Especial 12

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"Aquellos libros olvidados"

Narra Sebastian.

No lo iba a permitir, robe sus labios de nuevo, estaba rindiendome, estaba terminando con todo, si en ese momento no me tomaba lo iba a dejar para siempre, sentí sus brazos enrollarme y quedándome a su lado.

- Sigo amandote tanto que es imposible que lo olvidé hoy o mañana, tendrían que pasar mil años o hasta una misma eternidad para olvidarte Sebastian - era él mi ser perfecto, el indicado y mi gran amado, lo necesitaba para seguir con mi vida, lo anhelaba a distancia teniéndolo a solo milímetros de mí.

- Te amo - besé sus labios una vez más, sus suaves labios, sus delegados y perfectos labios, eran mi locura, adicción y perdición. Lo lleve a un rincón, olvidando que estábamos en una biblioteca, que estábamos en la escuela, que cualquier persona nos podría ver, no importa, no importa si es a su lado, no me importa dejar a la luz que lo amo, que lo amo y que es solo mío, en una de las mesas de la biblioteca lo recargue, los besos, las caricias eran otras cuando veía en sus ojos deseo y lujuria, sobraba la ropa, las palabras, sobraban tantas personas en nuestra vida, me decide de mi playera y la suya, lo cargue dejándolo sobre la mesa, por un momento nos detuvimos.

- Erick perdóname - lo abrace antes de soltar mis lágrimas.

- Te perdonó - dijo él atrayéndome a él con un abrazo, seguimos con nuestro juego, mis labios viajaban por su cuello, me gustaba su voz entrecortada, bajaba por su abdomen pasando mi lengua, sus pantalón eran lo siguiente en irse, nuestros corazones hablaban el uno con el otro, "te necesito" "te extrañe tanto" "solo tú sabes cómo me siento" era andar en un camino a mitad de la nada, donde no sabes a dónde llegarás después de caminar y caminar durante horas. 

Era injusto el amor de ambos, era molesto el cariño, eran pocos sus sentimientos ¿lo eran realmente? Erick sufriría si seguía con esto, sabía en su cabeza que era un pecado seguir con esto, Sebastian ignoraba todo por amor.

Amor, amor y solo amor, un sentimiento tan fuerte y destructor, era lo que a ambos los unía y separaba, ¿era bueno o malo? ¿era egoísta? Lo era para ambos, no merecían tal momento, no merecían tanta tragedia, Sebastian dijo lo correcto, sobraban palabras y personas, faltaba una palabra, solo faltaba un acto, faltaban ambos, no podían amar a otras personas, estaban destinado a amarse, encontrarse para ser felices juntos.

Sus manos pasaban por mi espalda, mis manos estaban firmes en su cintura haciendo movimientos lentos para disfrutar de todo el rato, quería guardarlo para siempre en mi memoria, tenerlo siempre en mi corazón. Sus piernas enrolladas en mi cuerpo era inevitable hacerlo, tenía aquel toque haciéndolo él amor de mi vida, solo tengo esta oportunidad.

Sus labios rozando los míos, sus ojos mirando tratando de leer los míos, su cabello mojado por el sudor, nos era imposible decir adiós.

¿Amor? ¿Obsesión? La gente confunde ambos, amor es cuidar, proteger, celar, querer, apreciar. Obsesión era matar, destruir, derrumbar y lastimar solo para herirse mutuamente.

Era eso que tanto quería en mi vida, eso que no quería dejar ir, eso que era para mí y solo para mí, era mío y solo mío.

Sus manos pasaban por mi espalda hasta mi cuello, nos convertimos en uno con solo un beso, sus labios absorbían mi cuello, era expendido, podía quedarme una noche entera mirando sus ojos, perderme con solo ver su sonrisa, haría cualquier locura si el lo pidiera. Mis embestidas eran lentas y profundas, nuestras respiraciones agitadas y fuertes, pedía más que este momento en mi mente, pedía más y más.

- Me encantas - lograba pronunciar sin dificultad en mi oído para después morderlo - me quedaría toda la vida a tu lado.

- ¿Porque no lo haces? - pregunté besando sus labios y mordiendolos para después soltar un gemido contra ellos.

- Estás casado cariño - dijo él un poco enfadado, me detuve, nos miramos unos segundos, él se acomodó sacándome de él y dándome la espalda recargándose en la mesa, este chico sabía cómo volverme loco con solo verlo - ¿vas a continuar?

Sin pensarlo dos veces lo penetre de nuevo mientras él solo gemía contra la mesa, era exquisito poder tenerlo solo para mí.

- Te amo - dije.

Continue con movimientos mas rápidos, mis manos paseaban por su espalda, tome su miembro y comencé a masturbarlo, estaba cerca, no quería terminar, quería quedarme con él un rato más.

- Joder más rápido - y como lo pidió lo hice, terminé corriéndome dentro de él, él en mi mano y ambos quedamos tratando de recuperar la conciencia y el aliento.

- Me tengo que ir - dijo él levantando sus cosas y colocarse todo a prisa.

- No te vallas aún.

- Sebastian fue un error, yo tengo que irme.

- Quédate conmigo.

- No lo haré de nuevo, no.

- Me perdonaste.

- Te perdone más no dije que volvería contigo, adiós - corrió dejándome solo, me coloque la ropa antes de que alguien me viera y en cuanto me dí por vencido me desplome en plena biblioteca como un niño al cual le han quitado su juguete favorito.

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Y ya está, aquí uno nuevo.

Espero terminar mis ideas y subir los especiales restantes pronto.

Los quiero 🌻

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