Cap.8

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Lo odio, solo han pasado dos horas y ya lo odio. Solo está allí, sentado frente a mí con su aspecto fantasmagórico, mientras dos cadenas le cuelgan de las manos.

"¿Quieres saber cómo es el otro lado? ¿O quizá la condena que te espera?"

Suspiro.

Dos horas, y inútil abre la boca por primera vez solo para fastidiar. Lo prefería cuando estaba vivo, al menos sabía que me tenía miedo.

-Mira si buscas atormentarme vas a tener que hacer un esfuerzo mayor, o ya de paso que envíen otro, tú... -Me rasco la cabeza-. Tú no intimidas ni a un niño, es más ni a un ratón, es más ni...

"Ya entendí." Pone los ojos en blanco, creo. "Mira hagamos esto fácil, yo te atormento, me cobró lo que me hiciste en vida y me voy."

Me da un tick en el ojo.

-Mejor vete de una vez, si me fastidia hablar con gente viva imagínate como me siento hablando contigo.

"Pues es una pena, ahora que estoy muerto no me das miedo." Me mira desafiante.

-No tengo tiempo para esto, por tu culpa tendré que contratar a otro iluso que se haga carga de tu trabajo. -Me levanto-. Espero que mañana no estés aquí, porque sino...

"¿Sino qué? Ya estoy muerto."

Pongo los ojos en blanco, y empiezo a caminar hacia el ascensor.

-¡Eso es un cliché! -Le saco la lengua-. Inútil.

"¡Tu vida es un cliché mandona!"

-¡¿Quién lo dice?! ¡Espíritu defectuoso!

"¡Psicópata!"

-¡Ser sin autoestima!

"¡Ser malvado!"

-Ay, gracias. -Siento como mis mejillas sé sonrojan.

Él abre mucho los ojos durante un rato, para después ganar una mirada de aburrimiento.

"Eso es un cliché también."

Pongo lo ojos en blanco otra vez, para salir con paso fuerte y rápido en dirección a las escaleras. Tengo que mandar a arreglar ese maldito ascensor.

-¡Idiota!

"¿A dónde crees que vas?" Comienza a seguirme levitando tras de mí. "No te desharás tan fácilmente de mí."

(...)

Escena 1, toma 2.

Yo sentada en mi puff gigante viendo a el inútil jugando con un sombrero de peluche mientras Blue lo observa atento.

Cómo, cuándo, quién, dónde y por qué se preguntaran.

Y sino, pues no me importa aun así les contaré.

Flashback

"¿A dónde vamos?" Preguntó esclavo por quincuagésima ves en tres minutos.

-¡Cállate! -Grité exasperada-.

-Pero no he dicho nada, ama. -Respondió mi chofer-.

-No te estoy hablando a ti, así que no me hables.

-Sí, ama.

"¿Siempre eres tan cruel?"

-Sí.

"¿Todos tus empleados o esclavos te llaman ama?"

-Es obligatorio para seguir vivo.

"Eso es un poco..."

-No podrías callarte por cinco minutos.

"Y..."

-No lo digas...

"¿A dónde vamos?" Sonrió.

-Respiro extremadamente profundo- A mi apartamento.

-Ya llegamos ama.

-¡Genial!

Me baje lo más rápido que pude intentando de que inútil no me siguiera, corrí hasta adentro del complejo ignorando el saludo del portero y del gerente. En el ascensor y camino a mi apartamento él no estaba junto a mi, respire tranquila y justo cuando me disponía a colocar la llave en el cerrojo para abrir la puerta un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

"No escaparas de mi."

Fin flashback

"Nunca hubiera imaginado que a Cruela le gustaran los animales."

-Primero, esa referencia es irónica y, segundo, él es diferente.

"¿Diferente? ¿En qué sentido?"

Lo sabe. Así que no digo absolutamente nada, es decir no pienso seguirle el juego.

"¿Así que no hay respuesta?"

Siento una necesidad extrema de arrancarle las entrañas. Lástima que no tiene cuerpo, sino...

-Sabes que voy a decir copia barata de los fantasmas del tipo que odiaba la Navidad.

Se olvidó el nombre, genial, ahora lo dirá y me lo recordará hasta la muerte.

"¡¿Copia?!"

-Oh, parece que el señor no "tengo identidad" propia se enojo.

Se masajea las sienes, mientras deja el sombrero en su lugar.

"Deja de irritarme."

-¿O qué? ¿Me matarás? -Me rió-.

"Podría, sí."

Dejo de reír al ver la seriedad de su rostro.

-No te atreverías...

"¿Segura?"

Me sostiene la mirada, por varios segundos. Supongo que está hablando en serio.

Lo cual me importa tanto como un huérfano a decir verdad, pero bueno que le voy a hacer, no quiero morir por culpa de alguien tan indigno, y que ni siquiera puede comer.

-Esta bien. -Sonríe victorioso-. Copia... -Susurro-.

"Escuché eso." Saca un cuaderno fantasmagórico y apunta algo en él.

-¿Qué haces?

"Te quedan cien insultos, cuando los termines, llamaré a la muerte."

-¡Que mier...! -Me tapo la boca al verlo escribir-.

"Noventa y nueve."

Muy bien debo pensar bien lo que diré ahora, y no caer en lo de "querer hacer algo, pero hacer lo contrario".

No puede ser tan difícil decirle las cosas de forma de amable, quiero decir, no soy una psicópata.

-¡Escucha pedazo de basura ectoplasmatica! ¡Tú no tienes control sobre mí o mis palabras!

"Noventa y siete."

-¡¿De dónde carajos salió la segunda!?

"Pues era obvio que dirías otra así que..." Ladea la cabeza.

Si pudiera matarlo, lo haría de las formas más crueles y sanguinarias posibles.

"Mira podemos hacer esto de una forma fácil." Lo miro de reojo. "Puedes seguir insultándome y morir en unos minutos." Antes de que yo diga algo levanta una ceja y con eso me callo. "O puedes seguirme el juego. Tú decides Nia."

Hijo de la grandísima, reverenda, matriarca y maestra suprema de las...

-Esta bien...

"Procede."

Ahora lo odio incluso más.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2017 ⏰

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Sangre Entre LíneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora