Desveló

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Eran pasado las tres de la madrugada, mis ojos entre abiertos mirando las hojas de los árboles que se sacudían por los fríos vientos de este otoño amargo, la ventana estaba abierta, que raro, me pareció haberla cerrado cuando me acosté, o No? Ya no lo recuerdo.
Quiero dormir, necesito dormir, no puedo, aún siento esa sequía en mi pecho, esa soledad en mi alma y aún está ese lugar vacío, que ironía No?  Si nunca lo tuve en mis brazos, porque siento ese vacío, siento ese dolor, esa necesidad, esa agonía de extrañar...
Recuerdo aquella noche fría, esa madrugada amarga, "Mis manos cubiertas de sangre", y siento en el pecho el sentir de mi corazón parar, y como de un golpe del cielo volví a bajar, pero volví sola.
Mierda, porque volví.

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