25. Te Lo Juro

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Una mañana más, Tobías nos despierta con el relajante "retintineo" de la tubería contra la pata de una litera; y os puedo prometer, que el día en que termine la iniciación, el Señor Easton y yo vamos a tener unas palabras acerca del tema.

Me visto y camino por el corredor en estado de zombie. Como de costumbre, Uriah, Zeke, Finnick, Cuatro, Seis y Artemisia (desde la fiesta) se sientan conmigo a desayunar.

- ¿Va a venir alguien a veros mañana?- Empieza Artemisia

-Puede que mis padres y mis hermana, Effie- dice Finnick- solo pido que no traiga a Sam.-se lamenta.

-Suponemos que Sam es su novio o algo así, ¿No?- inquiere el mayor de los Pedrad

-Un pelirrojo imbécil que, gracias a Dios o a lo que quiera que esté ahí arriba, no ha elegido Osadía y se ha ido a Erudición con mi hermana.

-Esto, chicos, ¿Qué pasa mañana?-preguntó confusa.

-Día de visitas- habla Uriah con tono preocupado al darse cuenta de los riesgos que eso conlleva para mí.

La sangre se me hiela y noto como una mano imaginaria me estruja el corazón, y también como me cuesta más respirar. Todo deja de existir y lo único que oigo son los latidos acelerados y prácticamente desacompasados de mi corazón, que parece que trata de salir de mí pecho. «Va a venir; se que vendrán, los dos».

-¿Maverick? ¡¿Maverick?!-vuelvo al mundo real y veo que Finnick agita su mano delante de mis ojos mientras el resto de la mesa me mira con caras de preocupación.

-Si,si, estoy bi-

-No te preocupes-corta Tobías que, para varíar, es consciente de lo que pasa-yo estoy aquí, Uriah y Zeke están aquí, todos estamos aquí y Eric está aquí; no vamos a dejar que te pongan la mano encima.

-Gracias, Cuatro.

El resto de la mesa se limita a observar y lanzarme miradas que demandan una explicación de lo que está pasando. Miro a Uriah, el único que está al corriente de la situación, para que me de consejo por lo menos me oriente.

-Es algo que debe ser explicado sola y únicamente por ti.- Es lo que se limita a decirme en voz baja. Suspiro.

-Bueno caballeros, pónganse cómodos porque tenemos para rato.

                                                                 ***

-Cuatro tiene razón- Comienza Finnick tras unos minutos en lo que nadie dice nada, siendo el primero así, en romper el silencio- como ese energúmeno se acerque a menos de un metro de ti, lo hago trizas con uno de los tridentes de la sala de entrenamiento.

-Lo ensarto con diez de mis flechas- sisea Artemisia.

-En definitiva, lo dejamos como un colador.-Resume Zeke.

-Gracias chicos- río en un suspiro- vosotros sí que sois mi familia.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------A pesar de todo el apoyo recibido, el día pasa demasiado rápido porque no soy capaz de dejar de pensar en mañana. Así es como llegamos a la situación en la que me encuentro ahora mismo.

Estoy tumbada en mi cama, mi cuerpo, está cansado del duro adiestramiento. Mi mente, también está exhausta y, sin embargo, no he estado más despierta en toda mi vida.

Enfocó la vista una vez más hacia el reloj de luz roja que hay en la pared del dormitorio.

 A las doce, cuando me acosté, no le di importancia.

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