¡ᴅɪsɪᴍᴜʟᴀ! •ʏᴀᴏɪ• {ᴜsʜɪᴏɪ}

La Solución De Ushijima

Al terminar la cita Ushijima había hecho la misma pregunta, ahí, frente a los dos amigos que se preparaban para tomar fotos o grabar vídeos.

─Uh...─ Oikawa levanta los hombros─. Solo hemos tenido una cita, UshiWaka-chan─ y le guiña un ojo─, tengamos otra el fin de semana que viene.

Tendo e Iwaizumi ahogan un grito, observando el semblante serio del más alto.

─Está bien─ contesta─, planearé algo más.

Oikawa le palmea el hombro como gesto de despedida.

─Tendo-chan, UshiWaka-chan─ pero el último lo detiene, aprovechando para dejarle un beso sobre la cabeza─. No eres intenso.

Iwaizumi ríe un poco por eso, tan sumergido en el mundo de esos dos que no nota como la mano de Tendo había golpeado su trasero.

Joder, su trasero.

Un salto fue el que dio Iwaizumi, comenzando a oscurecerse su mirada cuando comprende que ese chico raro ya estaba corriendo a la salida del lugar, llevando a rastras al otro chico.

Oikawa tiene los ojos bien abiertos de la sorpresa. No puede creerlo.

─Iwa-chan...

─Cállate─ espeta, sintiendo aún el roce donde nunca antes nadie había osado a colocar las manos.

─¿Él en serio te dio una nalg...?─ Iwaizumi toma a Oikawa del cuello, impidiendo que pueda decir una sola palabra más.

─Sigue y te ahorco, aquí no pasó nada.

Oikawa tiene el rostro rojo y cuando Iwaizumi lo suelta cae al piso de rodillas, dando rienda suelta a su risa. No podía controlarlo más, ni siquiera porque Hajime le estuviese pateando la espalda para obligarlo a callarse.

─¡Tu cara!─ continúa lanzando leña al fuego─ ¡Debí grabar eso!

Así eran las cosas para los mejores amigos desde la infancia, ambos se conocían tan bien como para no molestarse porque el otro dijera tantas idioteces. Hajime seguía sorprendido, no molesto.

Mientras tanto Tendo huía mientras arrastraba a Ushijima, corriendo hasta el punto en que perdía el aliento.

─¿Ya paraste?─ pregunta Ushijima, normal.

─¿Nunca te cansas?─ entre jadeos, Tendo consigue formular la pregunta.

─Vas lento.

─No me importa, sigamos.

Tendo terminó llevando a Ushijima de regreso a pie, sin molestarse en el cansancio. Quería correr y gastar toda esa nueva vida que le había otorgado hacer algo tan... Prohibido.

Cuando al fin llegaron a casa de Ushijima ya era tarde, así que Wakatoshi terminó con Tendo autoinvitándose a quedarse para dormir, tampoco era como que le importara mucho, debido a que el chico en ocasiones irrumpía en su pieza por medio de la ventana. Nada nuevo era que Tendo invadiera su espacio.

─¿Crees que deberíamos buscar ayuda?─ pregunta Tendo, luego de que la madre de Ushijima lo dejase quedarse.

─¿Ayuda?- Wakatoshi no comprendía eso─ ¿No lo estoy haciendo bien?

─¡No es eso!─ Tendo levanta las manos, frenando los pensamientos del otro─. Es solo que nunca está de más una mano extra.

Ambos se acuestan en la misma cama, pensando en un silencio cómodo, roto solo cuando Tendo saca su teléfono celular para buscar algo (cabe decir que es con el internet de la casa de Ushijima).

Minutos de intensa búsqueda lo llevan a un solo lugar.

─Existe una organización─ le cuenta, pasándole el teléfono a Ushijima.

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