Cap.2

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Desperté.

No sé cuánto tiempo ha pasado desde entonces y todo me da vueltas. Ni siquiera consigo ver con claridad hasta que pasaron unos minutos. Me doy cuenta entonces que ella no está, así que trato ponerme de pie, solo para caer por el dolor.

Me ha roto la pierna.

Bueno por qué no lo haría, tenía un bate, estaba muy mal de la cabeza y era hermosa... En realidad debo agradecer que no estoy en una​ bolsa de basura con aroma a rosas en medio de algún lago o en su pared junto al otro idiota.

Bien, he leído suficientes libros sobre psicología y psicópatas como para saber que duraré una semana.

Bueno al fin que mi madre me dijo que algún día terminaría en un basurero, supongo que lo que haga al final será mejor que eso por lo que: Jaja madre.

Me arrastro un poco para ver si logro llegar al panel que uso para cerrar la puerta. Vamos la combinación debe ser cero, cero, cero, uno. Nadie pone contraseñas muy complejas, no es como que alguien pueda memorizar algo como el año de su nacimiento.

Eso o soy deficiente, pero lo dudo o no tendría un doctorado en filoso...

Soy deficiente.

Logró llegar hasta el escritorio y con ayuda de los bordes logro sentarme en la silla.

Sí Jay, sal de casa por un trabajo y toma el primero que tenga una nota "humorística", no es una trampa de una mujer extremadamente sexy, que probablemente mató a sus padres a los cinco años con un lápiz de minas.

Bueno...

En realidad no sé de qué diablos hablo, dentro de las posibilidades de que esto llegara a suceder eran como de uno por ciento, así que en teoría no debía pasar, pero como nací bajo una escalera mientras mi padre rompía un espejo y un gato negro dormía junto a mi madre esto tenía que pasar.

Tecleo el código y las barras suben. Con ello me echo al suelo y empiezo a arrastrarme.

Solo faltan unos metros...

Unos centímetros...

Sí, sí, sí...

-¿A dónde crees que vas, Bella Durmiente? -Dijeron tras de mí-.

-¡Ah! -Grité del susto volviendo a verla-.

-¿Creíste qué te dejaría escapar tan fácilmente? -Sonríe cínicamente- Que estúpido eres.

Se dirige al escritorio y vuelve a activar las rejas mientras guarda su bate.

No.

Esta, probablemente, era mi única posibilidad de salir y se arruinó, peor aun, me descubrieron, ahora si que dure como cinco minutos a menos que haga algo.

-Yo-yo... -Intenté excusarme-.

-Cállate. -Me interrumpió- Al parecer no puedo confiar en ti, así que me temo que te tendré que encadenar.

-¡No! Por favor, no me encadene junto a "eso". -Dije mirando al esqueleto en la pared-.

-¡Ja! -Se burló- ¿De verdad creíste qué te tendría cerca de mí? No, no, no; tú tendrás tu propia habitación. -Caminó hacia mí, me tomó de los pies y me arrastró hasta una puerta de metal con varios cerrojos del otro lado de la oficina.

Abrió la puerta y pude observar que era una habitación de 3x3 hecha de cemento con nada más que una ventana vieja y un par de cadenas.

Me adentró en ella hasta llegar a la pared en donde se encontraban las cadenas y colocó una en el tobillo de mi pierna rota.

-Ahora esta será tu habitación, cuando te necesite vendré aquí. -Estaba apunto de marcharse pero se detuvo- ¡Ah! Se me olvidaba, toma. -Me tira unos papeles y manuscritos- Este es tu primer trabajo, los manuscritos los tienes que leer y darme los que veas que tienen potencial con notas si es necesario cambiar algo; y los papeles son borradores de novelas que quiero que escribas pero esas las editaré yo y quiero ver un adelanto de todo esto para mañana en la mañana. ¿Lo has entendido? -Me mira indiferente-.

-¿Pa-para mañana?... Pe-ro eso es imposible...

-Bien, entonces lo has entendido. -Sonrió. Se comportaba tierna y dulce.- Te veré mañana temprano y no intentes gritar -Se vuelve hacia la puerta y habla con voz fría- porque a nadie le va a importar tus patéticos gritos.

Seguido de eso cerró la puerta tras ella y me pareció escuchar como colocaba un par de cerrojos.

Me... me dejó aquí solo, con el dolor de la pierna rota, encadenado y atónito en esta habitación para que trabaje en unos manuscritos y novelas para mañana a primera hora.

Esto es inhumano, inmoral, intolerable, inadmisible... in-in-increíble...

Se que no debería emocionarme pero... ¡Por fin tengo trabajo en algo que me gusta! y gracias a mi conocimiento en novelas de secuestros y asesinatos se que debo hacer lo que me dicen y ser completamente sumiso y todo estará bien.

Lo único que me queda es trabajar en estas histo...

Un momento...

... no me dejó un lápiz...

Esta será una larga noche.

Sangre Entre LíneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora