CAPÍTULO 6: Dia De Pelinegros y Charlas Nocturnas

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-Dejame resumir esto: despertaron por obra de magia con cuerpo de mujer, llamaron a Momoi para ayudarlos, compraron ropa para empezar a adaptarse a esto hasta conseguir una cura y creen que nosotros podremos ayudar ¿Y todo eso en un dia?

-Basicamente.- todos se encogieron de hombros restandole importancia al asunto.

-No es tan raro.- rió un poco Takao acercandose a Midorima para verla de pies a cabeza.- Nada mal, Shin-chan.- guiñó un ojo a la peliverde.

-No seas descarado.- habló ante el comentario acomodando sus lentes.

-No. No comprendo.- se rindio el de Yosen.

-Tatsuya.- agarró el hombro de su hermano.- Nosotros tampoco sabemos como paso esto pero ya estamos involucrados. Debemos resolver esto lo antes posible y necesitamos de su ayuda.

Lo pensó por un momento.

-¿Pero en que podría ayudar?

-Tú estuviste aquella noche ¿No recuerdas algo que nos sirva de indicio para esto?- se acercó un poco Akashi.

Meditó un momento con una mano apoyada en su barbilla

Todos lo miraron esperando que cortara ese suspenso que había formado.

-No se me viene nada a la mente.

Para al final soltar entre todos un suspiro al no escuchar algo útil.

-No sirves.

-¡Aomine!- la regañó Kagami

-Es la verdad.- se encogió de hombros.

-Si quieren podría venir los días que pueda para ayudarlas.

-Ayudarlos.- corrigió Midorima.

-Mientras más ayuda tengamos, más rápido resolveremos esto.- comentó Akashi aceptando la propuesta del pelinegro.

-¡Yo tambien quiero ayudar!- exclamó alzando la mano mientras que con la otra sostenia una trenza que estaba haciendo en el cabello de Midorima.

-¡Bakao, deja mi cabello!- apartó este de él.

-Pero Shin-chan, estaba quedandome perfecta.

-Entonces ustedes se unen.- apuntó a los azabache.-No olviden guardar el secreto.- Momoi posó su indice sobre sus labios en señal de silencio.

-No se preocupen por eso.- le devolvió el gesto.

-Muro-chin.- sintió como alguien tocaba su hombro.

-¿Atsushi?- estaba tan concentrado en el asunto que olvido a su nueva amiga.

Se formo un silencio de apenas unos segundos en los que los dos no apartaban la mirada.

-Hola Muro-chin.- murmuró sonriendo perezosamente mientras masticaba una papa.- No podre ir a los entrenamientos, Muro-chin.

-No lo habia pensado...- susurró rascandose la nuca.- No te preocupes por eso, yo me encargo.- sonrió con los ojos cerrados. Antes de darse la vuelta la miro un poco más sin aun creer que su amigo de Yosen fuera una chica.- Es muy tarde, ya me tengo que ir. Cuidate, Atsushi. Bye, bro ¡Adios a todos y suerte!- se dirigio a la puerta para abrir esta.

-¡Yo te acompaño!- gritó Takao antes de abrazar rapidamente a Midorima como despedida.- Adios, Shin-chan ¡Nos vemos!- exclamó lo ultimo para todos antes de cerrar la puerta.

-Asi que Takao ¿Eh?- Kise golpeaba con su codo repetidas veces a la de Shutoku mientras alzaba las cejas.

-No me gustan los hombres, y menos los idiotas.

-¡Midorimacchi! Somos mujeres, es obvio que nos van a empezar a atraer a partir de ahora los hombres.

-De hecho, hay mujeres les...- fue callada por la mano de Kagami la cual cubria su boca.

-No traumes a la niña, Momoi.- susurro este.

-¡Ay! ¡Por favor, Kise! ¿Que sigue? ¿Pijamas de unicornios? ¿Posters de perritos?

-Los perritos son adorables, Aomine-kun.

-Bueno, bueno.- dio un aplauso para llamar la atención.- Son las 7 y tengo hambre. Kagamin, haznos la cena.

-¿Ahora soy su esclavo?

-Siempre lo fuiste.

Dirigió una ultima mirada asesina a Aomine mientras se dirigia a la cocina entre maldiciones.

***

-Estoy rendida.

La morena se desplomó sobre el futón.

-Estoy con Mine-chin- también se desplomó sobre el suyo.

-Tetsu-kun ¿Podrías apagar la luz?

Todos ya estaban dentro de sus futones menos Kuroko el cual fue un momento al baño.

-Por supuesto, Momoi-san.

Con el cuarto oscuro, se dirigió a su futon el cual estaba al lado del de Kagami.

Minutos de silencio despues parecia que todos estaban dormidos, Tetsuya estaba a punto de cerrar los ojos por el sueño hasta que su luz le hablo.

-Hey, Kuroko.- susurró.- ¿Estas dormido?

-Si, Kagami-kun. Porque es muy normal esperar la respuesta de un dormido.

-Deja tu sarcasmo.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo que no puedo dormir.

-Buenas noches, Kagami-kun.

-Espera. Quiero charlar contigo un momento.

-Yo no. Buenas noches, Kagami-kun.

Al ver como su nueva amiga se volteó para darle la espalda tuvo que usar otras medidas.

-Estoy seguro de que Kise si va a querer hablar conmigo.- dijo en tono cantarin.

-¿De que quieres hablar?

Misión cumplida.

-¿Cómo lo estas llevando? Esta mañana estabas muy asustada.

-Bien supongo, creo que estamos mas tranquilos frente a esto que como lo estarian otras personas.

-Espero que vuelvan a ser hombres lo mas rápido posible, se siente raro estar rodeado de chicas. Aunque lo bueno es que sera mas fácil derrotarlos en la cancha.

-Eso si que no Kagami. Aun con este cuerpo, te voy a destrozar en la cancha.

Los dos abrieron los ojos como platos al escuchar la voz de Aomine en algún lado de la habitación.

-No porque seamos mujeres quiere decir que no seamos buenas jugando, machista.- añadio Midorima.

"Ahora todas se vuelven feministas"

Kagami se golpeó con la almohada cuando escucho como se unían los chillidos de Kise a la conversación.

-¿Por qué se meten en una charla privada?- murmuró aun con la almohada en su cara.

-¿Privada? Si quieres que sea privada no lo grites a los cuatro vientos, Taiga.

-Es verdad, Kaga-chin. Hasta los vecinos deben haberte escuchado.

-Es verdad, Bakagami. Dejame dormir.

Y empezaron las quejas de las pobres chicas. Lo que mas se oia eran los quejidos de Kise al no poder tener su "sueño reparador".

Pobre Kagami, lo que no sabe es que tendrá varios dias sin dormir en paz.

¡Solo Escoge A Una, Taiga!//Kuroko No BasketDonde viven las historias. Descúbrelo ahora