Cuando abro los ojos no hay ruido y solo un poco de luz entra por la ventana. Aún es de noche.
Significa que me salve de la paliza, que aún puedo terminar el trabajo.
Me siento tan débil, diablos, no creo poder ni moverme. Quizá vaya a terminar de una vez.
Quizá ya sea mi momento...
Quizá...
No, ya recobre fuerzas, ¿En qué estaba?
¡Ah sí!
El plan para escapar/suicidarme, porque vamos terminaré como tortilla, pero que más da.
Bien, debo hacer este trabajo de forma impecable, luego me ganaré su favor siendo un poco lame botas, no demasiado o podría darse cuenta.
Ella se sentirá algada, entonces pediré una manta o ropa nueva y la usaré como cuerda la próxima que no esté.
Un plan que puede fallar... Porque si lo hace estoy muerto.
Bueno de todos modos estoy muerto, a lo mejor debería intentar ganarme su aprecio, así quizá ella me liberé por las buenas y...
¡Nah! Mejor la ventana.
Bien, ahora a leer.
(...)
-Ah... -Bostecé-.
Estaba realmente exhausta.
Ese trabajo de ayer se llevó toda mi energía, pero vaya que sí me dejó de buen humor.
-No quiero ir hoy a trabajar... -Dije sin ganas apoyada en la ventana del auto mientras veía por ella-.
-¿Quiere qué me devuelva al apartamento? -Preguntó mi chofer sin apartar la mirada del camino-.
-Pensé unos segundos- No... -Respondí desanimada- Tengo trabajos pendientes e historias que tengo que editar atrasadas, además de vigilar al nuevo.
Argh...
A veces me retracto de haberlo contratado o dejarlo vivo. Pero, sino lo hubiera hecho aún seguiría en la editorial leyendo, corrigiendo y editando todas esas historias.
Creo que lo podría dejar vivir unas semanas más.
Al llegar a la oficina me dirigí a la habitación del lacayo.
Abro y me encuentro con él leyendo. Al lado tiene varios papeles que supongo serán su trabajo.
-¡Oh hola!
Parece demasiado animado, no me agrada, se trae algo entre manos.
-Acabo de terminar. -Deja los papeles que estaba leyendo en la pila junto al resto-.
O quizá solo está feliz porque no lo mataré. Creo que ya aprendió la dinámica.
-Se ve muy linda hoy, por cierto.
Hijo de... ¡Se quiere escapar!
Lo miro inexpresiva.
-Am... ¿Dije algo malo?
Instintivamente mi mano se mueve para tomar el bate, pero no lo hago.
-Gracias. -Finjo estar algo halagada y sonrio.
Sus ojos se llenan de esperanza. Algo repulsivo, pero bueno le seguiré el juego, quiero ver que trama.
-¿Cree qué podría darme una manta para pasar mejor cuando haya frío?
Claro, quiere salir por la ventana. Eso es suicidio en todo caso y no creo que vaya a Intentarlo.
Pero por si las dudas...
-No.
Si las cosas le salen bien, podría irse.
-Por favor ama y señora, no quiero morir de frío.
Aunque la pierna no lo dejara hacer nada.
-¡Bien! Pero solo porque no quiero que más idiotas vengan acá.
Y puedo vigilar que no lo haga desde la casa. Sera un fastidio venir para matarlo, claro sino se hace papilla.
Voy a la bodega, tomo la manta más delgada que hay y vuelvo.
-Esto es más de lo que alguien de tu nivel, podría recibir. -La tiro hacia él-. Así que, si alguno de tus trabajos me decepciona te la quitaré sin chistar.
El asiente conforme y yo agarro los papeles de la pila.
Al leer un poco de uno me doy cuenta de lo bien que está hecho...
En serio espero que caiga al vacío y muera para quitarmelo de encima. Aunque tendría mucho más trabajo...
Voy hacia él con intención de quitarle la manta, pero me detengo de nuevo.
Quizá sea mejor ver qué hace primero. Quizá estoy malinterpretado sus intenciones y...
¡Oh Dios!
¡¿Cómo se llama esa porquería que es lo contrario al síndrome de Estocolmo?!
Alto...
Eso no existe, en todo caso sería...
¡Humanidad! ¡No!
-¡No! -Grito cerrando la puerta y echando a correr- ¡No!
Bajo rápidamente las escaleras, paso al lado de la secretaria y salgo.
Alto...
Regreso, encontrado a la secretaria con un pastelito de chocolate.
Me acerco lentamente a ella, le quito el pastel, le doy una mordida y lo tiro a la basura.
-No te lo mereces. -Ella ve hacia el basurero con una lágrima en su mejilla-. Oh, cierto yo estaba en otras.
Echó a correr otra vez, llevándome por delante a un tipo votándole los papeles que llevaba.
-¡Estúpida humanidad!
La secretaria exhaló con fuerza.
-Mi pastel.
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Sangre Entre Líneas
Humor"Se busca empleado. Requisitos: Que no valore su vida, no se tenga respeto propio, no busque superarse, que se entregue en cuerpo y alma; además acepte menos del salario mínimo. Si está interesado favor comunicarse al... "