Juego De Celos [KarmaGisa/RioKae]

Capitulo 10: ||Una pequeña vergüenza||

—Hoy intentaré conquistar a Kaede, por favor no lo estropees —susurró Rio al oído del pelirrojo en medio de la clase de japonés.

El pelirrojo tomó su bolígrafo de color naranja y escribió en un papel la respuesta que le daría a la rubia.

»No lo haré, por ahora«

Doblo el papel —y sin que el maestro se diera cuenta— lo depositó sobre la mesa de Rio.

Rio lo desdobló y rió internamente por aquella respuesta. Tendría dos obstáculos para poder lograr su conquista.

•••

—Kaede, ¿podemos almorzar juntas? —le preguntó la rubia acercándose a ella con su bolso puesto, parcía apurada—. Solo tú  y yo —agregó.

—Hmm —Kaede divagó en su mente por unos segundos—, está bien —aceptó seria.

—Vamos —ambas salieron del aula, esta situación era igual que una vivida anteriormente.

Nagisa gruñó, iba a seguirlas, pero Karma lo detuvo.

—Espera —Nagisa lo observo de reojo—, debo decirte algo —el más bajo se giró encarando a Karma.

—¿Qué pasa? —parecía un poco molesto porque el lo hubiera detenido.

—El otro día hablé con la rubia —obviamente no le diría que hablaron también sobre sus sentimientos hacia Nagisa—.vMe dijo que no se rendiría hasta conquistar a Kaede —Nagisa analizó sus palabras por un momento.

—Creo que esto me da una idea, pero no sé si sea bueno —¿a qué se refiere?—, pero yo no puedo hacerlo porque hice un trato con Rio. Solo tú  podrías hacerlo

—¿Qué quieres decir?

—Digámosle la verdad a Kaede, la verdad sobre Rio —¿verdad?—.vPodríamos decirle que Rio está tratando de conquistarla sin importarle si quiera su felicidad, pero debes hacerlo tú.

—»¿Por qué yo? «—se preguntó mentalmente Karma.

—Lo haría yo, pero hice un trato con Rio y no puedo romperlo —agregó. ¿Sería buena idea?

—Es un buen plan el que tienes, Nagisa —concordó—, una pregunta: ¿No crees que si yo digo eso de ella, ella también podría decir que tratábamos de darle celos a Kaede? —cabía esa posibilidad. Pero parecía que Nagisa tenía todo fríamente calculado.

—No podrá hacerlo por que tú se lo dirás, no yo —¿ven? Tenía todo calculado.

—Oh —tenía razón— ¿Quieres qué se lo diga hoy?

—Sí, si es necesario vete con ella a la hora de salir —sugirió. Karma soltó una pequeña risa y Nagisa lo observó confundido.

—Ah, Nagisa. Nunca creí que jugaras sucio —calmó un poco su risa.

—No estoy jugando sucio —corrigió con una sonrisa—, solo quiero darle una pequeña consecuencia a Rio.

—Sí, yo también quería hacerlo. Es tan terca —agregó Karma.

—Sí —ambos tomaron camino a la cafetería mientras seguían hablando.

•••

—Kaede ¿estás bien? —le preguntó Rio al verla de cierta manera decaída.

—Sí, estoy bien —respondió llevando un bocado de su platillo a su boca.

¿Por qué tan de repente la peli-verde se encontraba así?

—Vamos Kaede, puedes decirme todo lo que te pase —le dijo nuevamente la rubia.

—Agh —se quejó la mas baja levantándose de su lugar—. Lamento esto Rio, pero quiero estar sola —sin si quiera dejar a la contraria responder, se retiró del lugar dejando a Rio sola y sorprendida allí.

Karma y Nagisa observaban la escena también sorprendidos.

—Nagisa, ve por Kaede —le ordenó Karma—. Ella se ve mal, animala —Nagisa asintió y siguió a la peliverde.

Rio fruncio el ceño al ver a Nagisa hacer eso.

•••

—»Agh, maldición «—maldijo internamente el oji-azul.

Estaba frente al baño de chicas, sí el baño de chicas. Kaede se encontraba allí y necesitaba entrar para poder hablarle. La hora del almuerzo estaba a punto de acabar y en clases sería difícil hacerlo.

Bien, no había de otra. Todo era por ella.

Al lado de los baños habían una serie de casilleros.

Nagisa vio una falda escolar sobresaliente de uno de ellos, la tomó y se dirigió al baño de chicos. Sí, sería una locura lo que haría.

Salió del baño de chicos sin que nadie lo viera y ahora entró al de chicas. Solo habían tres allí —sin contar a Nagisa—. Se acercó a Kaede la cual estaba lavando su cara frente al espejo del lugar. El peli-celeste tocó su hombro levemente y ella se giró sorprendida por ver a su novio en el baño de chicas.

—¿Na-Nagisa?

—EE-Eh, hola Kaede —la saludó moviendo su mano de lado a lado.

—¡¿Qué haces aquí y por qué tienes puesta una falda?!

—Te lo diré luego —un sonrojo adornó sus pómulos. Kaede rió por todo eso, parecía animada.

—Te ves linda así Nagisa-chan —se burló Kaede secando las pequeñas lágrimas que salían de sus ojos.

—¡Ya basta! —parece ser que ya no había razón para animarla, se veía mejor.

—»¡Mierda! «—pensó Nagisa. La campana había sonado.

—Espera Kaede, tengo que cambiarme —trató de correr, pero su novia lo detuvo.

—No Nagisa, sabes que el sensei es muy estricto con las llegadas tarde y tardarías en cambiarte —no hablaba en serio ¿o sí?—. Vamos —ordenó tomándolo de la mano y arrastrándolo cual madre a un niño pequeño.

—No me importa Kaede, prefiero llegar tarde a que todos me vean así —trato de zafarse, pero era inútil.

—No. El sensei te castigará, ya lo conoces —¡Genial!  Ahora quería que la tierra se lo comiera en ese momento.

Estaban en la entrada del aula. Kaede agarraba a Nagisa de sus manos tratando de arrastrarlo  adentro, pero el trataba de no dejarse. Muchos dirigieron su vista a ambos, aún no podían ver completamente el vestuario de Nagisa.

—¿Qué pasa Kayano-san? —pregunto el maestro que en ese momento se encontraba allí.
Ambos se tensaron al oírlo y pararon su acción.

—Nada Makoto-sensei —respondió observándolo la peli-verde. Nagisa aún estaba fuera del aula.

—Bien. Entren de una vez, estamos perdiendo tiempo —ordenó el adulto. A Nagisa ya no le quedaba de otra.