Catástrofe en Chemilton

Capitulo 6: Nueva vida.

...¿ahora qué hacemos?...

sobrevivimos, a duras penas pero lo hacemos, avanzamos casa por casa, escondite por escondite.

nos alimentamos de lo que haya, normalmente son sobras, el problema será cuando lo poco que tenemos se descomponga.

siento que mi salud mental va de mal en peor, pero tengo que sobrepasarlo, por mi hermana.

–tengo hambre–se escucha como sus tripas suenan.

-ya comeremos, espera un poco más–le digo tratando de apresurar el paso.

es todo lo que hablamos, no nos da la energía para más conversación.

–qué es ese ruido–Gael permanece en silencio–!!se acercan¡¡–grita Gael

–¿por dónde?–respondo alarmada

al girar la cabeza veo una horda, no tan grande pero no tenemos nada con que defendernos.

–lo mejor será escondernos y esperar a que nos sobrepasen–susurró el moreno mientras apuntaba a un callejón.

ahí nos quedamos la noche entera, tenemos un destino al que llegar pero no lo medios para lograrlo.

Mañana será un mejor día. Ese fue mi último pensamiento, antes de cerrar los ojos.

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narra Gael

–Muy bien, plan de hoy "Llegar al hospital"–dijo con ánimo Cleo, repentinamente. Se sentía con alegría.

–Qué te sucede, normalmente eres la más desanimada–dije sorprendido.

–Anda acostumbrándote, me siento renovada, lista para todo.

–Pues entonces en marcha... !al hospital¡–levantado la mano apuntando al lucirá en donde se encontraba el hospital.

–Princesa, despierta–despertar a su hermana es lo más difícil, tiene el sueño demasiado pesado.

–¿Ya es hora de ir a la escuela?–dice media entorpecida.

–Dudo que quieras volver a ese lugar–me rio y Cleo me da un golpecito acompañado de una sonrisa.

parece que ya está superado lo que pasó. Ya no más pesadillas a mitad de la noche.

–Estamos cerca, subir un poco más y luego a la derecha–Cleo se sabía la mayoría de las calles de memoria.

–Aún me quedan unas barras de cereal, tengan–era lo último de alimento que teníamos.

–Que buen desayuno, gracias Gael–me dijeron al unísono las hermanas.

–Coman lento, es lo último que nos queda.

–Habrá comida allá, descuida–dice Cleo intentando despreocupar a Aira.

–De todas formas, no es nada seguro–odio ser el pesimista, pero era la cerda.

–Acabé,  ¿listos para ir?–dice Aira, está muy emocionada con ver a su mamá.–¡en marcha!

El camino fue agotador, aparte de la distancia fueron más los obstáculos que habían, escalar autos, pasar bajo postes, todo sin contar que hay que ser silencioso y precavido ya que cualquier momento de descuido es peligroso.

–Estamos... cerca.

–Cleo, que pasó por que...–quedé igual de impactado que ella, el hospital tenía un gran agujero en un costado.–hubo una explosión.

–Vamos–Cleo corrió al interior seguida de su hermana, subieron de inmediato al segundo piso, quedé solo, me propuse a investigar la primera planta, acercándome al hoyo vi que todo estaba quemado, aparte de libros y paredes vi cuerpos, inertes y carbonizados. Un cuarto lleno de ellos amontonados, no estabas simplemente cerca, de las manos.

–Gael ven, apresúrate!!–el grito de Cleo me sacó de mis pensamientos.

–Qué ocurre!–Subí de inmediato, pero me detuvo un crujido.

–Cuidado en donde pisan, el suelo está débil–dijo la adolescente estrechándome una mano para ayudarme a cruzar rápido.

–¿Y Aira dónde está?–pregunté urgido

–La mandé a otro cuarto, descuida, la zona está segura, al parecer todos se fueron.

–No, están en un cuarto de abajo, creo que fue...

–Suicidio colectivo–me quitó las palabras de la boca–sabían lo que estaba pasando y no encontraron mejor forma que esta, un montón de gente loca aniquilándose entre si.

noté esas palabras con amargura, no solía hablar de su madre por el estado en que estaba, siempre decía cosas con desprecio hacia ella.

–No me sorprende de un hospital psiquiátrico. ¿Qué querías que viera?

–Esto–abre la puerta y no creo lo que veo.

–te presento a mi madre.

–Qué le pasó–pregunto asustado.

–Píldoras, también se suicidó pero siempre fue asocial, lo hizo sola... a su estilo.

–Mira un collar, más bien parece reloj–lo quité de sus manos y lo abrí–Oh, creo que debes ver esto.

–Vieja loca, nunca cambiaras la forma en que te miro–dijo fría–abre ese mueble, saca la caja que hay y pásamela.

le hice caso, dudando, no quise preguntar que podía contener la caja, ahora mismo no reconozco a la Cleo que estuvo conmigo durante años.

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Perdón por la tardanza de este capítulo, pero hubo unos inconvenientes.

Quería darle las gracias (y que se pasen por sus historias) a @IngridPy por la hermosa portada que nos hizo. Muchas gracias, de corazón.

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<3 no seas un lector fantasma <3