Capítulo X: Quinta estrella

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Como era de esperarse, la boda del matrimonio Wu estuvo llena de lujos desde el principio hasta el final; El acto simbólico de la unión fue llevado a cabo en el jardín de la residencia del comándate, donde las sillas estuvieron decoradas por delicadas telas blancas que hacían resaltar el lazo color dorado que yacía en los respaldos, en medio del jardín yacía un hermoso quiosco en el cuál Zi Tao y Wu YiFan dieron el "sí" para unir sus vidas. Después de la ceremonia, se ofreció un pequeño desayuno a los asistentes, quienes fueron única y exclusivamente personas demasiadas cercanas a los recién casados, es decir, familiares y amigos que podían conseguir el título de hermanos.

Terminada la convivencia familiar, se dio cita a más de quinientas personas en uno de los salones más prestigiosos de la ciudad. Como era de esperar, a tal gala acudieron personajes distinguidos de la policía nacional de Corea, los empleados de la comisaria del sector, y por supuesto, reporteros que fueron a inmortalizar la felicidad de los esposos. Los adornos florales acaparaban la vista de todos los asistentes, las mesas perfectamente bien arregladas llenaban de orden el ambiente y ni que decir de las estatuas de hielo decorativas en la mesa de los aperitivos, las cuales daban un toque demasiado elegante a la celebración. En fin, cada mínimo y sutil adorno gritaba a mil voces el nombre de Tao, porque YiFan no era capaz de lograr tal perfección ni aunque su vida dependiera de ello.

― Permítanme decirles que se ven especialmente lindos esta noche.― Saludó, Lay al llegar a la mesa donde los KimBros permanecían sentados, mesa que se encontraba aledaña a la mesa de honor. ― El color negro, les va.― Dicho esto, entregó una pequeña rosa roja a cada uno de sus amigos, quienes sonrieron contentos por el detalle.

― Hablando de coquetos.― Molestó un poco MinSeok. ― Sabes que no tienes que cuidarnos, estaremos bien.

― Min tiene razón, deberías estar cerca de tu familia, YiXing, vinieron desde China sólo por esta ocasión.

― No importa, ya los traeré de nuevo cuando sea yo quien se case.― Sonrió ampliamente, haciendo que los hoyuelos de sus mejillas se remarcasen.― Ahora lo importante es que esos dos idiotas no se les acerquen. ― Y adiós a toda la dulzura de Zhang, el chino podía convertirse en un ser temible si algún bastardo lastimaba a los seres que amaba, y en ese instante, Oh SeHun y Kim JongDae eran esos bastardos.

― Ya todo está hablado con SeHun, quedamos en que ninguno volvería a molestar al otro.

― Y JongDae vendrá con su familia, dudo que se atreva tan siquiera a mirarme.

― No sé, pero yo sí te miraría entero. ― Una cuarta voz se unió a la conversación, causando infinidad de risas en los presentes.

― HeeChul.― Saludó Min con una sonrisa, levantándose de su asiento para saludar a los recién llegados, pues la diva de Sky Black no había llegado solo, también SiWon y DongHae hacían acto de presencia.

― ¿Y cómo estuvo la ceremonia? ― Preguntó Hae con curiosidad, mientras tomaba asiento en la silla que su novio le hacía el favor de acomodar. ― Estoy un tanto triste de que no nos haya invitado a ella.

― Fue algo muy sencillo, además, sólo asistió familia en su totalidad.― Respondió, YiXing.

Mientras los demás platicaban de los detalles de la ceremonia religiosa, el vidente del grupo se quedó en absoluto silencio, mirando como los recién llegados se instalaban en su mesa; No era que le molestase pasar tiempo con los mayores, sin embargo, el que ellos estuvieran ahí, sólo podía significar una cosa. . .

― Tranquilo, Myeon.― Las palabras de Hee le sacaron de su trance.― SeHun fue asignado a otra mesa, al igual que LuHan. ― Señaló unas mesas más hacia adelante, donde efectivamente, se encontraba el HunHan hablando tranquilamente entre sí.

Beauty in the Darkness ♦ KaiHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora