Prólogo

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La había visto partir esa noche. No tuvo el valor de detenerla, de pedirle una explicación, no tenía el derecho. Porqué...

Había sido un idiota con ella.

Bebió de un sorbo su vaso de whisky, dos, tres. Después de una hora había perdido la cuenta de cuantos vasos había tomado.

Solo necesitaba que alguien le dijera que todo era mentira, que había sido un mal sueño y que ella no estaba junto a otro que no fuera él. El recuerdo de sus palabras años antes le hacía reír con burla, recargado en la barra de aquel solitario bar.

Quizá después de todo ella había olvidado sus palabras cuando estaban juntos, incluso su promesa de ser el único en su vida. 




Sus pequeñas manos se deslizaron sobre su palma para enredar sus dedos con los suyos. La escuchó suspirar mientras recargaba su rostro en su pecho desnudo.

- ¿Sucede algo cariño?

Sintió su cabeza asentir, pero no le dirigió la mirada en ningún momento. Solo se mantuvo así.

- Debo confesarte algo.

- ¿Sí? ¿Qué es?

Le ánimo acariciando su espalda formando figuras irregulares.

- En un futuro, deseo que seas tú con quien forme una familia. Qué seas tú el único hombre al que espere día a día al finalizar el día.

Su mente en ese momento imaginó ese escenario. Holly esperando en la puerta de su hogar con una hermosa barriguita, claro signo de que estaban en espera de su primer hijo. El fruto de su amor, porqué amaba a Holly con locura y eso era más que claro.

- Deseo que seas el único a partir de ahora.

Suponía que se refería a no ser nada de Seok Jin. Él también deseaba lo mismo, poder tenerla para él y nadie más.

- Puede ser a partir de mañana mismo. Depende de ti Holly. - Expresó elevando su rostro con una de sus manos.- Solo de ti amor.

Ella le miro con devoción ante sus palabras. Se perdió en el mar de su mirada achocolatada.

Un brillo especial relucía en sus hermosos ojos y solo podía sentir a su corazón latir frenético al verla de tal manera. Podía jurar que estaba a punto de llorar.

Pero en su lugar, acarició su mejilla y le acercó a ella. Unió sus labios con los suyos y supo que pronto esto acabaría. Los encuentros furtivos, las miradas disimuladas. El deseo que les consumía a ambos al estar junto al otro.

Las Noches con Él 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora