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Camino por los pasillos, sin intimidarse ante las miradas curiosas de todos los empleados. Ya se había acostumbrado a sus miradas y ser señalada. Su historia con Jin Woo, parecía ser la típica de muchas mujeres de novelas.
La secretaría arribista que terminaba casada con su jefe. Pero ese no era su caso, era muy diferente a esa versión.
La relación de ambos había nacido de ayuda mutua. Jin Woo decidió hacerse cargo de Tessa, a cambio, agradecida ante su acción, había prometido ser una buena esposa y lo cumpliría a pesar de que su corazón se negase amarlo.
Llegó hasta la recepción de la sala de juntas y pudo verlo a través del cristal.
Preocupado y tenso.
Aseguró mentalmente.
Movió el rostro de un lado a otro y siguió su camino. Se abrió paso empujando la puerta y lo vio elevar el rostro.
— ¿Se puede?
Él azabache asintió con una sonrisa en el rostro.
— Llevo tiempo buscándote.
— Perdona cariño. Estaba analizando los ingresos de este año.
— ¿No van bien?
Jin Woo negó. Se recargo sobre el respaldo de su asiento soltando un sonoro suspiró.
Los labios de Holly dibujaron una mueca de inconformidad. No le gustaba ver a Jin Woo estresado, mucho menos preocupado.
Camino hasta él, se colocó detrás y comenzó a masajear sus hombros y cuello.
— Todo saldrá bien Jin, eres un hombre muy inteligente y prudente. Sabrás que decisión tomar.- Le animó.
Jin Woo suspiró nuevamente y cerró los ojos dejándose relajar por las manos de Holly.
— Holly...
La castaña deslizó sus manos sobre sus hombros rodeándole, recargo su barbilla depositando un beso en su mejilla.
— Dime.
— ¿Lo sigues amando?
La pregunta le tomó por sorpresa. Sin embargo aún ahora, se negaba admitir la verdad de sus sentimientos todo este tiempo.
— ¿Qué tipo de pregunta es esa Jin? - Intentó esquivarla.
— Holly—. Le llamó. Tomo sus manos separándolas, le hizo quedar frente a él y tomar asiento sobre el cristal que adornaba la mesa.
