capitulo dos: La mirada que conecta

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Alex

De golpe se quedo dormido. Lo arrastre hasta el sofá, que no quedaba lejos del lugar en donde no encontrábamos.

Trate de calmarme. Estaba nervioso, de tener al acosador en mi propia casa. Durmiendo plácida mente, en el sofá.

Nunca llegue a pensar que fuera un chico, mi idea era una completamente diferente. Siempre me imaginaba a una chica sin cara que me seguía, pero no. La vida no es como en las películas.

Olvide el tema, ya que tuve que limpiar el desastre del tarro. Como el tarro contenía agua, la mitad de ella había sido absorbida por la alfombra.

Me confundía el tema de el ladrón, limpie lo mas posible. Para olvidarme del tema, pero mientras mas trataba de olvidar el tema, mas fuerte se hacia.

Cuando termine de limpiar, me acerque a la cocina, encontrando el paquete, la rosa y la carta. Mis pensamientos volaron con rapidez, y yo a siendo miles de preguntas en mi mente.
¿quien es ese chico?
¿que quiere de mi?.

Con el afán de encontrar una respuesta abrí la carta y al leer su contenido, me extrañaron encontrar unas palabras tan entusiasmadas por ser leídas. Pero también, me parecieron un poco cursis.

...y cuando lo termines
yo estaré ahí
                con amor
Tu admirador

Tu admirador... ¿Quien eres admirador?
¿Por que te metes en casas sin ser invitado?
¿Por que me sigues a todas partes?

Abrí el paquete, y guarde la envoltura como es mi costumbre. Empecé a leer la primera pagina, y ante las cosas que estaban escritas. El amor que el autor le daba al cuaderno, era mas apasionado que el de Romeo y Julieta.

Me pregunte que haría con el ladrón enamorado. Pronto las ideas se agolparon en mi cabeza, provocando me un mareo. Cuando de repente una idea clara como el agua, llego a mi cabeza.

Ethan

Cuando abri los ojos me encontraba en un comodo sofa Me di cuenta que Alex me observaba, con sus ojos profundos y sin fondo. Sentí como mis mejillas se calentaban y fue cuando dijo.

–¿Que clase de persona eres– dijo con cara de confusión.

Yo que lo veía desde el piso, sentía como me iba poniendo rojo. El sonrío, ante este acto y se empezó a reír. De una manera, que nunca nadie lo había hecho.

–¿Por que te ríes?– pregunte confuso.

En ese momento dejo de reír, y se sentó en el suelo a mi lado. Me miraba fijamente, pensando. Así nos quedamos un rato, en silencio. Solos el y yo, asta que dijo.

–¿Eres tonto o que?- pregunto en un tono serio.


¿Por que preguntara eso?

–¿Q-que?–

–¿Cual es tu impulso a seguirme a todas partes, sin importar cual lugar sea?.

Mi corazon latia con fuerza, no sabia como responder ante tal pregunta.

Se aserco hacia mi, ovserbando cada pequeño detalle de mi cara.

-¿Como puedes amar tanto a alguien que no conoces?-dijo bajando la vista hacia el piso- ¿Como puedes estar seguro de que puedes amar a alguien sin saber los errores que a cometido a lo largo de su vida?

nuestras miradas se crusaron, ambos mirando fijamente al otro. Hasta que final mente el dirigio su mirada hacia otro punto.

Con tan solo hacer eso senti que un lazo que no unia, se quebraba.

-Creo que se te callo esto- dijo dandome un pequeño clip.

-G-gracias-

-Balla, el niño habla.

Se levanto del suelo, me ayudo a pararme y silencioso camino hacia la cocina.

Su lugar de vivienda estaba limpio y ordenado, pero su cuarto hecho un competo desastre.

Su departamento cuenta con 3 habitaciones, una cocina practica que cuenta con una barra, una sala pequeña y un comedor para cuatro personas.

Lo segui a la cocina, sin saber que hacer.

-Eres libre de irte cuando quieras-

yo solamente me dirigi a la puerta y sali para perderme en el camino de a vida.


Al dia siguiente.

Alex

Maldita sea.

Otro dia horrible de escuela, normal. Si asi se puede decir.

¿Por que esta confucion tan rara, acerca del chico de ayer?

Las clases comenzaron, pasaron lentas y aburridas como siempre. ¿Por que mi vida siempre tiene qe ser tan aburida?

Las nuves comenzaron a moverse, dando paso al sol.

De pronto una idea, bino a mi cabeza.


La hora del reseso llego, tome mi mochila y sali.

Busque con la mirada al chico de ayer, pero no lo encontre. Camine buscandolo y registrando  cada lugar

Y por fin lo encontre, se econtraba solo. Bajo un arbol, con sus lentes redondos tapandole la cara.

-Eres dificil de encontrar- le dije snetando me a su lado.

-C-como...

-He estado pensando... y como me siento un poco solo, pense en invitarte a vivir con migo. ¿Que dices?.

-Ok... esta bien.

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Que asco de capitulo, quiero hacer entrar en razón a mi yo del pasado.

Soy un flojo, me tarde años en  completar el siguiente nivel.

aaaaahhhhh odio a mi yo del pasado.

El discurso de los siete vientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora