Cambio de papeles

Despedidas

Una día más en ese lugar del bosque, sin ninguna novedad. Ambos empezaban a cansarse de eso, querían encontrar la forma de salir de ahí, pero uno de ellos no estaba tan seguro de querer volver a casa.

Kakashi había encontrado en ese pequeño lugar con ese chico escandaloso lo que no hallaba en la aldea con todos sus demás compañeros, una calidez que no sentía desde que su padre murió. Y estaba totalmente conciente de que si volvía a su línea de tiempo el no estaría ahí.

Alrededor de lo que parecía ser el medio día, empezaron a notar algunas cosas extrañas, algo similar a las interferencias.

Observaron atentamente los lugares de donde venían esas interferencias, y al parecer eran los sitios por donde entraron, lo que confirmaron cuando empezaron a escucharse voces provenientes de ella.

- ¡Naruto! ¿Donde demonios estás? - al principio se escuchaban muy poco, pero iban subiendo de volumen.

- ¡Bakakahi! - el peliplata, al escuchar la voz de su compañero de equipo de aferro sin pensarlo al rubio.

- ¿Qué pasa? - el rubio le pregunto algo confundido.

- No podemos irnos... ¡No quiero! -  estaba comportándose como un niño, algo no muy propio de el.

- ¿De qué estás hablando? Tenemos que volver.

- ¡No! ¡Si no podemos quedarnos aquí iré contigo entonces!

- Kakashi...

Naruto abrazo con ternura al menor, haciendo que se tranqulizara un poco.

- Lo siento - le dijo el rubio al oído antes de empujarlo con brusquedad, haciendo que cayera al suelo.

- Espera - cuando reaccionó se levantó y trato de ir hacia Naruto, pero antes de alcanzarlo, las interferencias se cruzaron y se desvaneció frente a él.

El rubio solo observaba con una mirada triste el lugar donde antes estaba el pequeño peliplata y ahora se encontraba vacío, hasta que un golpe en la cabeza lo hizo regresar.

- ¡¿Por que siempre tienes que ser tan descuidado?! - y ahí estaba su compañera, como siempre, gritando.

- ¡No fue mi culpa! - trato de buscar alguna escusa para evitar otro golpe.

- No entiendo como puedes seguir igual, hace una semana que estás ahí.

- ¿Una semana? - puede que ahí dentro no se pueda distinguir bien el tiempo, pero juraria que estuvo más de un mes.

- Si, aunque puede que para ti haya sido más o menos tiempo - hablo un anbu que se acercaba a ellos - después de todo, se trataba de una falla de espacio-tiempo.

- ¿No te encontraste con nada sospechoso? - le pregunto otro ninja.

- No - dijo pensando un poco - no había más que bosque.

- Si es todo, significa que tu misión termino - la peligrosa lo observaba con algo de alegría - entonces podemos ir a casa.

Naruto dió un último vistazo al bosque y encontró el sitio donde se enfrentaron su joven sensei y el por primera vez, sonrío con nostalgia y se dió la vuelta.

- Si, vamos a casa.