Capítulo 29

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Agosto 2014

El productor del noticiero de las mañanas cada día faltaba más al trabajo, por lo que Regina ya tenía a su cargo el producir ambos espacios noticiosos, el de la mañana y el de la tarde, le quedaba muy poco tiempo libre y sabía que necesitaba ayuda extra. Sin pensarlo dos veces fue a la oficina de su jefe para solicitar aquella necesaria ayuda

— Cada semana Javier me deja a cargo de tres de los programas, y no me mal entiendas, me encanta hacerlo, pero necesito ayuda extra— dijo ella desde la puerta, su jefe la hizo pasar

— Yo sé que te estamos dando mucha responsabilidad, no sé por qué Javier cada día falta más. Y no puedo despedirlo por su contrato. Créeme, sé que estás haciendo todo lo posible para mantener ambos noticieros pero no podemos contratar a nadie— dijo él

— Bueno no les pagues, tráelos como becarios, servicio social— le propuso

— ¿Los vas a poner a traer el café y la comida?— preguntó no muy convencido

— No, cuando hice mi servicio social en México me dejaron involucrarme de lleno en la redacción. A quién llegue le asignaría una tarea muy especifica que no sea sólo servir café— explicó, su jefe lo pensó y le pidió que enviara una propuesta para que al otro día se comunicaran con las principales universidades solicitando a personas dispuestas a aprender.



— "Personas dispuestas a aprender", ¿quiere decir que los vamos a explotar a nuestro antojo?— preguntó su asistente

— ¡No! pero sí tendrán que llegar muy temprano a las juntas. Necesitamos redactores y gente en piso— dijo ella

— ¿Y cuándo comienzan a llegar?— preguntó su asistente

— En la tarde— respondió la chica y lograron sacar una vez más a flote ambos noticieros, el de la mañana y el de la tarde. Regina habló con su novio para explicarle que esa tarde no podrían comer juntos, pues tenía que hacer unas entrevistas a sus nuevos becarios. Derek no estuvo tan contento con eso de no poder ver a Regina pero se tuvo que conformar.

Regina entrevistó con sus asistente a al menos cinco candidatos, dos chicas y tres chicos, los cinco querían lo mismo: aparecer en televisión, ellas no entendían por qué querían aquello, se supone que estaban estudiando comunicación, eso no significaba que sólo pudieran triunfar como presentadores

— Esto no va a funcionar— le dijo su asistente

— ¿Ya son todos?— preguntó ella y su asistente asintió.— Tenemos que elegir a dos de estos cinco, sino el jefe ya no nos va a dejar hacer esto y tú y yo no nos damos abasto—

— Ya sé. ¿Y si lo decidimos mañana? Quiero ir a comer— se quejó la chica y Regina le sonrió, ya eran las cinco de la tarde y ninguna había comido. Se despidieron y su asistente salió antes

— Hola— se asomó un tímido chico por la puerta de la oficina de Regina

— Hola— saludó ella y tomó sus cosas

— Vengo a las entrevistas para ser becario— dijo apenado

— Esas comenzaron hace dos horas y justo terminaron hace un momento— respondió ella viendo su reloj

— Lo sé, salí tarde de mi última clase, el metro se detuvo y no alcancé el autobús— explicó él rápidamente

Regina lo pensó un momento, tenía hambre y no quería perder el tiempo con otro pretensioso estudiante. — ¿Qué trabajo crees que vas a hacer aquí?— tomó su bolso

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