

_ Y ¿Bien? –él sonríe.

_ Genial. –expresa mostrando su pulgar. –sólo tienes que recuperar algunas asignaturas que bajaste. Felicidades. –dice despeinando mi cabello.

_ Gracias. –mis mejillas están tan rojas.

_ Debemos celebrar este acontecimiento. ¡Ya sé! Salgamos a comer afuera.

_ ¿En serio? –Grito de la emoción. –llevo mucho tiempo sin celebrar nada.

De repente una chica se acerca a mí.

_ Ya veo que te gustan los hombres de otras, eres igual a tu madre. –dice lanzándome pintura roja sobre mi uniforme.

Ryota trató de cubrirme, pero siempre me cayó un poco sobre mí.

_ ¡Espero que tu madre deje de meterse con mi padre! –vocifera.

_ ¿Estás bien? –Ryota me mira preocupado.

Sin evitarlo las lágrimas se hacen notar. Aparto su mano de mi hombro.

_ Lo siento… yo lo siento. –intento huir, pero él me detiene.

Mi Cenicienta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora