Síndrome de Estocolmo. [HyungWonho/2Won]

Comienzo.

🌑🌑🌑

Oscuridad, eso es lo único que puedo ver. No sé lo que ocurrió, pero acabo de ser despertado, por un balde de agua, siendo arrojado contra mi rostro; siento la humedad en mis parpados, de la franela. De repente llegaron a mi los recuerdos: 

Llegué a mi casa, después de un día de escuela agotador, llamé a mis padres desde la puerta de entrada, no recibí respuesta, entonces creí que habían salido ha un club donde se reunían frecuentemente con sus amigos. Subí las escaleras que daban hacia mi habitación, mientras dormitaba, estaba realmente agotado. Abrí la puerta, y cuando estaba por adentrarme, escuché ruidos provenientes de la recámara de a lado, la alcoba de mis padres. Por un momento dudé en ir a la habitación o no, algo me decía que no fuera y me quedara encerrado en la mía, pero decidí hacer lo contrario. Y cuando abrí la puerta sólo atiné a observar fijamente la cama, completamente desordenada y llena de sangre, sobre esta yacían los cuerpos sin vida de mis pobres padres. Dirigí mi vista a la tercera persona del cuarto, no contemplé bien su rostro porque alguien llegó por atrás y me golpeó fuertemente en mi cabeza. A partir de ahí no recuerdo nada más.

Pero ahora me encuentro atado de pies y manos a una silla, con los ojos tapados y una mordaza improvisada, sobre mi boca. Completamente confundido y con un gran temor, no sé lo que quieren de mi, pudieron haber tomado lo que querían de la casa ya que habían asesinado a mis padres, pero ¿por qué me hacen esto?

Debe ser porque vi el rostro de uno de los culpables, pero a decir verdad ni siquiera lo logré distinguir perfectamente, no acudiría a las autoridades diciendo que sé identificar a uno de los culpables, claro que no. Tal vez los denunciaría, pero no daría información de reconocimiento, no los conozco.

—¡Oye, basura! Despierta —dijo una voz gruesa y profunda, haciendo eco.

Se acercó a mí y desató la mordaza en mis labios.

—¿D-Dónde es-toy? —pregunté temeroso.

—Eso no creo que sea de tu importancia — dijo sarcástico —Ahora estás en mis manos... Si no haces lo que te digo ¿qué crees, precioso? Eres hombre muerto —amenazó.

—Po-Por favor... —sollocé —No quiero morir... De-Déjeme ir a c-casa —lloré completamente desconsolado. 

Quiero ir a casa, quiero saber lo que sucedió con mis padres, quiero poder saber que están bien, quiero que alguien los haya auxiliado mientras estuve inconsciente. Quiero estar libre, sin sogas firmemente sujetadas en mis extremidades, quiero que todo esto sea sólo un mal sueño. Una pesadilla de la que sólo tendré un mal rato al por fin despertar.

No deseo morir, no aún; quiero poder salir más a menudo con mis amigos, quiero vivir momento inolvidables junto a mi familia, quisiera haber podido decirles cuánto los quiero, cuanto los quise.

—Deja de molestarlo Shownu —dijo otra voz. Era menos gruesa, pero imponía respeto y autoridad, así que bajé la intensidad de mi llanto —Lo vas a asustar más de lo que ya está.

—Pero Wonho... —pidió el tipo número uno —Estoy aburrido, no tengo con quién divertirme.

—Ve con tu puta. Kihyun sí que sabe cómo desaburrirte ¿o me equivoco? —dijo enfadado el sujeto dos.

Empezaba a memorizar las voces, eso sería de ayuda ¿no?

—No lo llames así —defendió el sujeto uno.

¿Acaso ese tal Kihyun era hombre? Juraría que fuese mujer, tanto por el insulto de parte del sujeto dos, como por el nombre que tiene, digamos que no es muy masculino.

—Já —río sarcásticamente el sujeto dos—¿Entonces debo decirle Madame? —preguntó irónicamente.

—¡Deja de ser tan idiota! —acusó el sujeto que defendía al chico, y aventó un objeto que no logré descifrar, mientras escuchaba que salía de la habitación.

—De acuerdo, trataré... Y tú— dijo el sujeto dos e hizo que me estremeciera en mi lugar, tengo miedo de lo que me quiera hacer —Debes comer algo, enfermarás de lo contrario —explicó mientras sentía que desamarraba toscamente la franela alrededor de mis ojos —Shownu exageró en nudos —se quejó.

Cuando por fin quitó el trozo de tela, no me costó nada acostumbrarme a la tenue luz del cuarto. Estaba parcialmente oscuro, había una mesa en el centro de la habitación, sobre esta se encontraba una bandeja de metal con platos de comida que no se veía ni apetitosa, ni desagradable, junto con un vaso de vidrio que contenía agua natural.

—Espero que te guste el huevo con tocino y como acompañante un poco de arroz con verduras. —me ofreció el sujeto; es demasiado amable como para creer que sea un bandido secuestrador.

—Quiero ir-irme... —sollocé, tenía miedo, aunque no me estuviera hablando groseramente —No me haga daño, se lo suplico... Por fa- —azotó la palma derecha en la esquina de la mesa, se le veía enfadado.

—¡¡Aaahh!! —carraspeó con fastidio haciendo que bajara mi vista hasta mis muslos —Si sigues pidiendo clemencia te juro que cortaré esa preciosa lengua tuya —elevó mi cara provocando que lo mirara a los ojos y nuestros rostros estuvieran muy juntos —. Sin ninguna compasión ¿Entiendes niño mimado? —amenazó mientras se recargaba con su mano derecha en el respaldo de mi silla —Ni un poco —replicó y yo como instinto jadeé sobre sus labios.

¡Qué idiota soy! Sólo a mí se me ocurre jadear imitando a una actriz porno frente a un tipo que es un delincuente. Que por cierto no es nada feo, además tiene un cuerpo envidiable y una actitud que al principio es "amable" aunque eso es sólo una farsa.

—Vaya vaya —dijo burlonamente —Creo que a cierto nene le gusta ser tratado mal —soltó mi cara y se reincorporó en su lugar —Entonces nos llevaremos muy bien, pero por ahora sólo come lo que te preparó Kihyun —finalizó tomando entre sus manos uno de los platos de la charola y con ayuda de una cuchara me alimentaba en la boca.

Al principio me negué pero el sujeto me tranquilizó cuando dijo que no tenía ningún tipo de veneno o algo por el estilo, y comió dos cucharadas de cada plato junto con un trago de agua —¿Lo ves? Limpios —concluyó para después darme cucharada por cucharada en la boca. Me sentía indefenso pero raramente cómodo.

Cuando los platos estuvieron vacíos y el vaso había sido rellenado dos veces, el sujeto juntó todo sobre la charola y se dispuso a retirarse del cuarto, pero yo lo interrumpí antes de que lo hiciera.

—¿Qué quieren de mí? —pregunté sin tartamudear, quería saber en verdad sus intenciones.

—Más bien: ¿Qué no quiero de ti? —respondió el tipo —Eres una minita de oro, así que no te dejaré en libertad hasta que consiga todo lo que deseo nene —explicó burlándose de mí —Ahora descansa, mañana te explicaré todos los detalles que quieras saber ¿de acuerdo? —y sin más salió por la puerta de metal del cuarto, dejándome sólo, asustado y con mucho frío.

Esta será una noche muy larga, y la más triste, solitaria e incómoda que pueda llegar a tener.

μ¤μ¤μ¤μ¤μ

Hola!!

Aquí Andy reportándose con una nueva idea de FanFic...

Es un poco extraña, pero se me vino a la mente hacerla, gracias a que presencié un caso de Síndrome de Estocolmo en mi vida diaria...

Espero y les vaya gustando, sin más.... Esperen!! Por si alguien no sabe lo que sea esta enfermedad es cuando una persona, que fue secuestrada y/o maltradada por alguien, se enamora perdidamente de su verdugo.

Ahora sí, hasta aquí mi reporte Joaquín...

— 💚Andy💚©