Capítulo XI: Be strong [Final]

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Siete meses después. . .

Doce eran las estrellas que colgaban del brazalete de JunMyeon, doce hermosas estrellas que representaban todas las alegrías, las tristezas, las peleas, los besos, las noches de entrega y sobre todo, el amor que representaba la bella historia que habían creado juntos; Siete de estas fueron dadas dentro de un noviazgo perfecto que, por primera vez, Suho disfrutaba de una relación plena y no de una basada en el miedo o en los celos. JongIn al fin había encontrado la paz que tanto había buscado, una tranquilidad que no experimentaba desde hace mucho tiempo. Ambos jóvenes eran seres que se complementaban, y no sólo laboralmente hablando, sus espíritus y esencias combinaban de una manera sublime de tal forma que JongIn no podía existir sin JunMyeon y JunMyen sin JongIn, porque los defectos de Kai eran las virtudes de Suho y viceversa.

El vidente había aprendido boxeo y a usar de armas de fuego, todo gracias a que su novio veía necesario que aprendiera defensa personal para continuar trabajando en las peligrosas misiones en las que participaba, obviamente, Jun no permitió ser el único sometido a clases, pues también obligó al detective a aprender magia blanca para poder defenderse de los demonios que merodeaban cuando iban a investigaciones parecidas al caso de los gemelos Lee. Cada uno se instruía en el mundo del otro, convirtiendo su noviazgo en un lazo inquebrantable que desembocó un compromiso matrimonial; Así es, estaban comprometidos.

Cuando cumplieron exactamente cinco meses de ser legalmente una pareja, JongIn tuvo la idea de visitar las lapidas de KyungSoo y por supuesto, la de la madre de JunMyeon. A pesar de que el oficial pudo haber hecho la propuesta en casa de sus padres cuando fueron a visitarlos después de haber ido al cementerio para visitar a Do, prefirió esperar a regresar a la capital y entregar el anillo a su Junnie justo al pie de la tumba del ser más amado para el rubio. La sorpresa provocó un emotivo llanto en el ángel, quien en seguida se abrazó a su novio, gritando un: "¡Mamá, me voy a casar!" Después de haber calmado el llanto de Suho, JongIn prosiguió a colocar el anillo en el dedo anular de una pequeña y temblorosa mano, mientras recitaba tiernamente: "Señora, prometo que cuidaré de su hijo tan bien como usted lo hizo en vida." Esa tarde ambos lloraron como un par de niños pequeños al recordar a los seres que no estarían con ellos en un momento tan especial, sin embargo, también lloraron de felicidad al saber que tanto KyungSoo como JungYeon estarían felices observándolos entre las nubes del cielo.

― Entonces, ¿Aún no hay alguna pista de ella?

La voz del detective hacía eco en el cuarto de baño donde se encontraban. La boda sería en aproximadamente una semana y JunMyeon había encontrado conveniente el renovar sus imágenes para la ceremonia, por lo que ahora el Kim menor estaba siendo sometido a una sesión de tinte por un Suho que tenía el cabello manchado de color rosa.

― Nada.― Respondió con un pequeño puchero.― Mis habilidades de rastreo son buenas, nos ayudaron en el caso de los niños desaparecidos, pero con mi madre. . . Nada, es como si ella no estuviese aquí.

― ¿Nunca has pensado la posibilidad de que ella ya no esté aquí? ― Clavó su mirar en el reflejo de su prometido que el gran espejo del baño le mostraba.

― Era una mujer enferma que dejó desprotegido a su hijo de seis años, no creo que ese sea el ideal de una madre amorosa como lo fue ella. ― Su voz podía notarse un tanto resentida por la idea que planteo el menor.

Kai al notar aquello, dio media vuelta para abrazar al nuevo pelirosa por la cintura. ― ¿Me perdonas? ― Marcó un notorio puchero que enseguida derritió al mayor.

― Consentido. ― Dijo entre risas, inclinándose un poco para poder besar los labios que le enloquecían tanto. ― Anda, mejor ayúdame a quitarme el tinte.

Beauty in the Darkness ♦ KaiHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora