Don't Say Goodbye~

Capítulo #8

Estoy embarazada.

Estoy embarazada.

Dos golpecitos en la puerta retiraron mí vista de la prueba.

"¿Todo bien?" –escuché la voz de Junsu de fondo. Y aunque quise intentar responderle, las palabras solo se quedaron en mí garganta.

"Oh" –dije desde adentro y me preparé para salir. Metí el tubito de la prueba en la caja y salí.

Junsu me observó. Sonreí y caminé. Supe que él había interpretado mi sonrisa.

Él sonrío.

Le extendí la mano al doctor con la caja y él la tomó. Sacó la prueba y la miró. Positiva. Estaba embarazada.

"Leah, ¿sabes lo que esto significa, verdad?" –preguntó él con un rostro que reflejaba más de un sentimiento a la vez.

Bajé la mirada. No podía evitar sentir como el corazón se me quería salir del pecho. La emoción de cargar un bebito de Yoochun en mí vientre era inexplicable, pero al mismo tiempo, significaba que expondría la poca salud que me quedaba en eso.

"¿Tenemos que tomar una decisión?" –pregunté.

El doctor no respondió. Inmediatamente llamó a una enfermera a que viniera a realizarme una prueba de embarazo sanguínea, ya que era la forma más certera de confirmación.

"¿No había notado nada de atraso?" –preguntó el médico mientras escribía en un papel.

"No, no se supone que llegara todavía, pero sí había notado antojos y mareos, como el de temprano." –le comenté e intenté interpretar lo que escribía.

"Yo opino, Leah, que es tiempo de decirle a Yoochun; decirle que será padre, y de tu condición de salud." –dijo Junsu y me tomó la mano, dándome un apretón en ella.

"Junsu tiene razón, Leah. Es hora de que le digas lo que está pasando. Tiene el derecho a saber, no solo porque es tu pareja, sino porque ahora, es el padre de tu futuro hijo." –dijo el médico, siendo interrumpido por la enfermera que entró delicadamente con todos los instrumentos necesarios para sacarme sangre.

"Enfermera, necesito que los resultados estén rápidos. Atienda esta situación con carácter de urgencia. Gracias." –le dijo él y la enfermera se acercó a mi. Sonrío con dolor y puso los instrumentos necesarios en una mesita, dentro de una bandejita de aluminio. Entró la aguja dentro de mí vena del brazo izquierdo. Yo giré el rostro hacia Junsu y él puso una cara de dolor.

''Listo Leah. Fuiste muy valiente." –dijo ella y sonrió. Sus ojos almendrados se cerraron casi desapareciendo de su rostro y sus labios rosados se expandieron, mostrando sus blancos y delicados dientes. Le sonreír de vuelta, sin mucho más que hacer.

El médico sonrío.

"Leah, es una noticia fuerte. Estás embarazada. Sabes que ahora tendrás que luchar con dos cosas que realmente, ocuparán todas tus energías. El embarazo será agotador y ni hablar del tumor. Vas a tener que tomar una decisión." –dijo él.

"No tengo mucho que pensar." –dije y observé a Junsu quién no había dicho absolutamente nada desde que se enteró. "Escojo a mi hijo por encima de todo." –le dije al médico y Junsu levantó la cabeza, desorientado.

"Leah, es una decisión que ambos deben tomar." –dijo Junsu, comentando algo por primera vez.

"JUNSU."- dije y levanté la voz. Cerré los ojos y respiré profundo. "Sabes cuál va a ser la decisión de Yoochun, Junsu, lo sabes." –dije y sentí como se me formaba un nudo en la garganta.

"Aun así..." –dijo Junsu y bajó el rostro, dejando que su cabello negro callera sobre su frente. "Debes decirle y entre los dos, tomar una decisión." –dijo él y tomó mí mano entre la suya.

"Él siempre ha querido ser papá..." –dije y exploté en llanto.

"Sí, porque no conoce del tumor que tienes. Si lo supiera, te escogería a ti por encima de todo." -dijo Junsu y secó una de las lágrimas que bajaban sin césar por mí mejilla. 

Junsu tenía razón. ¿Quién mejor que él que lo conoce hace casi quince años para conocerlo y saber qué decisión tomaría?

Decirle o no a Yoochun. Esa era la indecisión en el momento.