Especial 17

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"Algo mas" parte 2...

Narra Sebastian.

La distancia era demasiado, era imposible no extrañar a mi familia, como no extrañar los gritos y momentos llenos de fastidio pero a la vez diversión que vivía cada mañana, extrañaba los gritos que venían desde la cocina, cada travesura, todo me dolía, no me gustaba dejar solo a mi esposo con 4 niños.

Amber habla conmigo todas la noches, al menos eso trato, ella me cuenta la situación de la casa, me dice que siempre a pensado que Martín era el más tranquilo y maduro. Deseaba poder luchar con ello a su lado.

Pronto será la hora de encontrarlos de nuevo y llevarlos a algún lugar donde solo seamos nosotros.

Erick me preocupa cuando llama y tiene la voz quebrada, se escuchaba extraño, era horrible no poder apoyarlo.

[...]

Las estrellas brillaban en un cielo limpio, mi familia estaba a solo unas cuantas cuadras, tres de la mañana, que sorpresa les daría a los pequeños en la mañana, estaba feliz de poder ver su hermosa sonrisa, sus ojos, tener su calor para mí. Estacione el auto a un lado del de Erick y entre a casa, antes de subir las escaleras quite mis zapatos, el traje que estaba usando se estaba volviendo incómodo, ví las 3 habitaciones, los 3 estaban durmiendo, mi habitación, la puerta de mi habitación, la cuna estaba en nuestra habitación, oscura con la poca luz de luna que dejaba entrar la cortina por la ventana, me quite el traje y me dispuse a dormir, Erick dormía de manera profunda. Me acosté a su lado, rodeando su cintura y acercándolo a mi, no se despertó, sabía que estaba muy cansado, digo quien no lo estaría después de cuidar a 4 niños.

- Ya estoy aquí - le susurré en su oído, él se removió y abrió los ojos.

- Dime que no estoy soñando - dijo sin poder creerlo, su voz era suave y ronca.

- No, aquí estoy​ - le dije con una gran sonrisa.

- Te extrañe tanto - se abalanzó a mi cuerpo, me recorte de golpe y él se acomodó en mi pecho.

- Yo también los extrañe - acaricie su cabello, estaba quedándose dormido, lo sabía por su respiración tranquila y profunda - descansa.

Me dispuse a dormir de la misma manera.

Era justo que después de tanto tiempo me encontrará en la mejor y peor escena, preparando el desayuno de 6 personas incluyendome, no lo desperté, dejé que descansará en la gran cama, nuestra cama.

Sonaría estúpido que solo dormí dos horas para después preparar el desayuno.

- Buenos días - salude a la pequeña no tan pequeña Amber.

- ¡Dios mío! Estás aquí - corrió a abrazarme - no lo creo.

- Ya, ve a despertar a tus hermanos, diles que ya está el desayuno - besé su frente y ella corrió escaleras arriba, prepare todo en una charola para llevar el desayuno a la cama.

"En qué momento crecimos como pareja y familia, en que momento nos volvimos padres y esposos, no puedo creer que los años nos estén tomando y consumiendo, quiero regresar a esos días donde solo éramos tu y yo, donde eramos aquellos jóvenes de 16 o 17 años y disfrutar de esos momentos una vez más. Recuerdo los días donde yo solo ser él que cocinaba e intentaba de darle clases y hoy, aquí..."

Era sorprendente ver cómo las cosas que vivimos hace poco eran nuevas, 4 hijos, ambos nos casamos dos veces, después de todo nos dimos cuenta de que el amor que nos teníamos en aquel entonces era muy grande, claro menos de lo que es ahora.

Con aquellos pensamientos llegué a la habitación, él seguía durmiendo entre las sábanas y cobijas, abrazando una almohada.

- Amor - dejé todo en el mueble a un lado de la cama - levantate te hice el desayuno - lo ví moverse con pocas ganas de levantarse, eran las 10 de la mañana y mi querido esposo no quería levantarse.

Me acosté a su lado, le acaricié el cabello, este chico me tenía así de loco desde hace años, despertó con una pequeña sonrisa.

- Hola - dijo aún tratando de luchar para no quedarse dormido de nuevo y tratando de que su voz fuera no tan ronca.

- Buenos días - se abrazo a mi colocando una mano detrás de mí nuca.

- No estaba soñando, realmente estás aquí.

- Tonto - le mostré una sonrisa y me acerque a su rostro - te amo.

- ¿Cuanto?

- Mucho más que hace años.

- Te amo - sonrió y sin soltar se agarre me susurro al oído - me casé con el mejor hombre del mundo - su voz, era su jodida voz una de las tantas cosas que me encantan.

- No soy ni la mitad de lo que te mereces.

- Eres más de lo que yo me merezco Sebastian - me miro a los ojos y delineando mi rostro con su dedo volvió​ a hablar - despues de todo terminé casandome contigo.

- No podías resistirte a mis encantos.

- Definitivamente no podía contra tus encantos, eres perfecto, el mejor esposo, el mejor amigo, el mejor amante, padre y fuiste un gran novio hace años.

- Era que estaba destinado a amarte, cuidarte y quedarme por el resto de mi vida a tu lado Erick.

- También eres un cursi - rio bajo, pase mi mano por su cintura atrayendo su cuerpo al mío.

- Me encantas.

- Te amo - besé sus labios, al principio fuimos lento pero todo se desbordó cuando metí mi mano debajo de su camiseta, terminó cayendo en algún lado y todo se estaba tornando en deseo y pasión - ¿Donde están los niños?

- Desayunando, podemos hacerlo sin necesidad de que gomas mi nombre tan alto.

- Solo hazlo antes de que se den cuenta.

Terminamos ambos entre las sábanas blancas de nuestra cama disfrutando cada beso y toque, se trataba del chico que salvó mi vida y que de igual manera salvé la suya. Lo cuidaría desde el primer momento hasta el día de mi muerte con tal de disfrutar cada mínimo segundo que pase a su lado hasta que la muerte nos separe.

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Perdón, se que tarde una eternidad y la verdad me siento mal de hacerlos esperar tanto.

Quiero decir que me encuentro bien después de lo que pasó el 19 de septiembre y no solo eso también decirles que estoy muy feliz del apoyo.

Les dejo esté especial y espero les guste (pronto les narrare un poco de cositas sucias :3)

Besos 🌻

Dulce PensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora