Pasaron unos días o semanas, no lo recuerdo; solo sabía que hoy era miércoles, había decidido dormir hasta tarde, pero mi madre me despertó con sus gritos.
No sabía lo que pasaba hasta que entró corriendo a mi habitación diciendo que habían encontrado un donante que era compatible, creí que seguía durmiendo porque parecía la escena de un sueño, pero no era así.
Estaba emocionado, no lo niego, pero cuando le pregunté a mi madre de quién se trataba, respondió que era Adam.
No lo podía creer, hasta ahora Adam hizo mucho por mí, más que cualquier otra persona ajena a mi familia y la verdad no esperaba más de él, pero me equivoque; él seguía sorprendiéndome incluso cuando no estábamos juntos.
Pese a la noticia tenía un mal presentimiento sobre esto.
Los siguientes días no paraba de agradecerle a Adam por lo que haría. Los preparativos para la cirugía estaban ya hechos y la fecha ya establecida.
Era cuestión de tiempo. Odio esperar.
Antes de la operación le pregunté al médico si habría algún riesgo; este me aseguró que era algo sencillo y que no habría de que preocuparme; una vez terminada la intervención ambos nos sentiríamos un poco adoloridos; pero eso sería todo.
No lo sé, aún con lo que me dijo el doctor seguía algo intranquilo; este presentimiento de que algo malo ocurriría seguía en mí. Creo que Adam lo notó porque cuando nos acabaron de preparar para la cirugía me abrazó, besó y me dijo que todo saldría bien que faltaban sólo dos números en mi lista y que no dejaría que los complete solo.
Me daba fuerzas.
Estábamos ambos ya en el quirófano tratamos de alcanzar nuestras manos, pero los doctores no lo permitieron.
Estando acostados, nos miramos uno al otro y con las máscaras de anestesia puestas; me desvanecía, pero seguía algo consciente y mí mal presentimiento no desaparecía. Al fin y al cabo creo que no lo lograría salir de esto y difícilmente pude articular tres palabras antes de que el gas de analgesia hiciera efecto en los dos.
Adam, te amo.
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Mis Doce Deseos
Teen FictionDos jóvenes, Kyle, un chico introvertido y cruel; y Adam, todo un joven encantador, comienzan un viaje para dar sentido a sus vidas al tratar de cumplir los deseos que uno de ellos tiene antes de morir.