Capítulo 3. Milk and cookies

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Había pasado ya una semana desde aquel día en que desperté desnudo y con uno de mis grandes amigos al lado mío. En estos últimos días no había podido ver a Beam, la sobrecarga de trabajos de mi especialidad, más las sobrecargas de trabajo de la suya, no nos permitían ni siquiera ir a comer un poco de sushi.

— ¡Ah, estoy tan irritado! —escuché a Ming, gritarle a la puerta de su habitación. Al parecer no era el único molesto con toda esta situación, seguramente él tampoco había podido ir a ver a Kit. ¿Lo bueno? Pronto acabaría toda esta sobrecarga y nos darían nuestra "semana dorada". Una semana libre de estrés, exámenes y tareas.

—Oi, oi... no grites. Me has asustado. —quise reír un poco, pero sólo sonreí cansadamente. Eso me recordaba a la primera vez que vi a Wayo. Un nong' gritando mientras yo fumaba.

—Lo siento, P'. ¿Vienes de tu última clase?

—Sí. ¿Y tú? ¿No deberías ir a ver a tu querido Kit?

—Él me ha prohibido ir a verlo. Dice que no quiere distracciones. ¿Puedo ser una distracción? Ah, no lo entiendo.

Escuché atentamente al nong' suponiendo a que se refería Kit con 'distracción'.

—No lo sé. Deberías tomártelo con calma. Él está también lleno de trabajo. Concéntrate en tus estudios.

—Lo hago, P'. Lo hago. Pero realmente quiero ver a KitKat.

—Hmm... —me quedé pensativo un momento— ¿Quieres que te lleve?

Ming pareció sorprenderse con mi pregunta, algo me decía que tendría que explicar por qué me había ofrecido a ir al edificio de los de medicina y ciencias.

— ¡Claro! ¿Pero no tienes que estudiar P'?

Esa respuesta me tranquilizo, no tendría que dar muchas explicaciones que digamos. Abrí la puerta de mi habitación y dejé mis libros sobre una silla que estaba cerca.

—Está bien. Es el deber de un superior ayudar a su nong'. Además tus quejas son molestas, no quiero estar escuchando como abrazas a una almohada y lloriqueas por Kit toda la noche. —bromeé una vez que salí de mi habitación, haciendo que el nong' pusiera una mueca graciosa.

—Yo no lloriqueo.

—Sí, sí. Vamos antes de que se haga más tarde.

Caminé junto con Ming hacia mi motocicleta, dándole uno de los cascos. La seguridad ante todo. Sería divertido ver la cara de Beam cuando apareciera frente a su puerta, quizás debí comprar algo antes de decidir que iríamos de visita. Inicié el recorrido en silencio, después un vago recuerdo se vino a mi mente.

—No me dejes. Tú también me dejarás.

Tragué saliva con dificultad, al parecer mi mente ya se estaba despejando poco a poco.

—P', ¿a dónde vamos?

Me di cuenta de mi torpeza al saber que ya habíamos pasado el edificio, pero rápidamente inventé una excusa. Ir a comprar algo estaría bien, y afortunadamente estaba un 7-Eleven más adelante. Me estacioné y el nong' no hizo más preguntas, al parecer también estaba sumergido en sus propios pensamientos. Vi como tomaba un par de chocolates KitKat y más cosas.

Yo me dirigí directamente a las cajas, pidiendo unos cigarros. Me dolía mi cabeza, quizás de que no había fumado en todo el día. No podía evitarlo, ese día que fui a ver a Beam a llevarle el gyoza, quise encender un cigarro y él me miró molesto. Al preguntarle qué le ocurría me dijo: "A mí no me gustan las personas que fuman". Esas palabras fueron suficientes para que yo quitase el cigarro de mi boca y guardará de nuevo mi cajetilla de cigarros. Pero ahora, estaba estresado, realmente lo necesitaba. Vagué directamente por el pasillo y tomé un par de golosinas, que quizás le pueden gustar a Beam. Si algo debía reconocer es que casi no sabía nada de él.

Take Care ME ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora