Capítulo cuatro.

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-Actualidad.

—¿Estás segura de querer irte? —La rubia formó un puchero justo después de hablar.

—Hace mucho que no veo a mis tíos, Kate. Pasé la mitad de mi vida con ellos, debería ir a visitarlos tan siquiera una sola vez, ¿no crees? Ahora puedo agradecer todo lo que hicieron.

—Y no será por... —Comenzó a toser de manera falsa provocando que ríera.

—Han pasado más de cinco años, no creo que siga viviendo ahí. —Rodé los ojos metiendo a la maleta las prendas de ropa que acababa de doblar.

La rubia se dejó caer en mi cama mirando fijamente el techo hundida en sus pensamientos. De un momento a otro recargó su cabeza en su mano para mirar lo que hacía.

—¿Tienes alguna foto de Yung? —Negué con la cabeza. —¿Entonces cómo sabrás quién es?

—Estamos yendo a otro extremo, puede que siquiera siga existiendo.

—¿Y sí es un hombre enjorobado con voz de pito?

Ésta chica sí que es curiosa.

Tampoco era que recordara tanto a Yung, es decir, casi todos los recuerdos de mi infancia fueron automáticamente borrados de mi mente. Claro que a excepción de unas pocas cosas que hice con Yung. En mi mente lo recordaba, pero poniendo un ejemplo lo recuerdo así borroso, no a todo él en sí.

Las cosas que llego a recordar son gracias a mamá, quien estuvo presente en cada cosa que ambos hicimos.

—Kate, por dios. —Exclamé riendo a carcajadas.

—Puedo acompañarte sí quieres. Ya sabes, mamá está viviendo allá, puedo pedirle permiso sí podemos quedarnos. —Abrí los ojos como platos dejando de acomodar las cosas de mi maleta. —¿Qué?

—¿Por qué no me dijiste, pedazo de animal? —Crucé mis brazos mirándola con desaprobación.

—No sé coreano, tú sí, sería un paso difícil estar allá sin poder comunicarme con los chicos lindos.

—¿Cómo sabrás cuáles son los lindos sí todos son iguales? —Bromeé.

—SABES A LO QUE ME REFIERO.

—Tú... —Tomé su mano jalando de ella provocando que se levantara de la cama. —Tienes que ir a tu casa... —La guíe hasta la puerta de mi habitación. —Y verificar todo para que vayas conmigo. —Finalmente cerré la puerta en su cara.

Me dejé caer sobre la cama pensando sobre la decisión que había tomado. Estudiar en Corea no sería tan malo. Siempre he sido una persona que se aburre de ver lo mismo todos los días; mi país es lindo, claro que lo es, pero necesitaba alejarme un poco de aquí y saber qué haré con mi vida. Acá no habían tantas oportunidades de empleo como las que había en Corea, esa es otra ventaja.

Sólo rogaba porque todo saliera bien, con mi compañera de viaje todo estaría mucho más que mejor.

El día se me hizo corto ante tantas cosas que tuve que hacer, tales como arreglar mi maleta, mi mochila que llevaría durante el avión, el pasaporte, practicar nuevamente coreano, verificar las horas para terminar de hacer todo lo que me faltaba en las pocas horas que me quedaban antes del viaje.

—Voy a extrañarte. —Murmuró mi mejor amigo a través de la vídeo llamada.

—Y yo a ti, mocoso engreído.

—Lamento no poder ir al aeropuerto.

—Hey, comprendo que tengas cosas que hacer de la Universidad, Kyle. Y no me molesta. —Le sonreí en un intento de que no se sintiera más culpable. —Kate irá conmigo, ¿sabes lo qué significa?

—¿Tijeras?

—No seas estúpido. —Reí. —Estaré bien.

—Promete volver.

—Promete dejar de ser un idiota.

—No puedo, es una parte mi. —Se encogió de hombros. —Bueno, muchachita, espero que tu viaje vaya mal, explote el avión y mueras.

—Te odio.

—Hablando en serio sabes que a cualquier hora puedes hablarme por sí pasa algo o simplemente quieres hablar conmigo. Siempre te contestaré, excepto cuando esté follando porque las necesidades están primero. —Rodé los ojos.

—Espero que se te caiga. —Levanté mi pulgar riéndome ante su gesto.

—Espero que a ti te coj... —Colgué antes de que empezara con sus guarradas.

Acaricié el pelaje de mi pequeño pomerania. No podía llevarlo conmigo, era el último día que lo vería. Básicamente estaba dejando todo, pero era lo que siempre he querido, no podía retractarme.

No me di cuenta en qué momento me quedé dormida hasta que sonó la alarma, las siete de la mañana. Tomé una ducha no sin antes dejarle un mensaje a Kate sobre que nos veríamos en el aeropuerto dentro de una hora. Elegí la ropa más cómoda que pude, unos jeans, una sudadera color vino y mis tan confiables y viejos converse.

Esos tenis habían subido mucho de precio que ya no me era posible comprar unos nuevos. No provengo de una familia adinerada, tampoco de una familia pobre, digamos que teníamos el dinero suficiente para mantenernos con vida y comprar lo que en verdad necesitamos. Gracias a la beca que tenía fue posible hacer el viaje, a excepción de Kate; ella sí que tiene mucho dinero como para viajar a donde le diera la gana. Al principio la odiaba porque lucía muy presumida, con el tiempo me di cuenta que las apariencias engañan, ella es el ser más bondadoso, honesto, respetuoso y humilde del mundo.

Cepillé mis dientes y finalmente mi cabello. Era todo así que tomé mi maleta junto a mi mochila y mi celular, prosiguiendo a bajar la escalera, mamá ya me esperaba en el auto. Me despedí por última vez de mi cachorro, la persona más importante de mi vida.

El transcurso de mi casa al aeropuerto fue lleno de las palabras preocupadas de mi mamá, puesto que el viaje lo emprendería sola, sin ella, sin papá. "Recuerda lavarte los dientes." "Tienes que lavar la ropa de tal modo." "No hables con extraños."

Mamá me ayudó a bajar la maleta para después entrar al aeropuerto. Papá no nos acompañaba ya que se encontraba trabajando, ayer nos habíamos despedido y me pidió disculpas por no poder estar aquí. No me molestó, comprendía que el dinero hacía mucha falta en ésta familia.

Mamá lloró mucho cuando escuchó la voz robótica decir que Kate y yo debíamos abordar el avión. La abracé con fuerza impidiendome llorar, si lloraba me iba a echar para atrás, lo que claramente no quería. Miré a Kate quién asintió, también asentí sabiendo que ya era la hora.

—Saludas a Yung por mi. —Fue lo último que le escuché decir.

Yung.

¿Estará igual que antes? ¿Seguirá estudiando? ¿Qué promedio llevará?

La pregunta más importante, ¿aún me recuerda?

¿La mejor amiga de V? | Kim Taehyung; BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora