La tentación de esa mujer, camina por la habitación moviendo sus caderas, sus curvas, sus bellas piernas, observa y detecta la excitación que provoca, su belleza se asemeja a la de una diosa griega.
Sus manos delicadas, su piel tersa, su piel morena, la exquisitez de sus palabras, de sus besos, de su lengua.
Cuantos hombres abran tocado esa piel? Me dio total libertad de hacerle cuántas preguntas quisiera, pero jamás podría tomarme el atrevimiento de hacerle semejante pregunta, invadiendo así su privacidad, pero admito que me provoca morbo y curiosidad, como no lo haría, si su mirada refleja la madurez y experiencia, como no querer saberlo, como no tener curiosidad de saber por cuantos a pasado para poder tener total control de todas las situaciones y escenas por las cuales hemos pasado uno arriba del otro, ella camina desnuda por la habitación con seguridad y firmeza, con los pasos de una fiera, con la mirada de una hiena, siempre buscando una presa.
Su sonrisa, su risa, emana belleza, paz, delicadeza, amor y experiencia.
