Capítulo 5. Un KitKat amargo.

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¿Es normal sentirse orgulloso de haber adoptado ese nuevo título? Estoy más que feliz de ello, si me dieran 100 baths* por cada que sonrío como idiota al pensar en aquel momento tan íntimo que tuve con el doctor Beam, ya sería millonario.

— ¡Hey, Forth! ¿Dónde estabas anoche? Te estuve llamando para ir por unos tragos. —escuché con dificultad la voz de uno de mis amigos, mi mirada vagó hasta que me topé con su feo rostro, la cara de susto que puse hizo que él intentará pegarme en la cabeza.

—Calma—reí mientras ignoraba sus quejas.

—Has estado divagando, ¿sabes que ya terminó la clase cierto?

—Sí... —dije de mal modo, no es como si estuviera en otro mundo, pero no podía evitar sonreír. ¿Han estado alguna vez en esa etapa que no dejas de sonreír como idiota al pensar en una persona? Bueno, en esa etapa estoy y no creo poder salir por el momento.

—Tú, realmente estás raro. Eh... dime con quién te fuiste anoche, eh... ¡Dímelo! —mi cuello fue tomado en los brazos de mi amigo y yo intenté soltarme, pero era imposible, me había tomado desprevenido.

— ¡Suelta!

— ¡Vamos, vamos! ¡Dímelo!

—No es asunto tuyo.

—Bien, entonces... —no acabó la frase cuando me soltó, lo miré apunto de golpearlo, cuando vi a una hermosa joven parada frente a la puerta de nuestro salón, como si buscase a alguien. Mi amigo inmediatamente se levantó y fue hasta ella sin pensarlo, le tuve que seguir más a fuerza que de gusto, no quería que cometiera una tontería.

Me acerco y me doy cuenta que la joven es muy bonita, se ve molesta; sin embargo, la expresión que pone en su rostro es adorable. No tanto como la de mi doctor, pero debo admitir que la joven se ve muy tierna.

—Hola, ¿qué hace una bella joven vagando en la facultad de ingeniería? —la joven miró a mi amigo algo sorprendida, al parecer ni se había dado cuenta de que estaba ahí. Puso una sonrisa tan dulce, que casi me empalago de solo mirarla.

—Yo...

— ¿Tú?

—P'Forth... —dijo de repente, me quedé sorprendido y mi amigo me volteó a ver de mal humor. ¡Yo no tenía la culpa de que esa señorita sepa mi nombre! Al menos eso le traté de decir con la mirada.

— ¿Nos conocemos? —pregunté curioso, ella sonrío levemente y negó con la cabeza. Eso era bueno, no sabría qué hacer si resultará que me acosté con ella y viniera a que me hiciera responsable. Aunque... después de la noche con Beam, ya no he salido con ninguna chica.

No es que no pueda, soy un hombre totalmente viril, sin embargo amo a Beam. Y esa es razón suficiente como para que no me atreva a salir con otra persona.

Take Care ME ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora