Capítulo 33

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Maratón 4/5

Joker fue dirigido hacia lo que parecía un sitio abandonado, lo ataron de manos para que no pudiera escapar, pero a pesar de lo mal que lo estaban tratando, Harley insistía en que jamás le haría daño, que lo amaba ya que deseaba que estuvieran juntos para siempre.

Caminaron por un pasillo angosto y oscuro, olía asqueroso, de aspecto poco habitable.

Cuando por fin llegaron al lugar, Joker no lo podía creer, sus ojos se cristalizaron, y sus gritos desgarradores y sus intentos de huida no se hicieron esperar.
Frente a ellos, un cristal, y tras éste una retorcida escena.

Bruce Wayne, el poderoso Batman, se hallaba amarrado y amordazado con cadenas, cubierto de sangre y moretones, con su traje rasgado y su capa hecha añicos. Joker suplicó a las chicas que lo soltaran, que él haría lo que quisieran.

——Harley, dejame curarlo, se está muriendo. Te amaré, haré lo que quieras... ¡Pero dejame curarlo! —suplicó el payaso con los ojos llorosos. Mientras que Hiedra se mantenía firme, la arlequín cedió ante las suplicas de su amado, soltando sus manos y entregándole algunos recursos para curarlo.

Joker agarró el botiquín, y entró en la sala donde estaba Batman. A pesar de que tenia los ojos cerrados, ya no estaba inconsciente, por los que notó cuando alguien entró en la habitación.

——Ya matame, acabame —murmuró el pobre murciélago. Joker soltó muchas mas lágrimas, dejando a un lado el botiquín y agarrando por las mejillas el rostro de su amado.

——Tranquilo, soy yo mi amor, ya estoy aquí, tranquilo —dijo Guasón mientras lo abrazaba con fuerza. Luego, agarró todo lo que pudo, comenzando a curar las heridas del murciélago con cuidado, dejándolo un poco menos muerto— no te preocupes, estoy aquí. Te quiero.

Esas palabras tranquilizaban unos segundos a Batman, hasta que recordaba que se suponía que sería él quien rescataría a su amado.

——Joker, corre, vete... Por favor —los jadeos de dolor salían con fuerza  boca del payaso, quien lloraba desconsoladamente viendo a su murciélago asi.

——No mi amor, a ti no te pasará nada, te lo aseguro, volverás con Alfred y Dick a casa. —Joker se limpió el rostro.

——Te quiero Guasón.

——Yo igual —respondió el menor, dándole un corto beso, y limpiando las lágrimas de Batman, antes de que el hombre gigante que había dejado casi muerto a Batman agarrara a Joker alejándolo del murciélago.

¡Sé que no está loco! ||BatJokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora