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— Cuando vi a EunWoo hyung por primera vez pensé: "¿cómo alguien puede ser tan apuesto?".

Las risas del resto de los miembros de Astro no tardaron en hacerse presentes ante el comentario del de rasgos gatunos.

— Gracias, Bin-ah. — El de cabellos azabaches sonrió.

— La siguiente pregunta es para el segundo maknae del grupo~... — Canturreó JinWoo, leyendo las tarjetas que llevaba en las manos. — Rocky, ¿cuál fue tu primera impresión sobre SanHa?

El cuestionado tragó saliva. Sabía que no podía responder lo que realmente estaba pensando. Es decir, que le pareció el ser más lindo que había pisado la Tierra desde el momento en que posó sus ojos sobre él.

¡Claro que no podía decir eso! Ninguno de los chicos estaba enterado de que llevaba ya casi dos años enamorado del peliblanco. MyungJun era la única excepción. MinHyuk se acercó buscando apoyo por parte de su hyung y, en efecto, lo recibió.

— ¡Yah, Rocky hyung! — la voz del menor retumbó en sus oídos y se dio cuenta de que aún no respondía la pregunta. Se percató de que tenía su atención, prosiguió: — No me dejes mal, por favor.

El resto rió, menos el moreno, quien buscaba las palabras adecuadas para asegurarse de no decir nada que dejara sus verdaderos sentimientos al descubierto.

— Cuando conocí a SanHa, me pareció que sería un muy buen elemento para el equipo. Sí, eso. — Habló por fin, y soltó un pequeño suspiro forzado. El mayor de los seis, que se encontraba sentado a su lado, le lanzó una mirada triste.

Lo que ambos no sabían, era que el mencionado pudo sentir como su corazón se estrujaba.

Sí, era algo mutuo. Sí, quizá tenía diecisiete años, pero estaba seguro. Y sí, también se aseguró de guardárselo y sólo para sí mismo.

— Vaya, gracias, hyung. — El menor sonrió, fingiendo restarle importancia.

Una de las ventajas de cargar con la ternura y belleza de SanHa, era que, con el paso del tiempo, aprendías a disimular perfectamente tu estado de ánimo y nadie se daba cuenta.

La entrevista siguió su curso con algunos comentarios más de Bin acerca de DongMin, o una que otra sonrisa coqueta de JinWoo para MyungJun y viceversa. Y, por supuesto, las largas miradas del peliblanco hacia MinHyuk cuando el mayor de ambos estaba en su mundo.

Finalizó. Los seis agradecieron al equipo de producción y se dirigieron al backstage para esperar la hora de irse a sus dormitorios.

— Rocky-ssi, ¿está todo bien? — preguntó el azabache, sentándose en el suelo frente a él.

— ¿Eh? Sí, hyung. ¿Por qué no lo estaría? Me encuentro de maravilla. — Creía haber ocultado el sarcasmo de sus palabras ante DongMin – el cual estaba muy concentrado en su novio, que se encontraba al otro lado de la sala –, pero recibió un golpecillo en la pierna. — ¡Yah! ¿Qué ha sido eso?

— Está mal que seas sarcástico y lo sabes. Tal vez él no se dé cuenta, pero no todos estamos lo suficientemente perdidos en nuestros enamorados como para ignorar tu actitud. — Respondió el mayor, con voz firme. Era difícil imaginarlo así.

— Bueno, ¡pero que ni atención me está prestando! — Reprochó el moreno.

— ¡DongMin-ah!

— Hyung, lo lamento, debo ayudar a Binnie con algo. — Sin decir otra palabra, se levantó y caminó directo hasta su pareja.

— Te lo he dicho. — Se encogió arrogante de hombros, y se recostó en su lugar. — Y, por cierto, mi actitud no es lo suficientemente mala como para que se den cuenta. Después de todo, no lo han hecho por dos años, ¿recuerdas?

Cuando iba a responderle – probablemente con algún otro regaño –, SanHa llegó y se recostó sobre MinHyuk, rodeándolo con sus brazos.

Aquella era una actitud muy común del menor. Le gustaba ir por todos lados abrazando y dándole cariño a la gente que le importaba. Comenzó a reír.

— Niño, me lastimas. — Logró articular, aún entre risas. MyungJun simplemente los observaba.

— Minnie hyung me dijo que no te sientes bien, ¿qué pasa, Hyukkie hyung?

Sí, Hyukkie.

— Lo bueno es que ni atención te estaba prestando, ¿verdad? — Soltó el mayor. El castaño puso los ojos en blanco.

— Estoy perfectamente, SanHa, no sé porqué habrá dicho eso. — Respondió, a la par que intentaba levantarse, pero el peliblanco se lo impidió.

— Hyung, no me mientas. — Arrugó la frente y abultó el labio inferior de su pequeña boca. — ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

El miedo de responder lo invadió por completo. Porque ¡claro que había algo que pudiera hacer! Podía llenarle el rostro de besos, abrazarle todo el día... ¿pero qué estaba pensando?

— ¡Junnie, necesitamos tu ayuda por aquí! — La voz de JinWoo se escuchó, dirigiéndose a su novio, desde el otro lado de la habitación. Al parecer la pareja de los medianos tiró al suelo todas las bebidas que estaban en la mesa.

— Si me disculpan, debo ir a limpiar su desastre.

Antes de levantarse, le lanzó una última mirada cómplice a MinHyuk, indicándole que debía aprovechar el momento para hablar con SanHa de... realmente cualquier cosa. Tenía tiempo sin disfrutar de la compañía del menor, sin que alguno de sus compañeros merodearan por ahí e interrumpieran.

— Hyung... ¿puedo preguntarte algo? — Habló el peliblanco, una vez estaban relativamente solos.

— No veo porqué no. — El castaño le sonrió cálidamente. El corazón del menor se saltó un latido.

Le devolvió la sonrisa. — ¿Te gustaría salir conmigo esta noche?

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¡Hola! Antes que nada, muchas gracias por tomarte el tiempo de leer el capítulo.
Éste es el primer fanfic que escribo sobre Astro, por lo que espero que les haya gustado mucho.
En fin, nuevamente gracias por leer.

All the love, Fer.

Skinny love | Sanhyuk. 「 Finalizada. 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora