¡ᴅɪsɪᴍᴜʟᴀ! •ʏᴀᴏɪ• {ᴜsʜɪᴏɪ}

Regalo

Un sentimiento agudo se encontraba disperso dentro de Bokuto que, en un momento de desesperación, encuentra como mejor escape tomar a Clearke del hombro y susurrarle esa incómoda situación aprovechando que Kuroo se encontraba explicándole a Ushijima los cambios que debían hacerle para que el plan surtiera efecto.

─Clearke, dime que no soy el único que piensa que la descripción de Oikawa sobre el chico ideal es muy parecido a Kuroo─ suplica, ahogado en verdaderas dudas y curiosidad.

La chica deja de lado su labor de buscar una buena forma de peinar el cabello de Ushijima para tensarse al escuchar las palabras de Bokuto.

Con un suspiro, Clearke asiente.

─Sí, yo pensé lo mismo, pero ya sabes que estamos trabajando para Ushijima─ son sus únicas palabras.

Bokuto siente que el corazón se le congela por esa faceta tan seria de la chica, pero no menciona más sobre truncar sus propios planes y dejar que el mejor amigo de ambos saliera beneficiado.

─No veo como problema mi peinado─ insiste Ushijima, negando con la cabeza─. Y mañana tendo entreno hasta bastante tarde.

Kuroo no puede más que ver a los ojos a ese chico frente a él. Solo podía pensar en todo lo que Oikawa había dicho que quería, siempre haciendo referencia a que Wakatoshi no tenía una u otra cosa de las que mencionaba y, no quería hacerse sufrir a él mismo, pero ¿eso no era una clara muestra de lo mucho que le atraía Ushijima?

─Wakatoshi─ repentinamente Bokuto se veía realmente terrorífico─, solo tienes que seguir nuestras instrucciones.

─Bokuto, ¿te sientes bien?─ la pregunta de Ushijima regresa a Bokuto a la calma aparente. Un disfraz más para su agonía.

─Sí─ se gira hacia Clearke─. Kuroo puede enseñarle a hablar de una forma que le guste más a Oikawa.

Clearke comprende el por qué de la actitud de Bokuto, así que decide dejarlo pasar y continuar con lo que tenían planeado antes de que las cosas se descontrolen más.

─Te esperaremos mañana, mándanos un mensaje cuando acabe el entrenamiento y vendremos a visitarte para comenzar a enseñarte lo que debes hacer antes de encontrarte de nuevo con Oikawa ¿de acuerdo?

El rostro de Ushijima se suaviza en ese momento, dejando ver una sonrisa pequeña que se asoma en la comisura de sus labios.

─¿Podré verlo en poco tiempo?

Kuroo siente como todo en su interior se revuelve, formándose un nudo en su garganta, siente también como sus ojos comienzan a picar, pero se traga las lágrimas, las detiene justo cuando solo son una fina capa sobre sus ojos.

─Sí, claramente, tienes que verlo seguido para que no pueda sacarte de su cabeza─ sonríe Clearke, dándole ánimos.

Y mientras el mundo parece hacerse trizas de a pocos para Kuroo, Oikawa encuentra que la noche es su mejor aliada para lo que planea hacer.

Cubierto por la oscuridad de su habitación, pero teniendo a la luna y las estrellas como testigos, el chico busca a través de Internet algo que cree que podría agradarle a Ushijima. No será tan obvio como él al darle una planta, tampoco piensa en comprar otra caja de chocolates e inyectarles laxantes. Él quiere un regalo sencillo, algo que pueda darle sin delatarse de las vibrantes emociones que despierta en el ese tonto chico.

Cree haber encontrado justo lo que quería cuando, con un gran estruendo, la puerta es azotada contra la pared al abrirse, las luces se encienden y Oikawa deja salir de sus labios el grito más masculino que podría tener, lanzando instintivamente su celular contra el intruso.