CONTIGO [Zayn Malik] *1D*

Fresas y Chocolate [HOT]

Capitulo #18 – Fresas y Chocolate

Zayn***

Al salir de la habitación fui directo a la cocina, abrí la nevera y saque un plato con fresas, y un recipiente con chocolate liquido, metí este al microondas para que se calentara, y después de escuchar los tres pitidos lo saque y tome camino de regreso a la habitación.

Emma estaba sentada sobre sus piernas, tratando de abrir la caja que tenía en manos, y sin aun notar mi presencia. Deje las cosas que traía en un mueble, y camine hacia ella, quitándosela, antes de que pudiera ver el contenido.

–No. Tú no puedes abrir esto, solo yo.

–¿Qué hay ahí dentro? –pregunta intrigada y emocionada como una niña pequeña.

–Ahorita lo veras. Túmbate en la cama boca arriba –ordeno –sin la toalla.

Abro la caja con facilidad, cosa que ella no pudo hacer. Saco dos listones negros. Ella me mira con expresión confusa.

–Estira las manos por encima de tus brazos.

–Dios –exclama –¿vas a atarme? –puedo sentir la excitación en su voz.

–Shhh… –la callo.

Tomo su muñeca derecha, y la ato a un extremo de la cama. Doy la vuelta y repito la misma acción, solo que con la mano izquierda. Vuelvo a la caja y observo lo que queda… un antifaz, unas esposas… pero solo decido jugar con las fresas y el chocolate, así que la dejo a un lado.

–Bien linda –digo acercándome a ella, que sigue observando cada uno de mis movimientos –hoy vamos a jugar, ¿de acuerdo? –asiente con la cabeza.

Meto una de las fresas al chocolate, para después llevármelo a la baca. Uhm… sabe delicioso.

–¿Quieres? –pregunto enseñándole la media fresa que queda en mi mano.

–Si –jadea.

Me acerco a ella, subiendo por su cuerpo, y al llegar a su rostro, la beso, saboreándola a ella y al resto de chocolate que queda en mi boca.

–¿Te gusta?

–Mmm –contesta.

–¿Quieres más? –pregunto mientras sumerjo otra fresa en el chocolate.

–Te quiero a ti –contesta. Puedo notar lo excitada que esta, su respiración esta acelerada, sus pupilas se han dilatado levemente y sus ojos están de un café muy oscuro.

Meto la fresa a su boca y ella muerde y la degusta, yo me como el resto. Me quito de encima de ella, dejo las fresas en el mueble y solo agarro una, la remojo con el chocolate y la paso por su cuello, para luego empezar a chupar.

–Chocolate y tú… la mejor combinación –susurro.

Sigo trazando camino con la fresa, mientras voy quitando el chocolate con mi lengua, dejando pequeñas marcas rojas, me detengo en sus pechos, dejando una mayor cantidad de chocolate.

–Ah –gime ella, retorciéndose bajo mi tacto.

Paso hacia el otro pecho, repitiendo la acción y mordiendo su peso, asiendo que un pequeño grito salga de sus labios, tanto de excitación como de sorpresa, lo que hace que el bulto entre mis pantalones aumente considerablemente su tamaño.

Bajo hasta su vientre, chorreando aquel punto entre sus piernas. Me paro, a lo que ella contesta con un quejido, y yo rio. Vuelvo con ella y empiezo a morder su vientre, masajeándole los muslos, hasta llegar a su entrada. Esta húmeda, muy húmeda, saboreo, formando círculos con mi lengua alrededor del clítoris. Ella levanta la pelvis, invitándome a profundizar, levanto la vista y la miro, con la cabeza echada ligeramente hacia atrás, con los ojos serrados, y apretando las sabanas con sus manos, a consecuencia del placer que le produzco.

–¡Zayn! –grita en el momento que la penetro con la lengua y llega a tan esperado orgasmo.

Me paro y la observo, una ligera capa de sudor se ha formado en su cuerpo, subo, hasta quedar cara a cara, y la beso, con pasión y lujuria, mientras con una mano le desato la muñeca, dejándola libre y ella se encarga de desatar la otra con urgencia, y no puedo evitar esbozar una sonrisa.

–Te necesito –dice en el momento que queda libre y me besa, hundiendo las manos en mi cabello, jalándolo, provocando que un gruñido salga de mi boca, atrapándolo ella con la suya.

Estiro la mano, mientras seguimos besándonos, abro el primer cajón del buro, y saco un sobrecito plateado, no queremos más sorpresitas. Me pongo el condón en un abrir y serrar de ojos, separo sus piernas y la penetro con fuerza.

–¡Aaah! –grita. Sigo moviéndome pero a un ritmo lento –más rápido –gimotea. Obedezco y la penetro de nuevo con fuerza.

La beso, absorbiendo cada uno de sus jadeos, hundo mi cara en su cuello al sentir como la liberación se empieza a formar en ella, estrujándome, haciendo que la mía también se forme.

–Dios… Emma –jadeo –estas tan estrecha. Agh! –vuelvo a gemir cuando siento sus uñas clavarse en mi espalda, provocándome un mayor placer.

–Te amo –jadea en mi oído –Ah –grita en el momento que alcanza el clímax.

–Yo también te amo –contesto con la respiración agitada, juntando nuestras frentes, y liberándome al sentir como sus paredes me apretaban.

Después de unos minutos de descanso, mientras nuestras respiraciones se normalizaban, pude ver como ella se sentaba a horcajadas sobre mí.

–¿Quieres más? –pregunto atónito.

–Si –contesta con una sonrisa picara para después abalanzarse sobre mis labios.

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