Agachó la mirada y se perdió entre lágrimas de felicidad. Esas que solo causaba él y sus torpes dedos al rodear su cara.
Era su salvación.
Si él acunaba su rostro, ella se sentía capaz de dejar este mundo para viajar al suyo.
Sin billete y sin maleta.
Cogía el vuelo directo hacia sus labios y se hospedaba allí sabiendo que nunca más volvería a cambiar su destino.
Pues ese era perfecto. Podía jurar que había nacido para encontrarse con ellos.
Se acomodaba allí entonces, entre el espacio mínimo de su aliento y el suyo hasta advertir como sus pies ya no tocaban el suelo.
Podía permitirse volar de nuevo.
Y más por él.
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Mente - Perdida
RandomTodo lo que a veces cuesta expresar delante de unos ojos, de una respiración. De una persona. Lo que necesitamos decir, lo que cansa callar, lo que se oculta sin querer. El caos interior que pesa y que hay que dejar en alguna parte... Yo lo dejo aqu...