Beauty in the Darkness ♦ KaiHo

Capítulo II: Gracias

¡Holis! Antes de iniciar con el cap, quiero hacer la aclaración, el nombre de "Jungsoo" fue cambiado a "Sunyoung" uwu

También dedico este capitulo a @HikariRyu7, @SweetBeatle @Esther_SGC y @Marjun160110  Las chicas que me dejan sus hermosos comentarios, y que me alientan a continuar con la historia, y por supuesto también va para aquellas que dejan su bonita estrellita o agregan a biblioteca, las amo <3 

Perdón si hay alguna falta ortográfica, mañana lo edito </3

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― Mamá, por favor, no me dejes sólo. ― Un niño de apenas seis años lloraba desconsoladamente a un lado del lecho de su progenitora. No había palabras para describir el dolor que el pequeño Jun sentía en esos momentos; La angustia y el dolor atormentaban su frágil corazón, pues con cada día que pasaba, veía peor a su querida madre.

― Estaré bien, Junnie. ― La joven señora acariciaba los suaves cabellos de su hijo, en su condición, hasta ese movimiento representaba un gran degaste físico. ― Me recuperaré pronto.

― ¡Mentira! ― Estalló en lágrimas el menor. ― Aunque mamá dice eso, esa tonta figura cubierta de negro no se va. Todos los días sale y entra de la habitación de mamá, siempre viene a verla, tal como lo hacía con el abuelo...

Un nudo se formó en la garganta de la señora Kim. ― Mi niño... ― Poco a poco las lágrimas comenzaron a invadir el níveo rostro de la fémina, escuchar tales palabras del infante le hacía sentir triste en demasía. Ella era la única persona que creía en la inusual cualidad con la que había sido dotado su hijo menor, sabía que su niño no mentía, que lo que relataba con tanto entusiasmo, y en ocasiones, con temor era verídico. ― Pase lo que pase, nos veremos nuevamente. Recuerda que has sido bendecido, mi amado Junmyeon.

El molesto e insistente ruido del despertador retumbaba por cada rincón de la habitación, obligando al rubio de baja estatura a abrir sus ojos y despedirse de su estado somnoliento. Estiro su brazo hasta que sus dedos pudieron apretar el botón que desactivaba la alarma del reloj. Denotando tiricia en cada uno de sus movimientos, logró levantarse dejando que un desaliñado cabello quedará al descubierto.

― Mentirosa. . . ― Susurró, manteniendo su orbes negros fijos en algún punto del suelo. ― Nunca volvimos a vernos.

A las seis de la mañana en punto, el olor de los panquecitos de vainilla y chocolate inundaban cada centímetro del local, y por supuesto, del hogar que compartían Junmyeon y Minseok, pues ambos lugares se encontraban unidos por un pequeño pasillo ubicado detrás de la cocina del restaurante.

El menor de los Kim salió perfectamente arreglado de pies a cabeza, su vestimenta se veía mucho más casual a comparación a la que siempre usa cuando está atendiendo la cafetería, pues como dueño y socio tenía que dar una buena imagen a los comensales, pero hoy debido a su cita con el oficial JongIn, se decidió por usar unos jeans deslavados, una blanca camisa de manga corta a cuadros, y por supuesto unos converse negros para combinar.

― Creí que ibas a la comisaria, no al mercado. ― Se burló su amigo, sacando una bandeja de panecillos del horno. ― En los tiempos de Yifan te arreglabas más.

― En los tiempos de Yifan. ― Imitó aquel tono burlón que Min había usado.- lo hacía por trabajo, es decir, porque me pagaba, en cambio aquí lo hago porque el muy sinvergüenza me chantajeo.

― Claro, claro, y el pobre bebé Jun no tenía como defenderse.

― Hyung, no tengo tiempo para esto, es mejor que me vaya. ― Cortó aquella plática que bien sabía a donde el mayor quería dirigirla. ― y además te recuerdo que estoy con Sehun, así que no insinúes nada extraño.