Capítulo 4

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—– Bárbara, al menos... Dejame intentarlo —suplicó el caballero oscuro a su amiga.

—– Ah~... —Suspiró agotada de tanto escuchar las explicaciones de Batman— Bien, pero será responsabilidad tuya si algo pasa gracias a ese loco.

—– Bien.

Bárbara dejó que Batman entrara en la celda del aun dormido Joker y que lo cargara hasta su coche, lo recostó con delicadeza y se subió en el asiento del piloto, directo a la mansión Wayne. En el camino no evitó mirar por el espejo para verlo dormir, se veía tan inocente, y tan lindo.

Allí, tomó al durmiente y lo llevó entre sus brazos, Alfred, su mayordomo, lo miró con miedo.

—–Se-señor... ¿No es...?

—– Si, Alfred, se quedará con nosotros un tiempo.

Alfred asintió, sin dudar de lo que el señor Wayne decía. Bruce ordenó que preparara una pieza para el Huason, que no dejara nada con lo que él pudiera escapar, ni siquiera un insignificante lápiz, sabia que con cualquier cosa podría crear una bomba.

Mientras su fiel mayordomo arreglaba el cuarto, él dejó al payaso en su habitación, lo recostó con suavidad y le quitó el traje naranjo. Le colocó una de sus camisas para dormir, y vio como este se acomodaba entre las sábanas. Que hermoso se veía.

—– Cuando despiertes... Te explicaré todo, payaso —susurró el caballero antes de salir de aquella habitación. Su corazón latía con fuerza, tenía a quien mas quería justo en su habitación, dormido, con su camiseta puesta.

Quien pensaría que el multimillonario, guapo, bondadoso y súper héroe se enamoraría del villano mas malvado de la ciudad de Gotham... las vueltas que da el destino son... Muy extrañas.

—– Señor, el cuarto está listo, como ordenó —Alfred era alguien muy serio para lo que hacia, había cumplido al derecho y al revés lo que Bruce le había dicho.

—– En cuanto despierte lo llevaremos a su cuarto y le explicaré todo.

—– ¿Podría explicarme a mi también?

¡Sé que no está loco! ||BatJokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora