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Una semana había transcurrido desde lo sucedido, y ninguno lograba entender exactamente qué eran.

¿Amigos? ¿Amigos con derechos, quizá? ¿Novios?

Aunque realmente no les importaba, pues amarse mutuamente era razón suficiente para ambos como para no utilizar ninguna de esas etiquetas.

Pero, por supuesto, no todo podía ser perfecto siempre.

— ¡Estabas apunto de besarle! ¡No quieras verme la cara de idiota ahora, MinHyuk! — exclamó el menor, caminando de un extremo de la habitación al otro.

— ¡Ese lenguaje, Yoon SanHa! — regañó el moreno, y al ver que el semblante del peliblanco no cambió, suspiró. — No iba a besarlo, por amor de Dios. Fui retado. Re-ta-do.

— Pudiste decirle a JinWoo hyung que MyungJun era el reemplazo perfecto, pero no, en lugar de eso, decidiste tomar aquella oportunidad.

— Niño, ¡no lo haría! Ellos tienen una relación, ¿lo olvidaste? — pausó. El contrario le miró. — No entiendo qué te molesta tanto.

— ¡No puedo soportar que mi... — se interrumpió. ¿Cómo se supone que debía llamarlo? — que tú estés yendo por la vida queriendo besar a todo mundo!

— ¿Desde cuándo yo quiero besar a todo mundo? — se defendió el mayor, divertido.

Disfrutaba verlo así. Sabía que era realmente complicado hacerlo enojar, pues la mayoría del tiempo actuaba como un verdadero ángel, pero para él era una señal de que le importaba lo que hiciera o lo que no. Por como reaccionó, también pueden llamarlo masoquismo.

— ¿Acaso crees que es divertido, Park? — SanHa se detuvo en seco.

Ups, creo que es hora de terminar con esto antes de que empeore.

— En ningún momento dije eso. — se acercó. Entrelazó sus dedos. — Ya, discúlpame, ¿sí? Te prometo que a la próxima diré que alguien más lo hag...

— No habrá próxima, MinHyuk. Hoy duermes en tu cama, y ni se te ocurra intentar abrazarme a mitad de la noche. — amenazó. El castaño soltó una risilla.

El último mencionado, al notar que las facciones del contrario no cambiaron, borró su sonrisa inmediatamente.

— Oh, ¿hablas en serio?

El menor no dijo una sola palabra. Se dio la media vuelta para salir de ahí, pues sabía que, si se quedaba, terminaría ahorcándolo.

— Vamos, ¡no iba a besarlo!

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Durante todo el día, SanHa se las había arreglado para evitar todo tipo de contacto con su hyung. Lo ignoró por completo.

Se encontraban en el salón de prácticas de Fantagio, repasando una de sus más recientes coreografías. Debido a que era MinHyuk quien la perfeccionaba, el peliblanco se rehusaba a observar y, por ende, cada vez que lo intentaban, algo salía mal.

Le dio su espacio porque no creyó que fuera algo por lo que debían armar tal drama. Es decir, sabía que las actitudes del menor no eran ninguna broma, pero no que iba tan en serio.

Tras percatarse de que, al igual que todas las anteriores, la última práctica no salió nada bien, suspiró y decidió que era momento de aclarar las cosas con él.

— Yah, SanHa-ssi, ¿podemos hablar? — al no recibir respuesta, repitió, esta vez con voz firme: — ¿Podemos hablar?

— ¿Es algo importante, hyung?

Park rió amargamente, y lo tomó de la mano para salir de la sala. Una vez fuera, el contrario lo soltó bruscamente.

— ¿Seguirás con esa actitud? — el menor puso los ojos en blanco.

— ¿Qué actitud, MinHyuk? Estoy completamente bien. — respondió, en un intento de sonar lo más cortante posible.

¿Guerra quieres? Guerra tendrás.

— No fue lo que te pregunté. — pudo notar como su cambio repentino de actitud sorprendió al peliblanco, y continuó. — ¿Sabes qué? Mejor no respondas. Realmente no es de mi incumbencia, lo único que voy a pedirte es que no estropees más prácticas, todos estamos cansados y necesitamos hacer esto bien para poder irnos a casa.

Dicho esto, el moreno giró sobre sus talones. Cerró con fuerza los ojos por unos segundos, para acto seguido regresar con los chicos.

Nunca le había hablado de tal manera a SanHa. Quizá a DongMin, a JinWoo, a MyungJun e incluso a Bin sí, pero no a él.

Resultó un poco más fácil de lo que esperaba, pero no le gustaba tratarlo así.

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Finalmente estaban en los dormitorios, y, al igual que durante todo el camino, los maknaes del grupo se encontraban discutiendo.

¿Que por qué? Mientras hacían la cena, el mayor rompió un vaso por accidente debido a que el menor intentó empujarlo, dejando el suelo lleno de pedazos de vidrio.

"Ahora lo arreglan ustedes", fue lo que dijo el líder antes de que el resto se encerrara en sus habitaciones, para dejarlos limpiar el desastre que ocasionaron.

Así es, la, al principio, actuación de MinHyuk se convirtió en enojo completamente genuino.

Cuánta bipolaridad, ¿no?

— ¡Eres insoportable, Park! — exclamó.

— Pero bueno, ¡mira quién lo dice! — contraatacó.

— Esto es tu culpa.

— ¿Mi culpa? ¡Tú fuiste el que intentó empujarme! — se excusó, elevando la voz.

— Exacto, in-ten-tó. Pero, desafortunadamente, no lo conseguí, así que el resto fue por tu falta de inteligencia.

— ¿Acabas de llamarme idiota?

— Oh, vaya, felicidades, lo notaste. — le regaló una irónica sonrisa.

— Estás siendo demasiado inmaduro, pero por supuesto, ¿qué más podía esperarme de ti? — el moreno imitó su acción.

— Eh, ¡hola! estás siguiendo con esta discusión en lugar de ignorarme, ¿quién es el verdadero inmaduro aquí?

— Sigues siendo tú. — se encogió de hombros.

Actuaban como si de niños de cinco años se tratase. ¿Que si era comprensible? Quizá no por completo, pero, después de todo, estaban enojados por la actitud del otro, y no les interesaba quién de los dos había comenzado. 

Uno pensaría que son problemas que tiene cualquier pareja, ¿no? La cosa era que no se podían denominar una. Al menos no aún. Eso, y que el motivo de la discusión era realmente estúpido. 

— Ojalá te cortes con alguno de los vidrios. — atacó SanHa.

Ojalá cometas algún error en el show de mañana.

— ¡Ojalá nunca te hubiera besado!

Skinny love | Sanhyuk. 「 Finalizada. 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora