Entramos en su casa. Allí está su madre, Belly, y su hermana pequeña, Ruth.
Dejamos nuestras mochilas en su habitación y bajamos a comer. La comida trascurre entre preguntas y repuestas. Hacemos los deberes juntas.
Al terminar vamos a un parque que hay cerca de allí y me enseña un poco la ciudad.
-Hoy voy a quedar con unos amigos, y me han dicho que vengas con nosotros, ¿quieres?
-¡Vale!
-Pues te recojo en tu casa a las 9. -dice mientras se levanta del banco.
Llego a mi casa.
-Hola, mamá.- digo a mi madre que está planchando en el salón.
-Hola cielo, ¿qué tal en el colegio?
-Muy bien, he conocido a una chica, se llama Anne.
-Me alegro.- dice mientras sonríe.
Pasan las horas y se acercan las nueve, me visto y maquillo, y espero a Anne, que aparece en cuanto termino por la puerta.
Llegamos al restaurante, alli estan sus amigos y me los presenta.
-Estos son Alan, Iraia y Eric.
Nos sentamos a comer y Eric se sienta a mi lado. Durante toda la comida no me quita la mirada de encima.
-Bueno, ¿y todos estais en el instituto Shakespeare?
-No, solo tú, Eric y Anne.- responde Alan.
Mientras todos hablan Eric me retira el pelo de la cara y lo pone tras mi oreja, dejando caer una suave caricia por mi mejilla.
-¿Qué haces?
-Retirarte el pelo, ¿es que no lo ves?- vacila.
-No necesito a nadie que me retire el pelo.
-No te enfades.
-Déjame.- digo, quitando la mano que había puesto sobre la mia.
Todos se quedaron pasmados, sin palabras, observando la escena.
Terminamos de cenar y fuimos a dar una vuelta. Llegamos a el parque al que había ido yo con Anne esa misma tarde. Durante todo el camino Eric estuvo a mi lado, molestandome.
Estuvimos un rato en el parque, y después de media hora cada uno se fue a su casa. Y nos quedamos Eric, Anne y yo.
-Yo me voy ya- dice Anne- ¿Te vienes?
-Si.
-Os acompaño a casa.- dice Eric rodeandome con su brazo.
Le quito el brazo d emi hombros y le miro con cara de asco.
-Vente anda.- dice Anne entre risas.
Vamos los tres hasta casa de Anne.
-Bueno, yo me quedo aquí.- nos da dos besos a cada uno y entra en la casa.
-Yo ya puedo ir sola.
-Vale, pero te acompaño.
-No quiero que me acompañes.
-No te he preguntado si quieres.
Lo ignoro y ando dispuesta, el me persigue. ando más rápido, alejandome bastante de él.
-¡Eh! Espera- grita detrás de mi.
-¿Qué?- me paro en seco.
-Que te esperes.- dice mientras acaricia mi mejilla.
-No creas que me tendrás en la palma de la mano diciendome dos pirópos.
-No lo creo, porque ya te tengo.
-Más quisieras.
-No, a mi me gustan las guapas.
-Y a mi los inteligentes.
Llegamos a la puerta de mi casa, subo las escaleras para llamar a la puerta, el se queda abajo.
-Adiós, fea- dice sonriendo.
-Adiós, idiota.- digo sonriendo.