Kuroshitsuji Fanfic [Grey y tú]

Capítulo 38 (final): El último favor del conde

[DISCLAIMER: CAPÍTULO AÑADIDO EN LA RE-EDICIÓN DE 2024]

Tras abandonar el edificio en construcción y regresar, Ciel decidió que lo mejor era separarnos: Grey y yo nos encargaríamos de que Violet recibiese la atención médica necesaria e informaríamos a la reina de todo lo sucedido hasta ahora mientras que Sebastian y él se encargarían de contactar a Abberline y pillar a Bravat.

Y así lo hicimos. Al regresar, llevamos a Violet al hospital (al Royal London Hospital ); les explicamos lo que le sucedía a Violet y, tras hacer un pequeño papeleo, le dejamos allí, con las esperanzas de que pudieran salvarle la vida. 

Después regresamos a palacio y pusimos al corriente a la reina, a Phipps y a John de todo lo sucedido.

-Bueno, al menos ya se ha esclarecido el tema -dijo Phipps, cruzándose de brazos, una vez hubimos terminado de hablar-. Aunque nuestro trabajo no ha terminado aún, aún nos falta pillar a Bravat.

-Ciel dijo que se encargaría de esa parte con la ayuda de Abberline y de la Scotland Yard -dije.

-Aun así -replicó Phipps con semblante y actitud seria-. Más que antes, debemos estar al tanto de la situación.

-Sí, sí~ -dijo Grey, moviendo la mano de arriba abajo-. Lo sabemos.

Pasó una hora -en la cual Grey y yo la habíamos pasado jugando al ajedrez en la salita de estar-.

-Jaque Mate -declaró Grey, posicionando su pieza en dirección a mi rey-. Y esta vez no tienes escapatoria.

Observé el tablero durante unos segundos para comprobar si era cierto. 

-Uuff... Otra vez -dije, hundiéndome en el sillón-. No hay quien te gane, ¿eh? 

Grey soltó una carcajada.

-Por mucho que me gustaría decir que sí, he de sincerarme y aceptar que hay una persona contra la que nunca he ganado -hizo una pausa y añadió por lo bajo-: ...Aunque no es que haya jugado mucho contra él.

-¿Quién? -pregunté intrigada, animándome un poco.

En el semblante de Grey se formó una sonrisa.

-Contra el pequeñín -respondió-. ¿Te lo puedes creer? -exhaló un suspiro-. Es más astuto de lo que uno se imaginaría viendo su tamaño -hizo una pausa para, mirándome a los ojos, preguntarme-: ¿Echamos otra? 

-Venga -acepté, poniéndome recta en el sitio-. ¡Esta vez sí que te voy a ganar!

Grey apartó las piezas del tablero para empezar a colocarlas, cuando de pronto, las puertas de la salita de estar se abrieron bruscamente. 

-¡Es urgente! ¡Es urgente! -exclamó la doncella que acababa de entrar por la puerta apresuradamente-. ¡Señor Grey! ¡Señorita ______!

-¿Qué pasa? -pregunté, empezando a sentirme cada vez más inquita con cada segundo que pasaba.

La muchacha recobró el aliento y nos dijo:

-Es el conde Phantomhive, acabo de hablar con él por teléfono -comenzó-. Parecía alterado y preocupado. ¡Quería que os diera un mensaje urgente!

-¿Cuál? -preguntó Grey en tono apremiante, comenzando a levantarse del sillón.

-É-Él... -tartamudeó la chica por los nervios-. Ha dicho que ha sucedido algo terrible en su mansión de la ciudad. ¡Que tenéis que ir a verlo ahora mismo!

-¿La mansión de las afueras? -preguntó Grey, girando levemente la cabeza para mirarme a los ojos.

-Ésa es la mansión donde residen el príncipe Soma y Agni -dije con semblante preocupado mientras le devolvía la mirada.